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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 03/09/2025 08:40
Fatal incendio en el barrio Peniel Uno, en Ushuaia. Cinthia Burgos, integrante de la comisión directiva del barrio, relató la impotencia de quienes intentaron sofocar el fuego inicial ante la falta de una adecuada presión de agua en la canilla comunitaria del sector y criticó el accionar de los bomberos. Cinthia Burgos, integrante de la comisión directiva del barrio Peniel Uno. Una tragedia sacudió a Ushuaia en la noche del 31 de agosto, cuando un incendio arrasó con una vivienda de madera en el barrio Peniel Uno y dejó como saldo la muerte de tres hermanos de 17, 19 y 21 años, además de sus padres internados con graves quemaduras. El siniestro ocurrió alrededor de las 23.35 y rápidamente se tornó incontrolable, mientras una gran cantidad de personas intentaban auxiliar a las víctimas sin lograrlo. La impotencia de los vecinos se expresó en los reclamos posteriores. En diálogo con el periodista Daniel Puebla, Cinthia Burgos, integrante de la comisión barrial, relató entre lágrimas la desesperación ante la situación vivida y apuntó a la Dirección Provincial de Obras Sanitarias por la falta de presión de agua en el sector: “Tengo un nudo en la garganta. Siento culpa muchas veces porque hace tiempo que venimos reclamando. Tenemos una canilla comunitaria desde hace unos cinco o seis años, pero apenas sale un chorrito y se tarda un montón en llenar un bidón de cinco litros”, indicó entre lágrimas la entrevistada, refiriendo que este hecho tornó imposible a los vecinos arrojar agua en baldes. Otros vecinos confirmaron a Diario Prensa Libre que desde hace tiempo solicitan al organismo extender unos metros la línea de caños para abastecer al barrio, pero aún no han tenido respuesta. Burgos también cuestionó durante la entrevista la respuesta inicial de los bomberos del Cuartel Zona Norte, a quienes recriminó haber llegado con una unidad pequeña: “Quiero aclarar que si bien nuestro barrio tiene zonas de difícil acceso, la casa incendiada estaba en el sector de ingreso, justo frente a la canchita del Peniel. Los bomberos no tuvieron que subir por calles empinadas. Cuando llegué había solo una unidad chica. Les pregunté por qué no habían llevado la autobomba grande si ya les habíamos anticipado que se trataba de un incendio declarado y me respondieron: ‘¿Qué querés que haga?. Es lo que hay ahora’. La unidad más grande tardó entre cinco y ocho minutos, y mientras tanto los chicos gritaban adentro. Se los escuchaba. Nosotros tratamos de romper las placas, de sacarlos como fuera, de hacer algo, pero no pudimos”. Lucas Emanuel, de 21 años; Ignacio Tomás, de 19 y Mateo Efrain Cruz, de 17 años. Consultada sobre cómo era la vivienda, Cinthia aportó datos fundamentales que permitieron entender por qué los tres jóvenes no pudieron escapar del fuego: «Era una casa grande, solamente tenía la puerta para entrar y salir y no tenía ventanas. Ellos hace poco habían llegado al barrio y ya habían sufrido un incendio anterior, cuando alquilaban. Sé que estuvieron un tiempo en un albergue y que el Municipio les dio un terreno para hacerse su casita, en donde ellos estaban armándola con mucho amor, con mucho empeño, con mucho sacrificio, porque son gente laburante. Son gente buena”. Consternada, la vecina también dejó una reflexión sobre la necesidad de anticiparse a imprevistos e hizo una convocatoria a tomar medidas de prevención: “Lo que ha ocurrido es una tragedia. Creo que tenemos que ser conscientes todos los ciudadanos, pero particularmente quienes vivimos en zonas altas, de la necesidad de contar con un matafuegos en nuestras casas. Porque estas cosas están sucediendo seguido. No sé si por altas o bajas tensiones de electricidad o por el viento, pero está pasando muy seguido en Ushuaia. Así se pueden evitar muchas cosas”. Finalmente, Cinthia Burgos expresó su dolor más profundo: “Desde el domingo a la noche no puedo dormir. Vuelvo a escuchar a esa mamá pidiendo que saquemos a sus hijos. Escucho a los chicos ahí… Estamos todos conmovidos y como vecinos del barrio Peniel Uno y Faldeo de Andorra decidimos hacer un comunicado en el que expresamos nuestro acompañamiento a la familia Cruz en este difícil momento. Nos toca despedir a Lucas, Tomás y Mateo con inmenso cariño. Ellos transitaron por nuestras vidas dejando en cada uno de quienes los conocimos su sello de bondad, respeto y sobre todo amor. Eran unos chicos excelentes, muy respetuosos, llenos de vida, con un servicio impresionante en la iglesia. A todos los vecinos del barrio nos duele muchísimo esta tragedia. Sentimos impotencia, bronca, dolor”. La comunidad del barrio Peniel, atravesada por la desolación, se encuentra unida en el acompañamiento a los padres de los jóvenes fallecidos, Carlos Cruz, de 45 años de edad y su esposa, Fabiola Vanesa Sejas, de 43, oriundos de la ciudad de Palpalá, provincia de Jujuy, y en el reclamo por respuestas concretas para evitar que hechos tan dolorosos vuelvan a repetirse.
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