Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Tras 20 meses sin verlos, un padre se reencontró con sus dos hijos en Río de Janeiro: se los había llevado la madre

    » TN corrientes

    Fecha: 05/10/2025 06:53

    Sociedad Tras 20 meses sin verlos, un padre se reencontró con sus dos hijos en Río de Janeiro: se los había llevado la madre Sábado, 4 de octubre de 2025 Federiko (11) y Fumiko (6) junto a su madre Ilona Grabarczik eran buscados por Interpol. Los hallaron el miércoles en Copacabana "en situación de vulnerabilidad". Los menores viven en una institución y el padre viajó y ya tuvo su primer encuentro. "La historia de un padre desesperado que nunca se dio por vencido... ni aún vencido". Ese podría ser el título de la película de terror que vivió José María Rosa (50) durante casi 20 meses, cuando su ex esposa se llevó a sus dos hijos a un supuesto viaje de fin de semana a Cataratas del Iguazú y días después la mujer se comunicó "desde Cuba", sin dar más detalles, sólo enfatizando no poder seguir hablando "por mala señal". Una imagen del segundo encuentro de papá Pepe con sus hijos Federiko y Fumiko, que tuvo lugar el viernes, en el instituto de menores donde se encuentran los chicos en Río de Janeiro.Una imagen del segundo encuentro de papá Pepe con sus hijos Federiko y Fumiko, que tuvo lugar el viernes, en el instituto de menores donde se encuentran los chicos en Río de Janeiro. Desde el 23 de febrero de 2024, Rosa, monotributista y chofer de aplicación, atraviesa una pesadilla que lo tuvo destruido pero llamativamente fuerte y proactivo. Nunca bajó los brazos. A falta de recursos económicos, se dedicó a postear en sus redes sociales cada paso que hacía ya sea en su búsqueda personal, o desde la Justicia. Gracias a su constante trabajo virtual consiguió donaciones de muchos seguidores que, con esa ayuda, le permitieron viajar a Brasil dos veces. También contó con "la invalorable colaboración" de la Fundación Morelli, que basa su trabajo en el bienestar de los niños y adolescentes. Cuando menos lo imaginaba, cuando nada hacía presagiar una inesperada sorpresa, sobre todo después de dos intentos truncos de Interpol, el jueves recibió un whatsapp que lo dejó en shock. "Encontramos a los chicos, están en un abrigo al cuidado de las autoridades. Quédese tranquilo, lo esperamos cuanto antes". Era del jefe del operativo policial de Río de Janeiro, que venía siguiendo la pista, desde hacía semanas, del paradero de Federiko (11) y Fumiko (6), que fueron encontrados junto a Ilona Garbarczik, la madre que se los había llevado sin consentimiento desde Buenos Aires, donde vivían con el padre, quien estaba a cargo de la tutela de los dos. Una alegría desbordante en el primer encuentro padre e hijos, en Río de Janeiro, después de 20 meses sin verse.Una alegría desbordante en el primer encuentro padre e hijos, en Río de Janeiro, después de 20 meses sin verse. "Los hallaron en Copacabana, estaban en situación de vulnerabilidad, trabajando, vendiendo cosas en la calle y sin ir al colegio. La Jueza de Infancia y Juventud ordenó que se los separara de la madre, quien se negó a colaborar en todo momento. Federiko y Fumiko pasaron la noche en un hogar y seguramente la noche del jueves no fue sencilla. Ahora están con una asistencia social y una psicóloga de familia, a la espera del segundo encuentro con su padre", describe la abogada Ana Paula Mengual, argentina que reside en Brasil hace treinta años. Visiblemente emocionado, entre felicidad y nerviosismo, Rosa no encuentra palabras para contar cómo fue el primer encuentro con sus hijos el jueves. "Te soy sincero, fui preparado para lo peor para un padre, que es el rechazo y la indiferencia propios de la alienación parental. Bueno, pasó exactamente todo lo contrario, cuando me vieron, vinieron corriendo y se me colgaron gritando de alegría", le cuenta a Clarín a través de una videollamada. "Los vi bien, más allá de estar en una institución donde hay otros menores, no los encontré angustiados. Hablamos, jugamos, cantamos, nos pusimos al día. Tratamos de no tocar ningún tema espinoso. Me dijeron que quieren volver a Buenos Aires, que extrañan su vida allí y que el sueño de ambos es tener a su papá y a su mamá cerca. Fumiko la chiquita, es cariñosa y expresiva; Federico es más secote, siempre fue así. Pero igual estuvo muy cariñoso". El encuentro fue en el Juzgado de Minoridad, en el centro de