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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/09/2025 18:33
El naranja cósmico del iPhone 17 Pro Max rompe con la sobriedad metálica y despierta pasiones encontradas entre los usuarios (Foto: Opy Morales) Decidí romper con la monotonía de los clásicos tonos neutros y elegí el iPhone 17 Pro Max en el nuevo color naranja cósmico. Desde el primer momento, queda claro que no pasa desapercibido: es casi fosforescente y atrae todas las miradas. Sorprende lo que provoca: desde elogios hasta comentarios irónicos, pero agradezco que Apple salga de la comodidad de los metálicos y se anime a ofrecer algo distinto. Puede que su estilo resulte “de temporada”, como un detalle extravagante que un día será icónico y al siguiente, una rareza, pero hoy disfruto usar un dispositivo con tanta personalidad. En lo técnico, el diseño unibody ofrece una sensación de solidez única. El aumento de peso es evidente si vienes de modelos anteriores, aunque el dispositivo nunca resulta torpe o incómodo. Al contrario, transmite robustez y calidad. Destaca su nuevo procesador, que permite abrir aplicaciones, editar documentos y gestionar archivos multimedia con una agilidad sorprendente. La conectividad wifi y de datos está entre las mejores que probé: rápidas, estables y confiables incluso bajo exigencia. Para quienes vivimos desde el teléfono, esa diferencia es crucial. El nuevo procesador ofrece fluidez total en apps, edición y multitarea, con conectividad de primer nivel (REUTERS/Maxim Shemetov) La pantalla es otro de sus puntos fuertes: el brillo y el recubrimiento antirreflejos mejorado hacen que puedas usarlo al aire libre sin ningún problema. Los colores se ven intensos, el contraste es excelente y la nitidez impresiona tanto a la hora de trabajar como de disfrutar contenido multimedia. El sonido también acompaña; los parlantes son potentes, con una claridad notable para llamadas, música o podcasts. En autonomía, el salto se agradece. El dispositivo cumple de sobra para un día entero de trabajo intenso, grabaciones, videollamadas y edición de imágenes, y aún sobra carga. Superar las treinta horas en uso moderado le da una ventaja real frente a muchos competidores. La cámara vuelve a posicionar al iPhone como referente. El nuevo sensor telefoto logra resultados sorprendentes en cualquier situación: retratos con desenfoque natural, escenas nocturnas detalladas, paisajes realistas y fotos en movimiento siempre nítidas. Los avances en el procesamiento de imágenes son evidentes; es sencillo obtener resultados profesionales y compartirlos al instante, sin depender de retoques ni filtros. La cámara telefoto logra retratos, paisajes y escenas nocturnas con calidad casi profesional y sin esfuerzo (Foto: Opy Morales) Pero el gran cambio —y el más polémico— está en la interfaz Liquid Glass. De entrada, cautiva con su profundidad y reflejos: parece una vitrina brillante y futurista. Sin embargo, la impresión va cambiando con el uso: los iconos pierden definición, los colores se apagan y la identificación rápida de las apps se vuelve menos intuitiva. Echo de menos la sencillez y claridad tradicionales. La personalización actual no permite desactivar el efecto ni volver atrás, apenas ofrece un ajuste leve que atenúa el brillo, y eso limita mucho la experiencia para quienes priorizamos la rapidez visual y la usabilidad. El equilibrio entre innovación estética y funcionalidad práctica aún no se alcanza del todo. La interfaz Liquid Glass divide opiniones: deslumbra al inicio, pero complica la rapidez y claridad en el uso diario (Crédito: Opy Morales) Quienes usamos el teléfono como herramienta principal —para trabajar, crear y comunicarnos— valoramos la potencia, la autonomía y la robustez, pero necesitamos una interfaz ágil y cómoda. Este modelo cumple con creces en lo técnico, innova con el diseño y la cámara, y apuesta por diferenciarse en color, aunque deja tarea pendiente en la personalización visual. El iPhone 17 Pro Max es potente, original y rompedor. Satisface a quienes buscan rendimiento y distinción, y desafía con su nueva interfaz, que seguramente seguirá evolucionando tras el feedback de usuarios. Es un teléfono que abre debates, genera tendencia y reafirma a Apple como referente, aunque —como toda apuesta audaz— será el uso diario el que determine si su nueva estética conquista o divide a largo plazo.
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