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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/10/2025 02:57
Los empresarios reunidos en el Cicyp escuchan el discurso del presidente Javier Milei El freno en la actividad que generó el combo entre salarios deprimidos, restricción de pesos en el mercado, altas tasas de interés y volatilidad cambiaria no tiene un horizonte claro de mejora en el corto plazo, según coinciden en el sector privado. Además, el factor electoral se interpone en el camino, con las elecciones legislativas del 26 de octubre, por lo que nadie espera ningún cambio de tendencia durante el próximo mes. Es más, todos los empresarios esperan esa fecha y frenan cualquier decisión hasta no saber qué puede suceder luego del resultado de los comicios. En medio de tanta turbulencia financiera, que sucedió al fracaso electoral bonaerense, el Banco Central (BCRA) redujo la tasa de interés de referencia diez puntos porcentuales días atrás, luego de que el dólar bajara tras los anuncios oficiales de la quita de retenciones al agro y el aval norteamericano al plan económico. Esta decisión fue leída por el mercado, entre otros factores, como un intento por reducir el costo del financiamiento para empujar la actividad económica. Y si bien los empresarios coinciden en que es una buena señal y que siempre la baja de tasas es positivo, la actividad está tan resentida que no mueve el amperímetro todavía. La Junta Directiva de la UIA mantuvo su tradicional encuentro de los martes ayer y, además de coincidir en mostrar preocupación por el aumento del contrabando, los industriales repasaron las cifras de actividad del octavo mes del año. De acuerdo con el comunicado de prensa emitido al finalizar el encuentro, “los datos anticipados de agosto indican una baja de la actividad industrial en torno al 3% en términos interanuales y en la comparación mensual, luego de la caída de 2,3% en julio, se proyecta que los datos de agosto se mantengan en los mismos niveles”. “También se observó la irregularidad en el crédito debido a las altas tasas vigentes”, precisó la central fabril. En este sentido, un informe de la consultora Analytica, que busca anticipar el dato del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec, marcó que en agosto la economía creció apenas 0,1% y dejó expuesto el clima de parálisis. Las ramas vinculadas a exportación –en especial metalurgia y automotriz– exhibieron algún repunte parcial, pero rubros asociados al consumo interno, la obra pública y los productos durables confirmaron el retroceso. El organismo estadístico reflejó en julio una baja del 0,1% respecto de junio, y el dato de agosto se conocerá en las próximas semanas. El propio presidente Javier Milei reconoció este martes, en una entrevista por A24, que “se desaceleró fuertemente la actividad económica”, tras mostrar signos de recuperación en el último año. El jefe de Estado explicó que la situación actual responde no solo a variables económicas, sino también a disputas políticas que afectan directamente el funcionamiento económico del país. “La economía argentina se venía expandiendo muy fuertemente durante la primera parte del año, y venía acelerando hacia el 8% en algún momento. Pero del otro lado decidieron empezar a atacar y salieron a romper todo, básicamente lo que ves es un esquema de destructivo instrumentado desde el Congreso de la Nación”, afirmó el Presidente. La UIA remarcó que en agosto la actividad industrial cayó 3% respecto del mismo mes del año pasado; el Indec dará a conocer la semana próxima la cifra oficial (Colombia). EFE/Christian Escobar La volatilidad cambiaria, que logró frenarse la semana pasada luego de los anuncios de las retenciones y del swap con los Estados Unidos, reapareció ayer, con una brecha que llegó al 10% y un dólar oficial que cerró en alza, a $1.400. El riesgo país volvió a superar los 1.200 puntos básicos y se desplomaron otra vez las cotizaciones de acciones y bonos, tanto en el mercado doméstico como en Wall Street. Los empresarios remarcan que el movimiento cambiario suma inquietud a la hora de proyectar inversiones o recomponer capital de trabajo. Sectores críticos como la industria, el comercio y la construcción definen estrategias a la espera de un horizonte más nítido, sin mayor margen para errores o sorpresas en las próximas semanas. Las opiniones recogidas apuntan a que el abaratamiento del financiamiento, aunque otorga cierto respiro operativo, no resulta suficiente en el actual contexto para detonar una reactivación, al menos antes de la resolución electoral. La lectura de los empresarios bonaerenses resume el mosaico de realidades. Desde el sector industrial de la provincia de Buenos Aires, fuentes remarcaron la existencia de “distintas velocidades”, donde las empresas ligadas a petróleo, minería y el campo muestran