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» Diariopinion
Fecha: 23/09/2025 23:44
Un acto de rebeldía frente al poder Los originarios se manifestaron fuera del predio, rodeando la camioneta oficial en la que Insfrán debía retirarse. Desde la tribuna, el gobernador intentó disciplinar a los referentes originarios y lanzó frases desafiantes. A uno de los líderes Tobas, hijo de un cacique enfermo, le advirtió: "Sos muy pendejo todavía para hacerte el rebelde, yo le conozco a tu papá". Y, en tono admonitorio, agregó: "Por capricho y de prepo no se consigue nada". La respuesta de la comunidad Desde afuera, la contestación fue inmediata: "Si mentir y usar a la gente es ser libertario: vos sos libertario", le gritaron mientras advertían que "el cambio está por venir". La comunidad reclamó perforaciones y agua potable que no llegan tras más de 40 años de gestión provincial, exigiendo respeto y políticas reales. Salida bajo custodia policial Al finalizar el acto, Insfrán se retiró del lugar con fuerte custodia policial. No saludó ni escuchó a los manifestantes, lo que incrementó aún más el enojo de los originarios, quienes lo acusaron de "darles la espalda" y de "usarlos en épocas de elecciones". Rodeando su camioneta, le recriminaron su desinterés y aseguraron que esta vez "esto va a cambiar en serio, esta vez". Wichís se suman al reclamo Tras la partida del gobernador, dirigentes wichí se solidarizaron con sus hermanos tobas y, en una improvisada asamblea, advirtieron: "El gobernador nos da la espalda, le importa un pito nuestros reclamos. Si no hay respuesta, no hay votos. Votamos Cambiemos". La escena dejó al descubierto la creciente tensión social y política en el oeste formoseño. Un episodio que expone el hartazgo El episodio en Pozo de Maza reflejó el hartazgo y la fractura de confianza entre las comunidades originarias y el gobierno provincial. A casi cuatro décadas de gestión, los reclamos por agua, infraestructura y respeto siguen vigentes y la paciencia parece haberse agotado.
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