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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 20/09/2025 16:56
En medio de la lucha por la salud de su hijo Lautaro, Germán y Leandra encontraron en el Hospital Garrahan contención, humanidad y esperanza. La historia de la familia de Urdinarrain. "En el Garrahan te hacen sentir que cada niño importa" señalaron Germán y Leandra al compartir su conmovedora historia. Relataron el difícil camino que transita su hijo Lautaro, quien lucha contra un tumor que requiere un tratamiento largo y complejo. Todo comenzó con una consulta médica en Gualeguaychú, que luego derivó en una atención más especializada en Paraná, donde una médica les dio un consejo que cambiaría el rumbo de su historia: “Tenés que llevar a Lauti al Garrahan, allí están los mejores del país”, les dijo. Desde entonces, Lautaro es atendido en el Hospital Garrahan, y este martes recibió el alta ambulatoria, un paso importante en su tratamiento, aunque el proceso continúa y todavía será largo.“Él tiene un tumor que crece y todo llevará tiempo”, explicó su mamá con calma y fortaleza. Durante la entrevista, Germán y Leandra, oriundos de Urdinarrain, no solo hablaron sobre la salud de su hijo, sino que también aprovecharon para expresar un profundo agradecimiento. Agradecieron a toda la gente que los acompaña con oraciones, muestras de afecto y apoyo constante. Pero, sobre todo, elogiaron al equipo humano del Hospital Garrahan. Contaron cómo, desde el primer momento, se sintieron contenidos y cuidados: “En el Garrahan hacen sentir que cada niño importa. Todos aprenden el nombre del paciente, saben lo que enfrenta, y eso nos dio a nosotros, como padres, una contención y un amor fundamental”, expresaron. No dejaron a nadie fuera de su reconocimiento: desde el personal de limpieza hasta los residentes y profesionales médicos, todos fueron destacados por su calidez, compromiso y vocación. Fieles a su forma de ser, Germán y Leandra no se quedaron solo en el relato: se sumaron activamente a la lucha por la salud pública y el fortalecimiento de la pediatría en el país. Germán participa en las marchas en apoyo a la Ley de Pediatría, y acompaña al personal del hospital en sus reclamos. Esta semana, el Congreso le puso un freno a los vetos presidenciales a esa ley y refrendó que el Poder Ejecutivo deberá cumplir y garantizar los fondos para el funcionamiento del hospital. También repudiaron los dichos de la senadora cordobesa del PRO, Carmen Álvarez Rivero, quien durante el debate de dicha ley expresó: “Los niños argentinos no tienen derecho a venir al Garrahan a ser curados”. Esa frase, que generó un repudio generalizado, fue rechazada con firmeza por Germán y Leandra, quienes como padres del interior del país conocen el valor de contar con un hospital de referencia nacional como el Garrahan. En medio de este camino incierto y doloroso, la fortaleza de Germán, Leandra y Lautaro se vuelve un ejemplo conmovedor. Como toda enfermedad que irrumpe de golpe, la noticia del diagnóstico fue un sacudón, pero los encontró unidos, de pie, y con una entereza que emociona. Lautaro, con apenas unos años, demuestra una madurez que conmueve: su mamá cuenta que extraña profundamente a su querido Club Luis Luciano, donde jugaba al básquet con alegría, y desde donde recibió carteles, saludos, firmas de jugadores y una ola de cariño que lo acompaña en cada paso. A eso se suma el abrazo constante de todo Urdinarrain, su pueblo, que no deja de mandar mensajes, dibujos, regalos y palabras de aliento. "Cada gesto, cada oración, cada muestra de amor, se transforma en fuerza para seguir adelante. Porque cuando se lucha por un hijo, no hay límites", contaron. Los padres de Lautaro lo están demostrando con el corazón en la mano. La historia de Germán incluso llegó a la televisión nacional, cuando fue destacado por el senador Martín Lousteau (UCR) en el programa GPS de Rolando Graña, emitido por América 24. Lousteau resaltó su empatía y compromiso, destacando que un papá que tiene la cabeza puesta en la salud de su hijo, igual se preocupa por el personal de salud que lo atiende. Una historia de lucha, gratitud y compromiso. Una familia que, en medio del dolor, eligió también levantar la voz por otros. Porque como dicen en el Garrahan: cada niño importa. Fuente: Radio Cristal/UrdiDigital
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