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  • La tormenta que podemos evitar

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 13/09/2025 06:32

    Imagen ilustrativa Una gran tormenta se avecina en Sudamérica. No trae vientos ni lluvias, sino enfermedades no transmisibles (ENT) y problemas de salud mental que amenazan nuestra salud, economía y futuro. Pero hay esperanza: si actuamos ahora, podemos evitar esta crisis. Según la OPS y Harvard, estas condiciones podrían costar a Sudamérica 7,3 billones de dólares entre 2020 y 2050, equivalente al 4% del PIB regional, reflejando muertes prematuras, discapacidad y menor productividad. El costo humano es aún más alto. Las ENT causan más del 80% de las muertes en las Américas, y casi el 40% ocurre antes de los 70 años. Son los casos de padres que pierden la vida por infartos prevenibles, o de jóvenes que enfrentan la depresión sin acceso a ayuda. La hipertensión afecta a más de un tercio de la población, pero solo uno de cada tres casos está controlado. La diabetes alcanza el 13%, mientras que la obesidad —presente en un tercio de los adultos—, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, las dietas poco saludables y la inactividad física alimentan esta epidemia. En paralelo, la tormenta de salud mental exige atención urgente: la depresión es una de las principales causas de discapacidad, y el suicidio es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En comunidades rurales e indígenas, el estigma y la falta de servicios agravan el problema. La buena noticia es que Sudamérica no se queda de brazos cruzados. Los diez países estudiados —Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela— están tomando medidas. Argentina cuenta con una ley de etiquetado frontal de alimentos basada en la mejor evidencia disponible y fortalece la salud mental con el registro obligatorio de intentos de suicidio y la capacitación del primer nivel de atención. Bolivia avanza en legislación sobre ENT, expande la iniciativa HEARTS, que busca mejorar la prevención y el control de enfermedades cardiovasculares, aplica nuevas normas para el cáncer y avanza en el Plan Plurinacional de Salud Mental. Brasil impulsa impuestos a productos nocivos y acelera la eliminación del cáncer de cuello uterino con cobertura de vacunación contra el VPH cercana al 70% en niños y superior al 82% en niñas, junto con un amplio programa de pruebas moleculares desde la atención primaria. Chile ha integrado HEARTS en el 90% de sus centros de atención primaria, lidera en telesalud y aplica políticas fiscales saludables con un enfoque territorial e innovador. Ecuador promulgó una Ley Orgánica de Salud Mental basada en un modelo integral y comunitario, y expandió HEARTS al 81% de sus centros de salud. Colombia refuerza la vacunación contra el VPH, impulsa impuestos saludables y aprobó una nueva ley de salud mental con inversión significativa para crear una red integral de atención. Paraguay lanzó una Política Nacional de Salud Mental con la línea de ayuda “155 Te escucha. Tu salud mental importa”, y está implementando la prueba del VPH en el 80% de sus departamentos. Perú se ha posicionado como referente regional por fortalecer su red comunitaria de salud mental, mientras que Uruguay, líder en control de tabaco, desarrolla una estrategia renovada centrada en jóvenes, promueve planes departamentales de prevención del suicidio y avanza en la prevención del cáncer cervicouterino. Venezuela, por su parte, prohibió los cigarrillos electrónicos, capacita a su personal de salud del primer nivel para mejorar la atención en salud mental y cardiovascular, y promueve el diagnóstico temprano de cáncer infantil. La OPS lidera este esfuerzo regional con las iniciativas Mejor atención para las ENT y HEARTS, fortaleciendo la atención primaria y promoviendo políticas integrales. Desde el 2000, la región ha reducido la mortalidad por enfermedades crónicas en un 16% y el consumo de tabaco en un 22%, pero persisten desafíos: acceso desigual, estigma y la interferencia de industrias que obstaculizan el progreso. Septiembre de 2025 ofrece una oportunidad clave. La Cuarta Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles y la Promoción de la Salud Mental y el Bienestar, en Nueva York, permitirá a Sudamérica —y a toda la región— renovar su compromiso para reducir en un tercio la mortalidad prematura por estas enfermedades para 2030. ¿Y cómo evitamos esta tormenta? Apostando por la cobertura de salud universal, con especial prioridad en las ENT y la salud mental; invirtiendo en prevención, educación, tratamiento y vigilancia; adoptando políticas fiscales audaces; fortaleciendo la atención primaria con detección temprana, vacunación contra el VPH y mejor control de la hipertensión y la diabetes; y combatiendo el estigma, ampliando servicios comunitarios de salud mental. Pero debemos ir más allá. Esta tormenta no es inevitable: es el resultado de decisiones políticas, modelos de desarrollo y brechas existentes. Por eso, los países deben liderar una transformación sistémica. La salud no es un bien residual: es una inversión en equidad, desarrollo y prosperidad. La OPS está lista para seguir apoyando a los países en este proceso como articuladora regional, garante técnico y promotora de estándares comunes. La evidencia es clara, las soluciones están a nuestro alcance y el tiempo apremia. Si actuamos con valentía, esta tormenta no nos alcanzará. Juntos, podemos construir un futuro más saludable para Sudamérica y para todas las Américas.

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