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  • Miriam Quiroga, los bolsos con plata y los “otros cuadernos” de Néstor Kirchner

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/09/2025 04:34

    Miriam Quiroga, testigo de la causa Cuadernos Elizabeth Miriam Quiroga, ex empleada de Ceremonial de la Casa Rosada, ex secretaria de Néstor Kirchner según ella misma, ciertamente cercana al ex presidente, siempre fue un personaje incómodo, complejo o complicado, depende de a quién le pregunten. Un nombre caliente de otra época de la Argentina. Fue la estrella inicial del programa Periodismo para Todos en mayo de 2013, con sus revelaciones sobre la llamada “Ruta del dinero K” y viajes a la Patagonia con bolsos secretos de dinero, con un expediente que terminó con Lázaro Báez condenado a diez años de prisión por lavado de dinero y en el que Cristina Fernández de Kirchner todavía deberá ser investigada, de acuerdo a un reciente fallo de la Corte Suprema. Publicó un libro, “Mis años con Néstor y todo lo que vi”, una suerte de memoria personal de la corrupción kirchnerista que todavía puede encontrarse entre las pilas de saldos. Sin embargo, en marzo de 2018, la figura de Miriam como gran delatora del poder sufrió un golpe. La Cámara Federal de Casación desestimó una denuncia realizada por Quiroga, que hablaba de más bolsos de dinero en el despacho presidencial. Los propios testigos que aportó la desmintieron. Declararon que Quiroga nunca había sido secretaria personal de Néstor Kirchner, al menos, no en lo formal; simplemente, se encargaba de organizar su correo. Una inspección judicial en la Casa Rosada demostró que la oficina que ocupaba quedaba a decenas de metros del despacho presidencial. En 2021, la Procuración desistió de llamarla como testigo en el juicio de la causa Vialidad, que terminó con CFK condenada y presa en su departamento de la calle San José. En las próximas semanas, Quiroga podría hacer su regreso a Comodoro Py: es una de 626 testigos propuestos en la lista del juicio de la causa de los cuadernos de las coimas, cuyo juicio comenzará este 6 de noviembre en el Tribunal Oral Federal N°7, con la acusación de la fiscal Fabiana León y el fiscal federal Paul Starc, titular de la UIF y querellante en el proceso. Quiroga en 2018, rodeada por custodios Quiroga, originalmente, declaró en la causa que investigó el fiscal Carlos Stornelli; su testimonio, marcado por una particular sensación de intimidad, integra los pedidos de elevación a juicio del caso. Si ese relato llega finalmente a concretarse en el proceso es algo que el Tribunal N°7 definirá este próximo miércoles, en una audiencia convocada para afinar la lista de testigos y acelerar los tiempos ya que, de cara a una audiencia semanal cada jueves, tal como fue planeado, el proceso podría durar más de tres años, coinciden fuentes alrededor de la causa. En aquella declaración, que comienza en la foja 12511 del expediente, Quiroga habló, como siempre lo hizo. Como tantos otros en la causa, señaló a quien habría sido el hombre cero del dinero de las coimas: el fallecido secretario personal de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz. En esa declaración, Quiroga relató un supuesto diálogo entre ambos en la Casa Rosada que, casi 20 años después de ocurrido, todavía suena inquietante. Daniel Muñoz, secretario de Néstor Kirchner, al pie del avión “Tomá, pesalo” “En una ocasión, Daniel Muñoz salió del despacho del presidente Néstor Kirchner a mediados de su mandato aproximadamente. En horas de la tarde, entró a mi despacho con un bolso, que yo reconocí porque era un bolso que le había regalado una ciudadana al presidente. Era de cuero de color marrón, muy bonito, de categoría. Me dijo ‘toma, pesalo’. Yo le pregunté qué había dentro y me dijo ‘hay muchos verdes’. Yo le respondí en broma ´dame unos para mí´, a lo cual él me respondió: ‘No, estás loca, los tiene todos bien contados’“. Quiroga, sin embargo, no aclaró cuánto pesaba la encomienda. Luego, relató