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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/08/2025 16:58
Los cambios impuestos por Trump podrían complicar el mercado interno de carne vacuna en Estados Unidos, que ya venía con precios recalentados (Reuters) El mercado global de carne vacuna puede asimilarse a un gran rompecabezas, que el presidente de un país de América del Norte decidió arrojar por el aire. De una punta a la otra del planeta, empresarios de la industria frigorífica y productores pecuarios están esperando ver cómo caen las piezas y de qué forma se reordena el esquema, dado que los componentes de este puzzle tienen una particularidad única: no van a quedar exactamente donde estaban antes de ser dispersados, ni mucho menos. Necesariamente hay que empezar revisando los últimos datos para Estados Unidos, a la sazón el gran factor disruptivo. El rodeo vacuno de este país está en su nivel más bajo en 75 años, mientras que la retención de vaquillonas sigue siendo limitada, lo que indica que la reconstrucción del stock aún no está en marcha de forma significativa, según informó Beef Central. ¿Cómo se llegó a esto? Varios años de sequía y baja rentabilidad han obligado a los productores de carne vacuna a reducir sus rodeos. A eso se sumaron los altos precios de los insumos, que elevaron los costos de producción. Las modestas ganancias del sector antes de que explotaran las cotizaciones de la hacienda, ofrecieron pocos incentivos para crecer en vacas. Estados Unidos tiene el rodeo más pequeño de los últimos 75 años. La recomposición será lenta (Reuters) Algunos analistas señalan que el proceso de reconstrucción del rodeo podría estar comenzando lentamente, pero que los altos precios del ganado siguen incentivando la liquidación más que la retención. Como fuere, las opiniones más optimistas prevén que para comienzos de 2026 el stock de vacas no registre cambios, lo que indicaría que estamos viendo los mínimos en la materia. Para el especialista uruguayo Rafael Tardáguila, el manejo de las vaquillonas en el país del norte va tirando hacia adelante el cambio de fase del ciclo ganadero. “Todavía no están en recomposición, que es cuando supuestamente los precios son más altos debido a la menor oferta de vientres a faena”, advierte. Por lo tanto, lo esperable en Estados Unidos es una producción baja este año, el próximo y, probablemente, también en 2027. Esto hará que sus necesidades de importación se mantengan elevadas durante bastante tiempo más. Fuentes locales esperan que la producción de carne vacuna estadounidense caiga un 1,8%, a 11.5 millones de toneladas el próximo año, el nivel más bajo desde 2016. Si se diera un proceso de retención, esto reduciría aún más la oferta a corto/mediano plazo y potenciaría los precios. Las medidas del presidente de Estados Unidos han modificado el escenario que predominaba hasta el primer semestre en el mercado global de carne vacuna (Reuters) Mientras tanto, la disponibilidad acotada de animales para faena y la fuerte demanda están llevando a todas las categorías de hacienda a niveles récord de precios, incluyendo las vacas de descarte. El consumo de carne picada se muestra sólido y es el producto más estrechamente asociado con los recortes magros, precisamente provenientes de vacas de descarte. El poderoso JBS prevé una mejora en el ciclo ganadero estadounidense recién a partir de fines de 2027. Las empacadoras brasileñas, líderes del negocio de la carne en Estados Unidos, se enfrentan a una capacidad de faena que supera la oferta disponible y actualmente operan en números rojos, en medio de una gran competencia por preservar su cuota de mercado. Por otro lado, el cierre de la frontera con México a las importaciones de animales de engorde por tiempo indeterminado, restringirá aún más la cantidad de hacienda disponible para su colocación. JBS y Marfrig están presionando al Congreso y al gobierno estadounidense para que incluyan a la carne brasileña en la lista de productos exentos del arancel del 50%. Las brasileñas JBS y Marfrig empiezan a presionar al gobierno de Trump para que excluya de las tarifas de castigo a la carne vacuna de su país (AP) Aproximadamente el 65% de la carne que se consume en EE. UU. involucra a las populares hamburguesas, cuya producción combina carne local, más grasa, con carne brasileña, más magra. Esta complementariedad convierte a la carne del socio del Mercosur en un producto estratégico. Por cierto, Estados Unidos triplicó sus importaciones de carne vacuna brasileña entre 2021 y 2025. En ellas predominan los llamados beef trimmings, remanentes de cortes magros que se utilizan en la producción de carne picada. El punto es que las perspectivas de recesión se han reducido en el país del norte. El aumento de los precios no está afectando el consumo de carne vacuna en la magnitud que se esperaba. El precio promedio de la carne picada al por menor superó los 13 dólares por kilo en junio de 2025 por primera vez en la historia, y podría seguir subiendo en 2026. Debe tenerse en cuenta que los aranceles limitan la capacidad de los importadores para mitigar el impacto de un escenario que castiga a los consumidores, señala un informe publicado por Bloomberg. “La situación actual es la combinación perfecta de una oferta apretada y una fuerte demanda, que se han encontrado para producir precios récord”, resume un analista. Las tarifas de castigo limitarán las importaciones, hacia Estados Unidos y la producción local no podrá compensar la merma en la oferta de carne vacuna (AP) Los cambios recientes en los aranceles tendrán un impacto en los recortes magros, escenario que deberá ser compensado por otras fuentes de importación distintas de Brasil o bien recortes magros