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» El Ciudadano
Fecha: 17/09/2025 14:30
Tres hombres y una mujer fueron imputados con prisión preventiva hasta el 7 de enero del año que viene por el secuestro de un joven que trabajó como personal de limpieza en un taller y al que acusaron de haberse robado dos baterías. El hombre fue “levantado” a los golpes en la calle el 8 de agosto pasado y estuvo unas cuatro horas secuestrados en un galpón, del que logró escapar por un descuido de sus captores. El fiscal del caso, Ramiro González Raggio, imputó este lunes a Ángel C., Matías C., Sofía M. y Juan Pablo O. el delito de secuestro coactivo agravado por la participación de tres o más personas, en calidad de coautores. La jueza de la audiencia, Lorena Aronne, tuvo por formalizada la acusación y les dictó prisión preventiva a los cuatro hasta el 7 de enero de 2026. Para el fiscal, el plan que derivó en el secuestro comenzó a pergeñarse el 4 de agosto cuando los cuatro acusados “planificaron y ejecutaron de manera coordinada, junto a cuatro personas aún no identificadas, la sustracción, retención y ocultamiento de T. C.”, la víctima. Eso fue a raíz del faltante de dos baterías de un taller mecánico ubicado en la zona de Matienzo y Dean Funes, en la zona sudoeste de Rosario. El joven había trabajado unas dos semanas como personal de limpieza en el taller. Los dueños pensaban que era quien había sustraído las baterías que faltaban y decidieron secuestrarlo y golpearlo para que las devolviera o les dijese dónde estaban, según la acusación. El 8 de agosto T.C. caminaba por las calles Sanguinetti y Pasaje Zola de Rosario cuando se presenta Matías C. en Fiat Palio de color negro, desciende del automóvil y comienzan a entablar una conversación. Extrae su teléfono celular y le envía mensajes de texto al resto de los involucrados avisando dónde se encontraba con la víctima, de acuerdo a la imputación. Según la investigación del fiscal, al lugar arribó una camioneta Chevrolet S10 de color gris con tres personas “que comenzaron a agredir físicamente a la victima con golpes de puño y un caño de hierro, manifestándole que subiera a la camioneta, amenazándolo”. Finalmente lo subieron a la fuerza, lo llevaron contra su voluntad al taller mecánico propiedad de Juan Pablo O., donde lo ingresaron “por la fuerza a otro vehículo, un Volkswagen Gol de color negro y comenzaron a agredirlo con golpes de puño y patadas, mientras que la llamada Sofía M. los alentaba para que lo sigan golpeando”, señaló la Fiscalía en la acusación. González Raggio sostuvo que luego lo sacaron del vehículo, “le arrojaron baldes con agua fría mientras le pegaban con un caño de hierro en las rodillas y lo amenazaron”. Y señaló que esa golpiza tuvo como propósito “que la víctima les devolviese las baterías sustraídas del taller o les indicase dónde se encontraban o a quién se las había entregado”. La víctima “negaba haberlas sustraído o saber dónde se encontraban”, explicó el fiscal. Cuatro horas después, T.C. logró escaparse “en momentos que se encontraba custodiado por dos personas de sexo masculino y el resto estaba reunido en la vereda frente al taller mecánico, pudiendo correr hacia la vía pública mientras pedía ayuda a los gritos”. El joven pudo llegar hasta el domicilio de su tío, quien le prestó asistencia y lo trasladó hasta la casa de la madre, y de ahí se dirigió a la guardia del Hospital Centenario, a la que ingresó a las 20.18 del 8 de agosto último. Allí le diagnosticaron politraumatismos, constatando dolor en hemitórax izquierdo y hematomas en distintas partes del cuerpo. Una vez repuesto, el joven radicó la denuncia que derivó en la imputación que tuvo lugar este lunes en el Centro de Justicia Penal por secuestro y lesiones, y que por ahora tiene a cuatro personas con prisión preventiva hasta el 7 de enero de 2026.
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