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Parana » El Once Digital
Fecha: 27/08/2025 05:30
Pareja hallada muerta en un auto. Esteban Alejandro Suárez (45) intentó encubrir el femicidio de Florencia Revah (31) prendiendo fuego su auto en un camino rural de San Antonio de Areco. Ahora la Justicia investiga qué sucedió en las horas previas a las muertes y cuál fue el recorrido de la pareja hasta llegar al lugar donde se encontraron los cuerpos. Mientras tanto, una denuncia previa revela una coincidencia alarmante: Suárez había estado preso, al menos, en dos oportunidades. Una de esas condenas fue a 10 años de prisión por el crimen del relacionista público Claudio “La Clotta” Lanzetta, un resonante caso policial que lo mantuvo tras las rejas durante casi una década. Sin embargo, la violencia no terminó allí. Tras recuperar la libertad, fue nuevamente detenido y condenado a un año de cárcel por violencia de género. La mujer que lo denunció en esa ocasión declaró que Suárez la había citado en una estación de servicios, donde la amenazó con matarla adentro del auto. El último encuentro en Nordelta Este sábado, Florencia Revah dejó su vehículo en una estación de servicios de Nordelta. Los investigadores creen que allí se encontró con Suárez y que se subió al Chevrolet Onix blanco en el que horas más tarde sería hallada asesinada. "Según los primeros reportes de la autopsia, los elementos encontrados en el vehículo y testimonios relevados se podría inferir que la pareja viajaba en el automóvil de Suárez y que -por causas que aún se investigan- se habría producido una pelea dentro del auto, donde él le efectuó al menos cuatro disparos a la joven, terminando con su vida en la parte posterior del automóvil", indicaron fuentes oficiales. Tras el ataque, Suárez intentó ocultar el crimen. Un vecino encontró el auto cerrado, con un trapo en el tanque de nafta como si alguien hubiera querido incendiarlo. Sin embargo, el femicida no escapó: se suicidó en el asiento del conductor, de un disparo en la sien. La pareja hallada muerta. Archivo Escena del crimen en “Yegua Muerta” El auto fue encontrado a la vera de un camino vecinal conocido como “Yegua Muerta”, a unos 500 metros de la Ruta 8 en San Antonio de Areco. En la ventanilla trasera se observaba un disparo que rompió el vidrio. Dentro del vehículo, Florencia estaba muerta, escondida en el piso del asiento trasero, envuelta en plástico y tapada con camperas. En la guantera había tickets de peaje que Suárez pagó para llegar hasta allí, un dato clave para reconstruir el recorrido. Los investigadores esperan los resultados de las pericias de los celulares para determinar el posicionamiento de las antenas y establecer con precisión dónde fue asesinada la joven. La investigación está a cargo de Luis Carcagno, fiscal de la UFI N° 6 del Departamento Judicial Mercedes, con la intervención de Policía Científica y la DDI local. Este lunes se allanó la casa de Suárez en Nordelta, pero no se encontraron indicios de que allí hubiera ocurrido el femicidio. Según fuentes de la investigación, la pareja estaba separada, aunque “iban y venían”. Florencia trabajaba en una concesionaria, aunque en los últimos meses se había dedicado a la venta de ventiladores. En abril pasado, ya había denunciado a Suárez por hostigamiento. Celos, denuncias y un pasado marcado por la violencia No era la primera vez que el hombre repetía este patrón. Luciana, otra de sus exparejas, lo denunció tras una relación de 60 días marcada por los celos y la violencia. La mujer, que cuando decidió denunciarlo tenía 22 años (él 40), terminó la relación con uno de los asesinos “La Clotta” Lanzetta. Pero, ante la insistencia de sus llamados, accedió a encontrarse con él: le decía estar "mal por la salud de su abuela" y por el fin del vínculo entre ambos. El 27 de diciembre de 2019 salió de su trabajo en un shopping alrededor de las 22. Él la esperó, pero ella se fue e intentó ignorarlo. Finalmente, Luciana accedió y se encontraron en una estación de servicios de Henry Ford, en Benavídez. La joven llegó a advertir del encuentro a sus familiares que, como sabían de la violencia que los atravesaba, la llamaron sin parar. Durante la charla, la joven le confió que había vuelto con su ex novio y fue entonces -de acuerdo a la sentencia- que Suárez la tomó del cuello, intentando ahorcarla, y la amenazó con cortarle la cara y matarla. En medio del forcejeo, mientras recibía llamados de su madre y su hermana, el agresor no la dejaba atender, hasta que finalmente ella pudo contestar y avisar dónde estaba. Cuando escuchó que pedía ayuda a su familia para que fueran a buscarla, el hombre intentó arrancar y acelerar, pero ella logró sacarle la llave. Fue en ese momento en el que empezó un forcejeo, ella intentó bajarse, al tiempo que él la metía adentro del auto y la amenazaba: "Te voy a lastimar, te voy a matar, te voy a cortar la cara para que no te olvides de mí, te voy a matar". En esas circunstancias, Sofía, la hermana de Luciana, llegó y empezó a patear la puerta del auto para que la dejara salir. Un camión de basura les obstruía la salida. Y creen que él no tenía ningún cuchillo. Condenado La joven realizó la denuncia policial en la comisaría de Benavidez y, por ser reincidente, Suárez fue condenado a un año y seis meses de prisión por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso real con amenazas simples. Tras esa nueva condena, Suárez estuvo alojado en los penales de Campana y San Martín y recuperó la libertad en 2020. (Con información de Clarín) Más noticias
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