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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/09/2025 12:49
La conductora llegó con su hijo Silvestre, fruto de su vínculo con Gonzalo Valenzuela, y causó furor frente a las cámaras (Jaime Olivos) Durante la última entrega de los premios Martín Fierro 2025, las sorpresas no se limitaron al brillo de las estatuillas ni a las lágrimas de los ganadores. La gala, celebrada el lunes 29 de septiembre en un lujoso hotel de Puerto Madero, no solo reconoció lo mejor de la televisión argentina, sino que sumó homenajes, emociones y la presentación pública de una figura que rápidamente se robó la atención: Silvestre Valenzuela, uno de los hijos de Juana Viale. Como suele ocurrir, la actriz acompañó a Mirtha Legrand y a su madre, Marcela Tinayre en una de las noches más especiales para el clan. Pero esta edición sumó un invitado que, hasta el momento, había manejado un perfil discretísimo: Silvestre, el hijo mayor de Juana y el actor chileno Gonzalo Valenzuela. Con sus 17 años, el joven asistió por primera vez a la ceremonia más importante de la industria televisiva, causando impacto tanto en la alfombra roja como en la mesa familiar, cuando APTRA distinguió la trayectoria de La Chiqui. A lo largo de la noche, las cámaras de transmisión varias veces posaron sobre la mesa de los Legrand, pero la mirada cómplice y la sonrisa tímida de Silvestre no pasaron desapercibidas. Sentado junto a Juana, el joven lució un look formal, pero con detalles juveniles: saco azul largo, pantalones de vestir, camisa blanca, corbata estampada azul y blanca, cinturón marrón y zapatillas urbanas. El detalle más comentado fue, sin dudas, el pequeño colgante de Stitch, el entrañable personaje de la película Lilo y Stitch, que llevó en su cinto, fusionando la elegancia con su costado lúdico y personal. El joven se robó todas las miradas en su paso por la alfombra roja (Jaime Olivos) La presencia de Silvestre se viralizó de inmediato en las redes sociales. Memes, elogios y mensajes conquistaron los timelines apenas minutos después de que su imagen se multiplicara en pantalla. “Enamorada del hijo de Juana”; “Necesito que averigüen el Instagram ya”; “Qué facha tiene Silvestre”; “Silvestre es la mezcla perfecta de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela”; “Es un calco de su papá”; “Ese chico nos dejó a todos enamorados”, fueron apenas algunas de las frases que se destacaron en X y otras plataformas, confirmando que el adolescente se volvió la revelación inesperada de la gala. Más allá del fenómeno mediático y el revuelo digital, la historia de Silvestre está marcada por el perfil bajo y la profundidad afectiva de su entorno. El joven creció alejado de los flashes y las cámaras, aunque ocasionalmente acompaña a su madre en eventos importantes. Su familia incluye, además, a Alí, de 13 años, quien es también hijo de Juana y Gonzalo; a Ámbar, su hermana mayor por parte de la conductora y Juan de Benedictis; y a Anka, su hermana menor por parte de Gonzalo y la actriz chilena María Gracia Omegna. Asimismo, la familia sigue recordando a Ringo, el hermano fallecido poco antes de nacer en 2011. Las cámaras volvieron a posarse en Silvestre cuando estuvo sentado en la mesa familiar (PRENSA TELEFE) La vida de Silvestre también implica desafíos personales. En agosto pasado, Valenzuela se refirió a la salud de su hijo mayor y contó cómo lo acompaña en su día a día tras el diagnóstico de epilepsia a los 12 años. Invitado al podcast Código Púrpura de la Liga Chilena Contra la Epilepsia, el actor relató: “Él se hace cargo de tomar su medicamento todos los días, en la mañana y en la noche, y es súper responsable, sabe que debe hacerlo constantemente”. El actor recordó que al principio, su rol era principalmente de recordatorio constante, pero con el tiempo, la responsabilidad del tratamiento pasó a manos del propio adolescente, que asumió el desafío con madurez. La noche del Martín Fierro fue mucho más que una alfombra roja y una gala de premios: fue el marco perfecto para ver a una nueva generación del clan Legrand-Viale-Valenzuela asomando al mundo público con carisma y serenidad. Mientras Mirtha recibía su homenaje entre aplausos, Silvestre se llevó, sin buscarlo, el reconocimiento de las cámaras, las redes y la platea televisiva. Un debut inesperado que sumó ternura, frescura y otra página a la dinastía más emblemática de la televisión argentina.
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