nacionales (es decir, vacas y toros). Por eso el USDA revisó sus perspectivas para las importaciones de carne vacuna en 2026 a 2.24 millones de toneladas, un 6,1 % menos interanual. A partir del desmadre ocasionado por Trump, los principales proveedores de carne vacuna sufrirán las consecuencias. La referencia es a Australia (paga 10%, de arancel), Canadá (35%), Brasil (76,4%), México (25%) y Nueva Zelanda (15%). Algunos analistas creen que se llegará a un acuerdo con Brasil antes del comienzo del próximo año. Las expectativas de Steiner Consulting proyectan que el socio del Mercosur irá de 174 mil toneladas exportadas a Estados Unidos en el primer semestre del año a solo 36 mil toneladas bajo el nuevo régimen, es decir, un descenso de 70%. Las casi 140 mil toneladas restantes son las que Brasil deberá colocar en otros destinos. En el segundo semestre del año Uruguay sería el principal país del Mercosur proveedor de Estados Unidos con unas 59 mil toneladas, delante de Brasil (36 mil toneladas) y Argentina (20 mil toneladas). Un especialista estadounidense destaca la compleja situación actual del negocio de la hacienda en su país, que obliga a los ganaderos locales a enfrentarse a una decisión estratégica bastante difícil de resolver: venderlo todo o mantenerse en el negocio sin conocer con certeza de qué manera podrán reponer sus rodeos a partir de ahora. Como es bien sabido, los precios de las vacas de cría y de reemplazo se han disparado en Estados Unidos. Carne picada, base de las hamburguesas que dominan el consumo en Estados Unidos. Brasil era el proveedor de uno de los tipos de carne que se utilizan para elaborarla (Reuters) “Mentiría si dijera que nunca he considerado vender todo lo que tenemos ahora que los precios del ganado están por las nubes, pero realmente no lo haría. Sin embargo, entiendo por qué tanta gente está abandonando la actividad. Muchos productores veteranos ven este momento ideal para cerrar y hacerse de buen dinero“, indicó un ganadero estadounidense a un medio de su país. ¿Y China? “La recuperación del consumo de carne en el gigante asiático probablemente será lenta durante la segunda mitad de 2025, los desequilibrios entre oferta y demanda seguirán sin resolverse y el entorno para las importaciones será cada vez más complejo”, según revela World Beef. Una gran fuente de incertidumbre pasa por el resultado de la investigación de salvaguarda sobre la carne vacuna importada, los procedimientos antidumping en curso de la Unión Europea y las fluctuaciones del tipo de cambio que afectan los costos de importación. Por lo demás, la producción de carne china alcanzó niveles récord en el primer semestre del año, bordeando los 3.42 millones de toneladas. Las condiciones de este mercado muestran a los importadores operando con cautela y presionando los precios de compra a la baja, con el argumento de una mayor oferta brasileña, y los exportadores esforzándose para mantener estables sus precios de venta y no aceptar nuevos recortes. En parte, el mercado chino empieza a sentir la presión de la mayor oferta brasileña. Pero a la vez es la excusa ideal para pagar menos (EFE) Por lo pronto, en julio Beijing batió un récord de compras de carne vacuna brasileña; las 158.420 toneladas despachadas superaron la marca de octubre de 2024, según Agrifatto. Durante la primera mitad de este año, China importó 1.3 millones de toneladas de carne bovina, un 9 por ciento menos que entre enero y junio de 2024. Brasil dominó la lista de proveedores de proteína roja en este periodo, alcanzando una participación del 47% del total de las importaciones chinas. Otro punto destacado es la mayor presencia de Australia en las compras de este gran cleinte y la menor participación de la carne vacuna argentina en el mercado del país asiático, señala Agrifatto. Estados Unidos sigue esperando que China renueve los certificados de casi 400 instalaciones vinculadas con la carne vacuna, lo que continúa afectando las exportaciones originadas en el país de las barras y las estrellas. China no ha comprado carne bovina estadounidense desde marzo de este año. Mientras tanto, Brasil sigue analizando alternativas. El Banco do Brasil cree que las empresas frigoríficas que cotizan en la Bolsa de Valores pueden redirigir parte de sus exportaciones desde Estados Unidos a otros países, ya que el costo de la hacienda del socio del Mercosur se mantiene competitivo en comparación con los principales productores mundiales. Brasil confía en poder colocar en otros destinos la carne vacuna que dejará de exportar hacia Estados Unidos (Reuters) Las exportaciones brasileñas de carne bovina mantuvieron un ritmo sólido en lo que va de agosto, a pesar del arancel extra del 50% impuesto por Estados Unidos. En el octavo mes de 2024, se exportaron 217.400 toneladas en 22 días hábiles. Si se mantiene el promedio diario actual, el volumen total de este mes podría alcanzar las 320.000 toneladas, superando las 276.800 toneladas registradas en julio de 2025. Para Brasil, las perspectivas son positivas a pesar de todo. La investigación de salvaguarda que lleva adelante Beijing podría resultar en una reducción de aranceles o cuotas más amplias, lo que fortalecería la competitividad del producto nacional y aumentaría las posibilidades de incrementar las exportaciones en el segundo semestre. Todo está por verse. En el último año Estados Unidos pasó a ser el motor del mercado internacional de la carne vacuna, desplazando a China que, aunque compra más volumen, paga precios inferiores. Más allá de Trump, si a los mercados se los deja evolucionar de una forma lógica, la manija la seguirá teniendo la nación norteamericana por bastante tiempo más.
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