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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/08/2025 12:52
“Para que nunca lo olvidemos” se realizó en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El último sábado, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires fue escenario de la exposición “Para que nunca lo olvidemos”, una iniciativa del Centro Internacional Daisaku Ikeda de Estudios para la Paz (CIDIEP) y las Conferencias Pugwash de Ciencias y Asuntos Mundiales. El evento convocó a más de 500 personas y puso en el centro del debate la memoria de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki y la necesidad de avanzar hacia el desarme nuclear en el contexto internacional actual. La muestra propuso un recorrido por imágenes históricas, testimonios de sobrevivientes y material documental sobre los efectos a largo plazo de las armas nucleares. Entre los elementos que más llamaron la atención se destacó la réplica a escala real de “Little Boy”, la bomba lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 por el bombardero estadounidense B-29. La presencia de esta réplica buscó sensibilizar a los presentes acerca de la potencia destructiva de este tipo de armamento y fomentar la reflexión crítica sobre los riesgos de una nueva escalada nuclear. “Para que nunca lo olvidemos” se realizó en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El encuentro contó con la presencia del Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien en su intervención recordó las consecuencias de la tragedia nuclear y alertó sobre los desafíos que enfrentan hoy las sociedades respecto a la fabricación y proliferación de armas. “La humanidad cumplió ochenta años del terror, donde el mundo cambió totalmente, pero hoy siguen fabricando armas. La paz es un desafío permanente de la conciencia y del espíritu. Nadie puede dar aquello que no tiene, la paz se encuentra en nosotros mismos, en nuestra familia. Hay que buscar unirse en la diversidad, no en la uniformidad”, afirmó Pérez Esquivel durante su participación. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz. A lo largo de la jornada, especialistas y jóvenes profesionales presentaron ponencias sobre los avances y obstáculos en los procesos de desarme, el impacto ambiental y humano de los ensayos nucleares, y el rol de las nuevas generaciones en la construcción de una cultura de paz. La exposición incluyó presentaciones académicas, paneles de diálogo y la ejecución de un concierto sinfónico, que procuró evocar desde la música el recuerdo de la masacre atómica y el compromiso de las nuevas generaciones con la causa pacifista. El CIDIEP, organizador principal del evento, desarrolla su labor con el objetivo de investigar y promover los valores y las condiciones sociales que sitúan a la paz como eje del desarrollo humano. Desde esta perspectiva, el Dr. Daisaku Ikeda, fundador de la entidad, sostiene que el diálogo entre culturas y pueblos es fundamental en la búsqueda de una convivencia pacífica. “Nuestros esfuerzos se basan en la convicción de que el diálogo es, antes que ninguna otra cosa, lo que logra que un corazón se abra a otro. El proceso puede parecer lento, pero estamos convencidos de que ese es el camino más certero hacia la paz global”, señala el Dr. Ikeda en los fundamentos de la institución. “Para que nunca lo olvidemos” se realizó en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El evento congregó a representantes de organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y organismos internacionales que respaldaron la muestra y participaron del debate. Entre las figuras destacadas del ámbito científico estuvo la doctora Karen Hallberg, reconocida investigadora argentina y Secretaria General de la Conferencia Pugwash Internacional. Hallberg envió un mensaje en el que advirtió sobre la persistencia de grandes arsenales nucleares y la inestabilidad global derivada de los nuevos desarrollos armamentísticos. A su vez, valoró el trabajo de organizaciones como la Soka Gakkai Internacional (SGI) y el CIDIEP, y reconoció la importancia de contar con espacios donde las nuevas generaciones pueden formarse y comprometerse con la construcción de una paz sustentable. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, desde la exposición. El director académico del CIDIEP, Luis Negretti –quien también ejerce como rector de la Universidad de Villa María–, participó junto a autoridades de distintos ámbitos culturales, educativos y científicos. También se hicieron presentes diplomáticos y referentes de la sociedad civil, que manifestaron la necesidad de mantener vivo el recuerdo de los hechos de 1945 y redoblar los esfuerzos en favor del desarme y la cooperación internacional. La exposición “Para que nunca lo olvidemos” se inserta en una agenda global que, a ocho décadas del final de la Segunda Guerra Mundial, renueva el debate sobre los dilemas éticos y estratégicos que plantea el uso de armamento nuclear. “Para que nunca lo olvidemos” se realizó en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Los organizadores subrayaron la importancia de fortalecer el activismo y la investigación sobre el tema, especialmente en un contexto internacional marcado por nuevos riesgos. El evento en la UBA permitió reunir a una amplia variedad de voces y experiencias, y dejó planteado el desafío de traducir la memoria histórica en acciones concretas a favor de la paz y la seguridad mundial.
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