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» Misionesopina
Fecha: 03/09/2025 08:10
Este miércoles, a través del Decreto 627/2025 publicado en el Boletín Oficial y firmado por el Presidente y todo su gabinete, la Casa Rosada reconoció el límite que le impuso el Congreso y restituyó la autarquía al INTA, al INTI, al Instituto Nacional de Vitivinicultura, al Instituto de Semillas y al Instituto de Agricultura Familiar, entre otros. El texto es explícito: “Restitúyese la plena vigencia de las disposiciones normativas que fueron derogadas, sustituidas o modificadas por los Decretos 345/25, 351/25, 461/25 y 462/25”. En otras palabras, todo vuelve a fojas cero. Sturzenegger y la reforma frustrada El Decreto 462/25, impulsado por Federico Sturzenegger, había sido el más polémico: degradaba institucionalmente al INTA y rediseñaba la gobernanza de varios organismos clave. La intención era concentrar poder en el Ministerio de Economía y vaciar a las entidades históricas de su capacidad de decisión. Ahora, ese esquema queda sin efecto. Tampoco tendrán vigencia otros decretos que formaban parte de la misma ofensiva: el 345/25 (fusión y eliminación de institutos), el 351/25 (transformación del Banco Nacional de Datos Genéticos) y el 461/25 (disolución de la Agencia Nacional de Seguridad Vial). Incluso retrocedió la modificación de la Marina Mercante y la regulación sobre la Hidrovía, restituida tras la derogación del Decreto 340/25. El caso emblemático del INTA La principal expectativa estaba puesta en el INTA. Tras el rechazo en el Senado al decreto que lo intervenía, el oficialismo no tuvo más opción que reconocer la derrota. Con la nueva norma, vuelve a funcionar el Consejo Directivo histórico: diez consejeros, tres por el Ejecutivo, dos por universidades y cinco por las entidades agropecuarias y CREA. Esto también supone el regreso de la Dirección Nacional del INTA, que había sido eliminada por el Decreto 571/25, y la restitución de Ariel Pereda como director nacional, desplazado a la fuerza por la intervención libertaria. El fracaso de la “concentración” El paquete de decretos que ahora quedó sin efecto tenía un único objetivo: centralizar todas las decisiones en Economía y reducir la autarquía de organismos técnicos con décadas de trayectoria. El Decreto 585/25, por ejemplo, había rediseñado a medida la estructura del INTA y de los demás descentralizados. Hoy, ese intento se evapora. El nuevo texto es tajante: el restablecimiento se hará “en los términos del texto vigente a la fecha del dictado de esos decretos”. Esto genera incertidumbre sobre cómo quedará finalmente la Dirección Nacional del INTA, que ya había sido reorganizada en abril y mayo bajo la influencia de Juan Pazo, concuñado del secretario de Agricultura Sergio Iraeta. Una motosierra mellada En los hechos, el gobierno se vio obligado a retroceder en todas sus pretensiones reformistas porque así lo ordenó el Congreso, y no hay margen para desobedecer. La motosierra, convertida en símbolo de Milei, se quedó sin filo frente a la institucionalidad y el rechazo político. Lo que queda claro es que el plan libertario de recortar y concentrar poder en pocas manos terminó en el archivo más rápido de lo esperado. La motosierra que prometía arrasar con todo firmó esta semana su fracaso más estruendoso.
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