sus viajes al sur con Muñoz y el resto de la elite de la comitiva presidencial en aviones oficiales, vuelos en los que, según ella y otros testigos, se llevaba la plata negra. Uno de los oficiales a bordo de esos viajes, uno de tantos que declaró en la causa Cuadernos, la describió como la “secretaria privada” de Néstor Kirchner. El bolso como unidad de traslado parece ser una figura recurrente en la historia de la corrupción kirchnerista en general y en la historia de los cuadernos en particular, para empacar los pagos de empresarios que viajaban en el Toyota Corolla de Oscar Centeno. En el principal requerimiento de elevación a juicio del caso firmado por el fiscal Stornelli en 2019, el término “bolso” aparece 288 veces. Néstor Kirchner, tal como Centeno, tenía sus propio diario de anotaciones: “Tenía cuadernos espiralados, comunes. Nunca tuve acceso a ellos pero los vi. Un día los quise ver, pero no me lo permitió. Sé que anotaba los que le debían, así me lo refirió Daniel Muñoz. Llevaba allí sus cuentas, no sé en concepto de qué”. Y luego, el 27 de octubre de 2010, Néstor murió. Según Miriam, las cosas cambiaron. Miriam repitió sus rumores de palacio al respecto: “Escuché que Cristina citó en Olivos a los que tenían manejo de negocios, que no puedo precisar, para que les rindieran cuentas. Supongo que se refería a los negocios de Néstor, así se referían en el entorno, pero no puedo precisar más que esto. Teniendo en cuenta el tiempo que transcurrió, no puedo establecer de donde provenían esos comentarios, pero sí eran del entorno laboral”, aseveró. No fue la única en decirlo: tanto Centeno como José López hablaron de cambios en el supuesto sistema de coimas tras la muerte del ex presidente. Ahora, ¿qué valor podría tener el testimonio de Quiroga, con toda esa repetición de chimentos? ¿Qué rol ocupaba realmente en la atmósfera de la Casa Rosada? No hay dudas de que fue una figura de confianza. La pericia a los cuatro teléfonos de Roberto Baratta, divulgada en 2021, reveló una serie de diálogos entre Miriam y el ex número dos de Julio De Vido. Allí, ambos montaron un operativo para contener a Hilda Horovitz, la ex pareja de Oscar Centeno. Roberto Baratta en un traslado tras su arresto (DyN) Los teléfonos peritados por Gendarmería indicaron que, al menos según los diálogos entre Quiroga y Baratta, Horovitz amenazaba con revelar la trama secreta de los bolsos mucho tiempo antes de que se conocieran los cuadernos de su exmarido. El acusado de ser el principal encargado del sistema de recolección de coimas necesitaba “ganar tiempo” para lograr que la mujer no hable. En septiembre de 2016, cuando su relación con Centeno ya se había roto del todo, Horovitz comenzó con sus alarmas por WhatsApp. Entonces, Baratta envió a Quiroga a hablarlo con Hilda en persona. Hilda Horovitz, ex de Oscar Centeno (Adrián Escandar) “Creo que por un par de meses más hay que llevarla y después, sí, hablarle como vos decís. Tomate un café y decile que pronto hablará y bla bla bla”, le instruyó el ex subsecretario. “Recién me llamó la ex de tu chofer, para que me olvide de lo que me pidió y le entregue todo lo que me dio porque solucionó su tema (sic)”, alertó Quiroga en un mensaje del 9 de noviembre de aquel año. Fue en vano: en la primavera de 2017, Horovitz declaró ante el juez Bonadio en la causa Gas Licuado. Allí, precisamente, habló de bolsos. En agosto de este año, la propia fiscal León pidió cuatro años y seis meses de cárcel para Baratta en el juicio por ese expediente. Según declaró Centeno, el afán de Baratta para callar a Horovitz era total. El ex subsecretario le habría comprado un departamento a Horovitz tras la separación, un monoambiente en la zona de Once. Hilda vive allí hasta hoy. En una reciente entrevista con Infobae, la mujer aseguró no saber de dónde vino la plata que pagó la propiedad. Tal como Quiroga, también se encuentra en la lista de testigos del juicio de los cuadernos.

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