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» Diario Cordoba
Fecha: 16/08/2025 03:15
También podemos luchar contra el calor ‘desde dentro’ y de forma saludable. Esa es la filosofía del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (Codinan), que casi proféticamente subió a su página web justo al inicio de la larga ola de calor que padecemos unos consejos para la alimentación en verano con una lista de sugerencias de pequeños platos para picar entre horas e incluso como sustitutos ligeros de almuerzos y cenas. Eso sí, antes de nada los especialistas recuerdan cómo el calor afecta a nuestro apetito (que disminuye), cambia nuestras preferencias alimentarias y comportan un riesgo de deshidratación y de pérdida de nutrientes, sales y oligoelementos. Y es que diversos estudios coinciden en que, por norma general, el apetito disminuye los días de alta temperatura, ya que digerir la comida genera calor interno y el cuerpo busca huir de esta sobrecarga. Por otro lado, también el sistema hormonal se ve afectado por el calor. Hay menos secreción de grelina (la hormona del hambre) y aumenta la serotonina, que genera la sensación de saciedad. Más aún, con el calor la circulación sanguínea se redirige hacia la piel para enfriar el cuerpo, lo que deja al sistema digestivo con menos flujo de sangre para sus funciones y reduciendo también las ganas de comer. Y una advertencia: es muy frecuente confundir sed con hambre. De hecho, «la deshidratación leve provoca estímulos similares al hambre: fatiga, irritabilidad o sensación de vacío estomacal». Por eso, reforzar la hidratación con agua o ‘picar’ alimentos con alto contenido hídrico además de beneficiarnos inmediatamente evitarán pesados atracones posteriores. Refrescantes ejemplos prácticos Junto a estas explicaciones, y predicando con el ejemplo, el Codinan ofrece unas soluciones muy veraniegas más allá de las recomendaciones generales, en forma de ‘snaks’ (que la Real Academia Española define como «refrigerio», «aperitivo», «bocado» o «piscolabis») y que sirve tanto para picar como para una cena o almuerzo ligero, todo ello para responder a esa demanda natural de comidas que no sobrecarguen al organismo con altas temperaturas. Las claves son «nutrir sin fatigar», «refrescar sin remordimientos» al tener pocas calorías, ser hidrante con más de un 80% de contenido de agua, «aportar fibra o proteína para prolongar la saciedad» y ser fáciles de preparar y transportar. Pero sobre todo, como recurso para nutrir el cuerpo de forma equilibrada evitando los ultraprocesados, refrescos azucarados o alimentos pesados. Brochetas de fruta La sandía, el melón, las cerezas o los melocotones aportan agua, fibra y oligoelementos (como el potasio) y vitaminas (particularmente la C) «perfectos para calmar la sed y el hambre». Yogur griego natural con granola o frutos rojos Este bocado combina proteínas, probióticos y fibra y es saciante y refrescante. Buena opción entre comidas. Crudités de verduras con hummus La propuesta es cortar pepino, zanahoria o pimiento en bastones para ir picando en un pequeño recipiente de esta crema a base de garbanzos triturado, ajo, zumo de limón y especiada al gusto con sal, comino y pimentón dulce. Aporta «fibra, grasas saludables y proteínas ligeras», recuerda el Colegio de Dietistas-Nutricionistas. Gazpacho y otras sopas frías de verdura y fruta Nada mejor que algo tan tradicional como el gazpacho para luchar desde la alimentación contra el calor: hidratante, repleto de micronutrientes y que evita sentir pesadez. Pero hay decenas de posibilidades, desde la vichyssoise francesa de puerro y patata a decenas de sopas frías de calabacín, pepino, zanahoria (sola o con diferentes frutas), melón, remolacha, calabaza, mango... ‘Chips’ vegetales al horno o palitos con guacamole Son otras de las opciones refrescantes, muy útiles para ‘controlar’ antojos salados, pero con fibra vegetal, grasas saludables y el atractivo de ser muy crujientes, que siempre pueden servir para ‘mojar’ en salsas ligeras. Plátanos o uvas congelados con cobertura de chocolate negro Nos sirven como sustitutos de los helados pero sin azúcares añadidos, ricos en potasio energéticos y... un gran postre para los golosos. El chocolate puede fundirse antes de congelar los trozos de fruta o, para gourmets, verterlo derretido y aún tibio sobre el plátano o las uvas heladas. Y un consejo final del Colegio de Nutricionistas, procuren acompañar estos bocados con agua o infusiones frías para multiplicar su poder hidratante. Suscríbete para seguir leyendo
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