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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/09/2025 10:55
El aceite de árnica para masajes se emplea en contracturas, distensiones y dolor muscular posactividad física (Canva) El uso de plantas medicinales crece entre quienes buscan alternativas naturales para el tratamiento de diversas afecciones. Dentro de este contexto, el árnica se posiciona como una de las opciones preferidas por su reconocida capacidad para aliviar dolores musculares y reducir inflamaciones. Según información recopilada y reportes especializados, su principal atributo radica en la combinación de efectos antiinflamatorios y analgésicos que la han convertido en un recurso habitual tanto en la medicina tradicional como en productos de cuidado corporal contemporáneos. Qué es el árnica El aceite de árnica para masajes se emplea en contracturas, distensiones y dolor muscular posactividad física (Freepik) El árnica es una planta originaria de zonas montañosas de Europa y América del Norte. Conocida en el ámbito científico como Arnica montana L., esta especie se ha utilizado durante siglos como remedio natural para tratar molestias físicas. Tal como indica el sitio Tua Saúde, las propiedades de la planta se deben a su rica composición de flavonoides, lactonas, ácido hexurónico y helenalina, compuestos que explican sus usos extendidos en diferentes productos farmacéuticos y cosméticos. Generalmente, el árnica se comercializa en formatos como flores secas, tinturas, aceites, pomadas, geles y pastillas homeopáticas. Especialistas advierten que la ingestión de la planta en su estado natural puede resultar tóxica, por lo que solo es segura su utilización tópica o a través de presentaciones homeopáticas en dosis muy diluidas. Los beneficios del árnica para la salud Los compuestos activos del árnica, como flavonoides y lactonas, contribuyen a su acción antiinflamatoria (Imagen Ilustrativa Infobae) Diversos estudios y publicaciones describen que el árnica posee una serie de propiedades con potencial terapéutico. Se le atribuyen efectos antiinflamatorios, analgésicos, antimicrobianos, antioxidantes, antisépticos y cicatrizantes. Estas características permiten que la planta se use como auxiliar en la reducción de inflamaciones provocadas por golpes, torceduras o distensiones musculares, y en la curación acelerada de hematomas y heridas superficiales. Además, el árnica estimula la circulación sanguínea en la zona de aplicación, lo cual favorece la reabsorción de moretones y disminuye la hinchazón. Se han registrado beneficios relacionados con el dolor articular en personas con osteoartritis, y una mejora en la flexibilidad posterior a procedimientos quirúrgicos menores, al reducir tanto molestias como la rigidez matinal. También aporta alivio en casos de várices, hemorroides y afecciones bucales como la gingivitis o el dolor de muela, siempre que su uso sea exclusivamente externo. Cómo se puede usar el árnica para calmar dolores Las cremas de árnica aplicadas sobre la piel ayudan a aliviar el dolor asociado a golpes y torceduras (Freepik) Entre las aplicaciones más habituales del árnica, sobresale su uso tópico en forma de crema, ungüento, gel o aceite. Expertos recomiendan aplicar alguno de estos productos directamente sobre la piel dolorida dos o tres veces al día, realizando un masaje suave. El gel de árnica representa una opción de rápida absorción, útil para tratar golpes, inflamaciones o moretones, mientras que el aceite de árnica se utiliza en masajes terapéuticos sobre áreas con tensión muscular o tras una distensión. Tras procedimientos médicos menores, la aplicación tópica ayuda a controlar la inflamación. Médicos especializados advierten que el árnica no debe colocarse sobre heridas abiertas ni cerca de los ojos y que la consulta profesional es fundamental antes de iniciar su uso, especialmente en presentaciones que se comercializan en tiendas naturistas o farmacias homeopáticas. Otras formas de usar el árnica para aprovechar sus beneficios El aceite de árnica para masajes se emplea en contracturas, distensiones y dolor muscular posactividad física (Freepik) El árnica también puede aprovecharse mediante compresas mojadas en té elaborado con sus flores, indicadas para la aplicación local en zonas contusas o inflamadas. Las pomadas caseras creadas a partir de una base oleosa y partes seleccionadas de la planta concentran sus compuestos activos y resultan un recurso tradicional para molestias musculares e inflamaciones leves. La tintura de árnica, obtenida tras macerar sus hojas secas con alcohol, conserva una vida útil prolongada si se almacena de forma adecuada y se emplea únicamente sobre piel sana. Para afecciones bucales menores, como dolor de muela o inflamación de encías, el árnica puede utilizarse mediante gárgaras de infusión —sin ingerir— como medida auxiliar. De acuerdo con Tua Saúde, el aprovechamiento del árnica requiere evitar contacto con zonas lesionadas y está restringido en personas alérgicas, niños menores de 12 años, mujeres embarazadas o en lactancia y quienes padecen enfermedades hepáticas. El uso responsable del árnica bajo control médico minimiza los riesgos asociados y permite beneficiarse de sus propiedades hasta en casos de dolor postoperatorio o en la recuperación después de actividades físicas exigentes. Entre los efectos adversos posibles se cuentan reacciones cutáneas, hinchazón y dermatitis. En situaciones de ingestión accidental, la planta puede provocar toxicidad grave, con síntomas como vómitos, alteraciones cardíacas y dificultades respiratorias, lo que justifica la advertencia general dirigida a la población sobre no consumir árnica por vía oral salvo bajo prescripción controlada.
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