Copacabana, frente al Sambódromo. "Estuve casi una hora y media que fue monitoreada a la distancia por una asistencia social y una psicóloga. Después tuve una evaluación de parte de los profesionales, de la que me sentí seguro, convincente y coherente, cuyo informe se lo brindarán a la jueza para que ella decida. El lunes tengo entendido que le harán una pericia psicológica a la madre y empezará a despejarse el terreno". "Lo mejor que podría suceder es que la jueza espere unos días, vea la interacción con los chicos y en una semana me den la guarda y me autoricen a volver a la Argentina. Lo peor sería que los chicos siguieran en este lugar de abrigo y que se realice un juicio ordinario que puede llevar meses. Y lo que creo que podría suceder es que me den la guarda provisoria pero permaneciendo en Brasil. Sería duro, porque yo soy un laburante y vivir en Río de Janeiro no me será sencillo, pero calculo que tendré algún tipo de ayuda". Crónica de un infierno La vida de José María Rosa se transformó en "un infierno sin precedentes y hoy como y duermo cuando puedo, porque esta situación es insoportable, a veces no quiero más nada... Estoy solo con mi hija mayor porque, inexplicablemente, la Justicia y los medios casi que me dieron la espalda. Entonces no me queda otra que moverme por mi cuenta, pero no tengo recursos suficientes", decía Rosa hace tan sólo tres días. Para entender un poco la situación es mejor describirla de atrás para adelante. Semanas atrás Rosa estuvo en Isla de Gigoia, en Río de Janeiro, donde fue notificado por Interpol, que encontró a sus hijos Federiko (10) y Fumiko (6), que fueron llevados allí por su madre, de origen polaco, Ilona Grabarczik. "Lo de Cuba era una pantalla, yo vi imágenes de mis hijos en Brasil. Interpol emitió un alerta roja y cuando parecía que los agarraban, ella volvió a fugarse con mis hijos". Lo tragicómico de esta historia, hacía saber Rosa, "es que en Brasil el secuestro parental no es un delito, entonces, Interpol necesita una orden de una jueza de familia para dictar la orden para que a ella (Ilona) la detengan y a mí me entreguen a los chicos. La jueza dio la orden tres semanas después que Interpol diera con el paradero de ellos, y cuando fueron a buscarlos, ella ya se había escapado con mis hijos". El alerta roja de Interpol para pedir la captura de Ilona Grabarczik, la madre que se fugó con sus dos hijos, Fumiko y Federiko.El alerta roja de Interpol para pedir la captura de Ilona Grabarczik, la madre que se fugó con sus dos hijos, Fumiko y Federiko. Rosa transmite agotamiento pero no se resigna. Dice que su hija Julieta (18) es su sostén principal y el motivo por el cual no claudica. "Si hubiera estado solo, ya me habría pegado un corchazo. Sólo pensar en el día a día de mis chiquitos me angustia terriblemente... Ellos no están de viaje, fueron secuestrados por su madre que vivía en Estados Unidos y la tenencia de hecho la tenía yo. Ella los raptó, salieron de Argentina por la Triple Frontera de manera ilegal y por lo que me han dicho los lugareños y la policía regional, se van mudando cada tres o cuatro semanas para no ser encontrados. ¿Es vida para esos chicos que hace casi dos años que no van al colegio?". Lógicamente acelerado, Rosa es catártico y ampuloso. Descarga toneladas de información, como que estuvo -antes de éste- dos veces a Brasil y en sendos viajes se puso la búsqueda al hombro rastreando el paradero de sus hijos "a pulmón", en contacto con la policía y recorriendo y navegando la isla cercana de Barra de Tijuca. "Fui con mi hija Julieta y estuvimos buscando por nuestros medios, que son precarios. Pero hablamos con los vecinos y los lugareños y me confirmaron no sólo que los chicos estaban allí, sino que la madre hace saber que los chicos no tienen padre. También me hablaron de una presencia masculina que sería la pareja de su madre y es un ex presidiario de nombre Tomasz Piekarniak, que estuvo detenido en Europa por lavado de dinero y narcotráfico. Saber que mis hijos están en ese contexto me angustia". Rosa se propuso divulgar como sea la fuga de Ilona, su ex, junto a sus hijos. Todos los días vía Tik Tok e Instagram (@papapepe_3) da a conocer las novedades, postea fotos de todos, muestra las denuncias realizadas y, también, hace vivos día por medio para los miles de seguidores que están atentos al caso como si fuera un culebrón de terror. "Es la única manera que tengo de que alguien me