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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/09/2025 12:31
La dependencia de sistemas automatizados y la fragmentación social figuran entre las principales preocupaciones de los especialistas (Imagen ilustrativa Infobae) La inteligencia artificial (IA) se perfila como una fuerza transformadora que, según la mayoría de los expertos consultados por el Imagining the Digital Future Center de Elon University, alterará de manera profunda y multidimensional las capacidades y comportamientos humanos de aquí a 2035. El informe, publicado en abril de 2025 y basado en las opiniones de 301 especialistas de todo el mundo, anticipa un horizonte de cambios “profundos” o incluso “revolucionarios” en la esencia de lo humano, con consecuencias tanto positivas como negativas. Un cambio de magnitud inédita El 61% de los expertos encuestados por el centro de Elon University prevé que la adopción masiva de sistemas de IA provocará transformaciones “profundas y significativas” o “fundamentales y revolucionarias” en las capacidades y comportamientos humanos en la próxima década. Solo un 8% considera que el impacto será poco perceptible o nulo. Este consenso sobre la magnitud del cambio se acompaña de una advertencia: la naturaleza de estas transformaciones será ambivalente, con riesgos y oportunidades entrelazados. La consulta, realizada entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, reunió a especialistas en tecnología, ética, sociología, economía, educación y otras disciplinas de América, Europa, Asia y otras regiones. Casi 200 de ellos aportaron ensayos extensos, lo que permitió un análisis cualitativo y cuantitativo de las expectativas sobre el futuro de la humanidad en la era de la IA. El informe subraya que se trata de una muestra no representativa estadísticamente, pero sí ilustrativa de las tendencias y preocupaciones en los círculos expertos. Capacidades humanas en riesgo Entre los aspectos que más inquietan a los especialistas destacan la posible erosión de habilidades consideradas esenciales para la vida en sociedad y el desarrollo personal. Según los datos recogidos por el Imagining the Digital Future Center, la mayoría anticipa efectos mayoritariamente negativos en áreas como la empatía, la inteligencia social y emocional, el pensamiento crítico, la confianza en las propias capacidades, el bienestar mental, la agencia individual, la identidad y el juicio moral. El estudio subraya la necesidad de regulación, ética y alfabetización digital ante el avance de la inteligencia artificial (Imagen Ilustrativa Infobae) Por ejemplo, el 50% de los expertos prevé un deterioro en la capacidad y disposición para pensar en profundidad sobre conceptos complejos, mientras que solo un 21% espera mejoras en este ámbito. La mitad también anticipa un impacto negativo en la inteligencia social y emocional, y un 48% teme una disminución de la confianza en las habilidades propias. El bienestar mental, la empatía y la aplicación del juicio moral aparecen igualmente amenazados, con porcentajes similares de respuestas pesimistas. Las causas de este deterioro, según los testimonios recogidos, incluyen la dependencia creciente de sistemas automatizados, la fragmentación de la experiencia social, la sobrecarga de estímulos artificiales y la posible atrofia de habilidades por desuso. Nell Watson, presidenta de EURAIO y experta en ética de la IA, advierte: “La integración de la IA en la vida cotidiana transformará profundamente la experiencia humana mediante estímulos artificiales que pueden eclipsar las relaciones auténticas”. Oportunidades para el desarrollo humano No obstante, el informe también identifica ámbitos en los que la IA podría potenciar capacidades humanas. Una pluralidad de expertos considera que la curiosidad, la capacidad de aprendizaje, la toma de decisiones y la creatividad podrían beneficiarse de la colaboración con sistemas inteligentes. El 42% prevé mejoras en la curiosidad y el aprendizaje, y el 40% en la toma de decisiones y la resolución de problemas. En este sentido, algunos especialistas ven en la IA una herramienta para ampliar el acceso al conocimiento, personalizar la educación y liberar tiempo para actividades creativas o de mayor valor social. Dave Edwards, cofundador del Artificiality Institute, sostiene que “la evolución de la tecnología de herramientas computacionales a socios cognitivos marca un cambio significativo en la relación humano-máquina”, abriendo la puerta a nuevas formas de colaboración y creatividad. Un balance incierto y opiniones divididas Solo un 16% de los consultados cree que el impacto de la IA será mayoritariamente positivo para la esencia humana (Imagen Ilustrativa Infobae) La mitad de los expertos consultados por Elon University considera que el impacto