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» Corrienteshoy
Fecha: 28/09/2025 17:29
BAJO AGUA! “Quizás el Señor quiere que lavemos el corazón" dijo Canecin en la Peregrinación a Itatí Ni la lluvia pudo frenar la fe de los jóvenes del NEA en la Peregrinación a Itatí La 46ª Peregrinación Juvenil del NEA hacia la Basílica de Itatí volvió a demostrar que la fe se impone a cualquier obstáculo. Ni la intensa lluvia, que acompañó gran parte del trayecto, logró detener a los miles de jóvenes, familias y comunidades enteras que caminaron unidos por la devoción a la Virgen Morena. Monseñor Adolfo Canecín, acompañó y compartió con jóvenes en la caminata rezando , pidiéndole a Dios y a la virgen madre que los acompañe. “Seamos todos peregrinos de la esperanza” expresó Canecin. La lluvia, lejos de ser un impedimento, fue asumida como un signo de purificación y bendición. Con paraguas, capas plásticas, banderas y estandartes que identificaban a cada grupo, los peregrinos avanzaron por la ruta entonando cánticos y oraciones. La emoción se reflejaba en cada paso, en las sonrisas compartidas y en la fuerza colectiva que los impulsaba a seguir pese al cansancio. Las imágenes de la marcha muestran la diversidad de la convocatoria: jóvenes y familias enteras que eligieron caminar juntas como signo de agradecimiento o de pedido. También se observaron cruces, estampas y carteles con intenciones particulares, que fueron elevados durante todo el trayecto. La lluvia, lejos de ser un impedimento, fue asumida como un signo de purificación y bendición. “Es agua que nos refresca, que nos limpia y que también es vida”, destacaron. ¡Es bendición", dijo el arzobispo de Corrientes. Al caer la tarde, la ruta hacia Itatí se convirtió en una gran procesión multicolor de paraguas y capas, iluminada por la fe de quienes, año tras año, se reúnen para honrar a la patrona del NEA. MONSEÑOR CANECIN Monseñor Adolfo Ramón Canecín, obispo de la diócesis de Goya, en medio de la lluvia que acompañó la salida de miles de jóvenes, destacó que el clima no debe ser un obstáculo, sino un signo: “Quizás el Señor quiere que lavemos también el corazón. La humanidad necesita un baño de misericordia para caminar en conversión y fraternidad”. El obispo de Goya, recordó con emoción que fue uno de los pioneros de esta peregrinación en 1979, y aseguró que aunque el paso de los años cambie la forma de caminar, lo importante es mantener siempre vivo el espíritu peregrino. A quienes no pudieron estar presentes, ya sea por enfermedad, trabajo o dificultades, les dejó un mensaje especial: “Hay mil modos de peregrinar. Dios valora el deseo. Los llevamos a todos en el corazón y en las manos de María”. Finalmente, Monseñor Canecín impartió su bendición y animó a los fieles a vivir este camino con alegría, prudencia y esperanza: “Peregrinemos como María: ligera de equipaje, pronta para servir y firme en la fe. Seamos todos peregrinos de la esperanza”.
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