una situación estable, mientras que los actores enfocados en la construcción y los bienes de consumo identifican caída abrupta en los pedidos y proyectos. “La construcción y el consumo masivo están muertos. A la construcción la tasa le pega fuerte. Bienes durables necesitan financiamiento, y ahora se ven frenados por la ausencia de crédito accesible”, resumió un dirigente industrial. Empresas y cámaras consultadas afirmaron que varios proyectos se demoraron esperando que el costo de financiamiento se acomodara. El humor empresario oscila entre la incertidumbre y la cautela, arrastrado por la falta de dinamismo en el consumo y el temor a un deterioro mayor. “Hay 3 o 4 inversiones que quedaron en pausa, esperando la baja de tasas”, subrayó una fuente. El clima de negocios también refleja la presión por ajustes de costos y la dificultad para trasladarlos al precio final, en parte por la competencia de importaciones y la oferta externa que obliga a buscar mejoras de productividad como única vía de subsistencia. El sector industrial bonaerense observa que el recorte reciente de tasas puede ayudar a recomponer márgenes financieros sólo si la tendencia continúa, pero acepta que la inercia negativa de la demanda pesa más sobre las decisiones de inversión que la tasa directa de interés. El consumo está muy retraído y la baja de tasas reciente no es suficiente para reanimarlo, según los comercios (Maximiliano Luna) El comercio aporta su propia perspectiva de un ciclo heterogéneo. Desde el sector, un referente admitió que “el consumo cayó a partir de junio. Hay sectores que están trabajando bien, como concesionarias que venden autos, pero los supermercados no venden nada”. Los que operan con insumos para la construcción se benefician parcialmente por la continuidad de la obra privada, aunque bajo reglas de juego inciertas. “Esta volatilidad es una locura. El Congreso parece enfocado solo en entorpecer al Gobierno y tampoco ayudan los errores cometidos desde el Poder Ejecutivo”, dijo una fuente del sector. El escenario de la construcción permanece paralizado. Un empresario consultado describió la imposibilidad de acceder a financiamiento: “No hay crédito para construir, no hay incentivos, los desarrollos no dan rentabilidad, y el precio de venta es menor que el costo. Hoy conviene comprar productos terminados”. El parate se extiende a la obra pública nacional, sin perspectivas de reactivación para lo que queda del año. Esta situación condena a proveedores, desarrolladores y redes de servicios asociados a la inacción y reduce márgenes en toda la cadena. Por su parte, Santiago Mignone, presidente de IDEA, expresó su visión: “Agosto probablemente haya sido un piso, principalmente por volatilidad y tasas altas. La baja reciente debería permitir alguna recuperación, pero todavía hay volatilidad y es temprano para esperar mayor estabilidad”. Las respuestas de los dirigentes económicos recogen también expectativas cruzadas frente al resultado electoral próximo. El grueso de los empresarios evitan cambios de fondo en inversiones o personal antes del 26 de octubre. Apuestan a que el Gobierno reconozca la urgencia de fortalecer el consumo, aunque la clave reside en si el escenario electoral convalida la dirección oficial actual o fuerza ajustes impensados. “Si al Gobierno le va bien, las inversiones lanzadas pueden materializarse. Si el resultado es adverso, las empresas frenarán”, concluyó una fuente industrial bonaerense, al subrayar que la economía argentina se mueve en una cornisa en donde cada pequeño cambio pesa. Críticas al contrabando En el mencionado encuentra de Junta Directiva, los representantes de la UIA informaron sobre el preocupante incremento en el ingreso de mercadería por contrabando. “Este problema genera un aumento en la informalidad, resulta un riesgo para los consumidores y socava el mercado a quienes pagan impuestos, que están hoy muy penalizados por la alta presión tributaria vigente. La situación exige revisar la normativa vigente en materia de competencia desleal”, precisó la institución. Según el comunicado, se comentaron las reuniones mantenidas por la UIA con el Ministerio de Seguridad, donde se repasaron los operativos de vigilancia realizados en frontera, el equipamiento y las capacitaciones a las fuerzas en proceso, y se planteó la necesidad de revisar junto a otras áreas de gobierno aspectos normativos tendientes a combatir esta práctica ilegal. Además, “los representantes de las cámaras de indumentaria, textil y calzado manifestaron la preocupación sobre la competencia desleal que plantea la venta on line de productos desde plataformas sin ningún tipo de pago de impuestos, y el vacío legal en su control”. Se referían, concretamente, a sitios de comercio electrónico chinos como Shein y Temu.
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