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  • Condena a una policía por el crimen de Maximiliano Lucero: "Hoy volvieron a destruirle la vida a mi hijo"

    » La Capital

    Fecha: 13/08/2025 03:52

    Luisa Pour Pour expresó su disconformidad con la condena a 15 años de prisión a la policía que le disparó a su hijo a la cabeza tras una discusión en Nuevo Alberdi “ Hoy volvieron a destruirle la vida a mi hijo. La Justicia lo volvió a matar”. Luisa Leonor Pour Pour salió con la voz quebrada de la sala del Centro de Justicia Penal donde cerró el juicio por el crimen de su hijo Maximiliano Lucero, ejecutado con un disparo entre ceja y ceja por una empleada policial tras una discusión que el muchacho afrontó desarmado. El dolor de haber revisado la pérdida de su hijo en los últimos días no nubló la firmeza de la mujer en su reclamo: “Siempre dije que nunca busqué venganza. Yo quería justicia, pero justa”, dijo tras la condena a la uniformada Antonella Celeste Ortiz a 15 años de prisión, lejos de los 33 que recamaba la familia de la víctima . Pour Pour habló con la prensa tras la lectura del fallo que los jueces Trinidad Chiabrera, Silvana Lamas González y Carlos Leiva dieron a conocer el mediodía de este martes. Ortiz, de 35 años, fue condenada como autora de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego. La sentencia añadió la inhabilitación por diez años para tener y portar armas de fuego así como para ejercer cargos públicos. La empleada policial está presa y el tribunal rechazó un pedido de detención domiciliaria presentado por la defensa en atención a que es madre de dos hijos. La pena fue inferior a la que reclamaban las partes. El fiscal Lisandro Artacho había pedido 22 años de prisión. A ese pedido adhirió el querellante Agustín Genera, representante de uno de los hijos de la víctima. Otra querella, ejercida por Federico Garat y Marica López en representación de Luisa, pedía la pena prevista para ese delito, de 33 años y 4 meses, al resaltar que “el disparo fue realizado en forma certera” desde el interior de la casa de Ortiz, que “nunca hubo peligro para nadie” dentro de la vivienda y que empleada actuó “aprovechando la situación de indefensión de la víctima”, en abuso de la función pública y con dando un uso indebido al arma reglamentaria. El tribunal no dio a conocer aún el motivo de su decisión, por lo que habrá que esperar los fundamentos. “Estoy totalmente decepcionada de los jueces. El fiscal pedía 22 años. Yo como mamá de Maximiliano con los abogados pedíamos 33. Hoy volvieron a destruirle la vida. Antonella Celeste Ortiz volvió a matar a mi hijo hoy otra vez. La justicia lo volvió a matar”, dijo Luisa en una entrevista con LT8, e indicó que seguirá adelante en las instancias de apelación con su reclamo. “Hoy me voy de acá con las manos más vacías que nunca porque 15 años no es nada”, dijo. Lucero tenía 33 años, trabajaba en una hamburguesería y era padre de dos hijas y un nene de 7 años. El asesinato ocurrió el 7 de septiembre de 2022 al mediodía en la cuadra de Matheu 3441. Cerca del mediodía, hasta ese lugar llegó caminando Lucero, quien vivía a dos cuadras y media. Desde la calle llamó a la pareja de Ortiz, conocido como El Pelado, para que saliera a saldar una deuda que tenía con él. Al parecer, por la venta de una garrafa. Este hombre se asomó al umbral y le gritó que se fuera después de advertirle que “no sabía con quién se estaba metiendo”. >>Leer más: Piden 22 años de cárcel para una policía que mató a un vecino que le reclamó el pago de una garrafa Lucero se quedó en asfalto, sin acercarse a la vivienda, y ante la respuesta del Pelado arrojó una piedra que impactó en la puerta de la casa sin herir a nadie. Hasta ese momento la acusada no era parte de la discusión. Pero luego del piedrazo tomó su arma reglamentaria, volvió a abrir la puerta y “sin mediar palabra le efectuó un disparo a una distancia de cinco metros que impactó en la frente de Maximiliano y le causó la muerte inmediatamente”. Un disparo preciso El fiscal reveló tras el veredicto que el disparo, directo a la cabeza de Lucero, fue preciso: ingresó “entre medio de las dos cejas”. La bala le atravesó el cráneo y le provocó pérdida de masa encefálica. El muchacho cayó al pavimento y murió allí. “Conforme la vaina y la distancia al charco de sangre, el disparo fue a cinco metros de distancia”, dijo Artacho, quien remarcó ante el tribunal que la empleada “había efectuado cursos de perfeccionamiento en tiro y le habían dado la categoría de oficial. Eso fue valorado por la parte acusadora al merituar la precisión del disparo”. >>Leer más: Crónica negra: una jornada a pura violencia y muerte en Nuevo Alberdi Si bien resaltó que la pena fijada por el tribunal no se ajusta al pedido acusatorio, dijo que esperará a conocer los fundamentos: “Solamente hemos conocido el monto de pena, desprovisto de cualquier argumentación por parte de los jueces. Quizás han valorado la situación familiar o el contexto en el que Ortiz reaccionó, por supuesto irracionalmente”. Durante el juicio que concluyó este martes se instalaron manifestantes y allegados a la víctima frente al Centro de Justicia Penal con carteles en reclamo de justicia y denunciando un caso de gatillo fácil. La madre de Maximiliano recordó que a las 11.30 de aquel día le avisó una vecina que habían baleado a Maxi: “Cuando llego al lugar mi hijo estaba agonizando. Agonizó una hora tirado como un perro. Al reclamar que pidieran una ambulancia, que lo asistieran, me dijeron que no, dejalo que se muera, negro villero, es hijo de una «paridora». Nosotras somos paridoras y ellos gozan de matarnos a nuestros hijos. No sé si el uniforme o el arma, hay algo que les da poder”.

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