escuche y que tenga presente las caras de mis chiquitos". Dos meses habían transcurrido de la última videollamada con los chicos. "Solíamos hacer una por mes, pero ahora la última vez que hablé fue en julio con Federiko. Él seguía diciendo que estaba en Cuba, repitiendo lo que le obliga su madre. Mis hijos están totalmente dominados por esa mamá, que calculo que los quiere pero de una manera enfermiza y patológica. Está claro que Federiko y Fumiko padecen el síndrome de alienación parental. Es desesperante". De aquella conversación recuerda que Federiko le dijo que quería volver a Buenos Aires. "Yo le preguntaba cómo estaba, cuándo volvería, y él me respondió que ya tiene ganas de volver a su casa, que me extraña, que quiere reencontrarse con sus amigos del colegio. Me dijo que no me prometía nada, no volvería este año, que quizás el próximo, lo que fue como un baldazo de agua helada... La idea de que nadie haga nada y que el reencuentro con mis hijos dependa de lo que se le ocurra a la madre es asfixiante". Arrancar cada jornada "desmembrado" era un suplicio para Pepe, como lo llaman todos. "Hay un vacío imposible de llenar después de vivir con ellos, mantenerlos, llevarlos al colegio. Es un infierno esto... Que alguien con quien tuviste hijos te quiera destruir así, de esta manera, es demoledor". Como sea siempre intentó sacar fuerzas de donde no había. "El hombre se adapta a todo y se va acostumbrando hasta a las peores cosas, pero mis hijos no están muertos, entonces eso me da algo de esperanza...". Las denuncias de la mujer Habla de su relación con su ex mujer y se refiere a "otra vida". El vínculo empezó en 2013. "Nos conocimos por Internet, fue todo tan fuerte que me fui a conocerla a Estados Unidos. Nuestra creció y nació Federiko pero el amor se terminó en 2017. Tuvimos un paréntesis, intentamos volver y en 2019 tuvimos a Fumiko. Ella quería vivir en Estados Unidos o Polonia, y yo quería en Argentina. Ese fue el primer gran conflicto hasta que todo se desmadró y la relación se enfermó". Ya separados, Rosa se quedó con la tenencia de los dos hijos, mientras que Ilona "repentinamente" siguió su vida en Estados Unidos. "Yo los crié solos, nunca recibí una cuota alimentaria", dice él. En 2020 ella viajó para visitar a sus hijos, pero los agarró la pandemia y tuvieron una convivencia forzada. "Fue un desastre, era imposible seguir compartiendo el techo y era tal el griterío de todos los días que, para preservar a nuestros hijos, yo me terminé yendo de mi propia casa". A partir de allí empezó la guerra entre la ex pareja y llegaron denuncias contra Rosa: por violencia psicológica, por violencia intrafamiliar y "me denunció por agredir a mi hija por un golpe que, en realidad, se dio con un compañerito del jardín chocando sus cabezas, situación que consta en el acta de la propia escuela. Lo más loco fue que la Justicia empezó a acorralarme en lugar de desestimarla, ya que venían de una mujer que se había borrado de la vida de sus hijos". Recuerda algunas épocas de "relativa bonanza", como cuando en 2022 viajó a Estados Unidos para que su ex viera a sus hijos. "Se los llevé de buena voluntad. No antepuse mis problemas personales con ella, sino que prioricé su derecho y el de nuestros hijos para la revinculación". O en 2024, cuando la madre volvió a la Argentina. "Fuimos a Ezeiza a buscarla con los chicos. Era alrededor del 10 de febrero. Los chicos iban y venían hasta que el viernes 23 de febrero, nos encontramos en una confitería para darle a los chicos para el fin de semana. El domingo volverían conmigo porque el lunes 26 empezaban las clases". Cuando José María llamó a Ilona para combinar "la devolución" el día domingo se topó con una respuesta inesperada: "Nos vamos a Cataratas del Iguazú". "¿Cómo? ¡No, de ninguna manera! Pero a la vez no me podía oponer o ir a buscarlos, porque no sabía dónde estaban hospedados. Yo los había llevado a un hotel, que después se mudaron. No lo pude evitar y de alguna manera tenía el presentimiento de que me los iba a secuestrar. No tuve ninguna protección judicial. Pasaron cuatro, cinco días sin saber nada de mis hijos, hasta que me llamó ella y me dijo 'Estamos en Cuba, tengo mala señal'. Y nunca... Ese viernes 23 fue el último día que vi a Federiko y Fumiko. Yo tuve la mejor predisposición y ella tenía todo planificado". Sábado, 4 de octubre de 2025

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por