global de la IA sobre la esencia de lo humano será “tanto para bien como para mal en igual medida”. Solo un 16% cree que los cambios serán mayoritariamente positivos, mientras que un 23% anticipa un saldo negativo. Apenas un 6% espera que la esencia de lo humano permanezca inalterada en 2035. Esta ambivalencia se refleja en los ensayos recogidos, donde abundan tanto las advertencias sobre riesgos sistémicos como las visiones esperanzadas de una humanidad capaz de adaptarse y florecer. Jerry Michalski, analista de tendencias tecnológicas, resume la inquietud: “Se desdibujarán los límites entre realidad y ficción, inteligencia humana y artificial, creaciones humanas y sintéticas”. Riesgos: dependencia, fragmentación y manipulación Entre los peligros más señalados figuran la dependencia excesiva de la IA, la pérdida de habilidades y virtudes humanas, la fragmentación social, la manipulación informativa, el aumento de la desigualdad y la crisis de identidad y propósito. Charles Ess, profesor emérito de ética, alerta sobre la posibilidad de una “generación de no-habilidades” en cuanto a virtudes esenciales, mientras que Vint Cerf, pionero de Internet, advierte que “la facilidad de uso de la IA puede llevar a una confianza injustificada y a una dependencia excesiva”. El informe recoge preocupaciones sobre la erosión de la confianza en valores y normas compartidas, la proliferación de desinformación y la dificultad para distinguir entre lo real y lo artificial. Tracey Follows, consultora en futuros digitales, señala que “la autenticidad está en vías de extinción; la IA permitirá construir múltiples identidades digitales, pero también fragmentará el sentido de uno mismo”. Oportunidades: creatividad, colaboración y empatía planetaria El informe de Elon University reúne opiniones de 301 especialistas de todo el mundo sobre el futuro de la humanidad en la era de la IA (Imagen Ilustrativa Infobae) Frente a estos riesgos, una parte de los expertos apuesta por una IA orientada a potenciar la creatividad, la colaboración y la empatía a escala global. Se vislumbra la posibilidad de que la tecnología ayude a resolver problemas complejos, a personalizar el aprendizaje y a liberar a las personas de tareas rutinarias, permitiendo un mayor desarrollo de habilidades sociales y creativas. Rabia Yasmeen, consultora en tendencias de futuro, imagina un escenario en el que “la interacción entre humanos y IA ha resultado en una reevaluación continua de los rasgos humanos fundamentales, enfatizando la adaptabilidad, la empatía y el sentido de propósito”. Otros, como David Weinberger, investigador en Harvard, destacan el potencial de la IA para descubrir patrones y verdades antes inaccesibles, ampliando la comprensión humana del mundo. Llamados a la regulación y la alfabetización digital Ante la magnitud y complejidad de los desafíos, el informe de Elon University subraya la necesidad de una regulación efectiva, el desarrollo ético de la IA y la promoción de la alfabetización digital. Numerosos expertos insisten en que el futuro dependerá de las decisiones colectivas sobre el diseño, la gobernanza y el uso de estas tecnologías. Esther Dyson, pionera de Internet, sostiene que “el futuro depende de cómo usemos la IA y de cómo preparemos a la próxima generación para utilizarla”, mientras que Amy Zalman, especialista en prospectiva estratégica, llama a “tener el coraje de establecer valores humanos en el código, en los preceptos éticos, en la política y en la regulación”. El reporte deja abierta la cuestión central: si los avances tecnológicos permitirán a las personas “vivir vidas significativas, marcar la diferencia y ser genuinamente creativas”. Más allá de la capacidad de la IA para resolver problemas o liberar a los humanos de tareas tediosas, el reto será preservar y enriquecer aquello que da sentido a la existencia humana en un mundo cada vez más mediado por máquinas inteligentes. Sobre el estudio: enfoque y limitaciones El estudio fue coordinado por Janna Anderson y Lee Rainie como parte de la 51ª consulta de expertos organizada por el Imagining the Digital Future Center de la Universidad de Elon. Aunque la muestra no es representativa desde un punto de vista estadístico, incluye voces de múltiples disciplinas y regiones del mundo. El informe aclara que las opiniones expresadas son personales y no reflejan necesariamente las posturas oficiales de las instituciones a las que pertenecen los participantes. En la elaboración del informe no se utilizaron modelos de lenguaje ni herramientas de inteligencia artificial. Además, se advierte sobre la naturaleza no científica de la muestra. La consulta combinó preguntas cuantitativas con ensayos abiertos, lo que permitió recoger respuestas más matizadas y diversas..
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