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  • Lo que no dijo Leonardo Padura

    » Diario Cordoba

    Fecha: 07/10/2025 02:58

    Hace unos días en la Biblioteca Grupo Cántico se presentó la última novela de Leonardo Padura Morir en la arena, con una introducción de Azahara Palomeque. Sin entrar en la obra misma, mi comentario no va de hacer una crítica literaria, sino más bien dejar una reflexión del acto. Y de entrada y pese a que Padura es un escritor muy laureado dentro del género de la novela negra, con algunas obras llevadas al cine y televisión, me sorprendió ver la sala a rebosar con un auditorio de una edad media avanzada que me dio la impresión de que venían a confirmarse en su creencia de que las cosas van mal por Cuba y el socialismo es un sistema fracasado. No serían defraudados. Según la sinopsis, Morir en la arena narra la historia de una familia cubana durante los últimos 50 años, escrita por un anticastrista que vive en Cuba y puede dar testimonio de primera mano. En los hitos que marcan la historia del régimen, destacó Padura la censura, manifiesta ya en el Caso Padilla (1971), y, sin dejarse en el tintero los apagones de luz hoy, la falta de carburantes, alimentos, medicinas, etcétera el autor llegó a la falta de papel y la ausencia de interés por la publicación de su obra en su propio país, nada baladí para un escritor. Esta posición crítica la expuso el autor de un modo sentencioso: «El presente no fue el futuro prometido», dijo. Y añadió que hay que «matar al Papá Estado», que en el trasunto de la novela se convierte en un parricidio. Léanla. Pues bien, lo que yo eché en falta en la presentación fue la más mínima explicación de las causas históricas de esta deplorable situación en lo que llamamos aún «la perla del Caribe» y nos remite a una nostalgia colonial. Eché en falta una sola mención, una sola, a los intentos del colonialismo estadounidense, que se posesionó de la isla después una guerra contra España que el pueblo norteamericano no quería (recuerden el Maine y la campaña mediática desplegada por el magnate Hearst), la plagó de casinos y prostitución hasta la revolución, la invadió en Bahía Cochinos y, tras el fracaso militar, la asfixió en un bloqueó que ya dura 50 años, en lo que el mismo senador norteamericano J. William Fulbright consideró el error de su país al confundir comunismo con nacionalismo. Esta «confusión» echó a Fidel en los brazos de la URSS y a punto estuvo de acarrear la tercera guerra mundial... ¿Recuerdan? A la salida del acto de Padura nos topamos con ese frondoso olivo que, plantado a las puertas de la Biblioteca desde 2017, está protestando por la situación en Gaza como una cárcel a cielo abierto y hoy arrasada y con más víctimas que hojas tiene el árbol. De nuevo una situación construida, en expresión de Edward Said, sobre «premisas coloniales» y que no tendría sentido ni existencia si nos confundimos y separamos a Israel de EEUU. *Comentarista político y periodista

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