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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/08/2025 18:47
Los panes estaban camuflados en el camión (Fotos: Gendarmería) La voz fue su condena. Una pericia ventilada en el juicio dejó en evidencia que ese señor al que le decían “Frío”, en el marco de una causa por el hallazgo de 136 kilos de cocaína ocultos en un vehículo en Salta, era quien daba las órdenes al camionero que llevaba el cargamento. La fiscalía logró demostrar que el comerciante acusado dejaba el teléfono en su domicilio y que viajaba para utilizar los dispositivos de terceros. Por ello, según el portal Fiscales.gob.ar, el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó al comerciante de la localidad de Salvador Mazza, o sea, a “Frío”, a 9 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en grado de coautor. Se trata de Lucas Manuel Bonilla y, según la sentencia, que fue dictada el pasado 28 de julio pasado, se confirmó que era quien, bajo el alias de “Frío”, impartía órdenes telefónicas a otros implicados en un cargamento de 136 kilos de cocaína mezclada con azúcar, desbaratado en mayo de 2024. El tribunal estuvo integrado por los jueces Gabriela Catalano, Marcelo Juárez Almaraz y Marta Snopek, quienes dieron por acreditada la identidad de Bonilla a través de un peritaje de voz que arrojó más de un 80 por ciento de coincidencia. Así los gendarmes descubrieron el cargamento de droga “El peritaje de voz fue determinante como elemento probatorio eficaz para tener por acreditada la verdadera identidad de ‘Frío’ que es Lucas Manuel Bonilla”, sostuvieron en la sentencia. El caso se inició el 12 de mayo de 2024, cuando una patrulla de la Gendarmería Nacional acudió a la Ruta 34, entre Embarcación y Pichanal, luego de que un automovilista denunciara que un camión realizaba maniobras peligrosas. En el paraje La Quena, los efectivos interceptaron al chofer Walter Passarino, quien conducía un vehículo vacío y aseguró estar esperando una carga para luego dirigirse a Salvador Mazza. Al revisar la documentación, los gendarmes advirtieron que faltaba la cédula verde y detectaron un fuerte olor a pintura en la baranda del chasis, junto a la cabina. También observaron un chapón que no coincidía con la estructura original. Al removerlo, hallaron 422 paquetes, que en un primer momento fueron identificados como cocaína, con un peso total de 431 kilos. Más tarde, los análisis confirmaron que solo 136 kilos correspondían a esa sustancia, con una pureza de entre el 3 y el 46 por ciento, mientras que el resto era azúcar. Tras el hallazgo, Passarino fue detenido e imputado. La investigación, dirigida inicialmente por el fiscal Marcos Romero, permitió vincular al transportista con Bonilla y con otros dos acusados: Alán Sánchez, primo del comerciante, y Dante Villa. La totalidad de los panes incautados La fiscal Lucía Orsetti, de la sede descentralizada de Tartagal, avanzó con las imputaciones y demostró en el juicio oral que Bonilla ejercía el rol de coordinador, utilizando teléfonos de terceros para dar órdenes y evitar ser localizado. En el marco del proceso, Passarino, Sánchez y Villa aceptaron su responsabilidad a través de juicios abreviados. El 28 de febrero, Passarino y Sánchez recibieron condenas de 4 años y 3 años y 8 meses de prisión, respectivamente. El 25 de marzo, Villa fue condenado a 4 años de cárcel. El juicio a “Frío” Bonilla, en cambio, decidió enfrentar el debate oral. La fiscalía sostuvo que él contrató a Passarino como transportista y lo instruyó en la logística de la operación. Según se probó, Bonilla y Sánchez se desplazaban en una camioneta Toyota que fue vista en el puesto de control “Senda Hachada” de Gendarmería y luego en Embarcación, cerca del lugar donde partió el camión con la droga. Las pruebas incorporadas incluyeron testimonios de gendarmes que observaron a Bonilla circular junto a Sánchez y Villa en distintos momentos, lo que reforzó la hipótesis de su rol como jefe organizador. Además, en el teléfono del camionero Passarino, el contacto “Frío” resultó ser Bonilla, a partir del cotejo de voz y del análisis de las comunicaciones. La defensa intentó desligarlo, argumentando que no existía vínculo directo con el chofer y que la relación con Sánchez respondía solo a lazos familiares. También buscó relativizar el impacto del delito señalando la baja calidad de la droga secuestrada. Sin embargo, la fiscalía advirtió que de esa cocaína podrían haberse fraccionado 24.758,415 dosis, lo que constituye un volumen significativo. El tribunal valoró como pruebas claves el peritaje de voz, las imágenes de cámaras del 911, los registros de antenas y la estrategia de Bonilla de dejar su celular personal en su domicilio para usar líneas de terceros. En el allanamiento a su vivienda se incautaron además más de 19 millones de pesos, una camioneta Toyota, dos motocicletas de alta cilindrada y un teléfono celular de su hija con varios números agendados como “papá”. “Tenemos la pericia de voz que confirmó claramente que ‘Frío’ es Lucas Bonilla, a lo que agregamos las imágenes de Bonilla en las cámaras del 911 y los impactos de antena que muestran indubitablemente que ‘Frío’ no es Villa ni Sánchez, sino Bonilla”, remarcaron los jueces en su fallo. Los bienes secuestrados, junto con el camión y un Fiat Tipo en poder de Villa, fueron decomisados en favor del Estado Nacional.
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