08/08/2025 04:12
08/08/2025 04:12
08/08/2025 04:11
08/08/2025 04:10
08/08/2025 04:10
08/08/2025 04:09
08/08/2025 04:08
08/08/2025 04:04
08/08/2025 04:04
08/08/2025 04:03
Villaguay » APonlineVillaguay
Fecha: 08/08/2025 00:48
Por María Delfina Romero. Que el dolor no se convierta en espectáculo En estos días, una vez más, un niño y una maestra quedan en el centro de un torbellino público. Opiniones cruzadas, redes encendidas, acusaciones que van y vienen con la violencia de quien olvida que detrás hay vidas, no titulares. Es doloroso ver cómo, ante una situación tan delicada, se despliega un lamentable “River-Boca” emocional. Como si el sufrimiento real fuera un partido que se gana o se pierde. Como si el dolor pudiera medirse en banderas. Hay un niño, pequeño, frágil, gritando con gestos lo que tal vez no sabe aún poner en palabras. Un niño que necesita ser escuchado, contenido, sostenido. No solo investigado. No solo usado como estandarte. Hay una maestra, con un nombre, una historia, una vocación que hoy puede quedar manchada de forma irreversible si resulta inocente. Su reputación, su paz, su trayectoria, están en juego. Y eso también duele. Y en el medio, dos familias que atraviesan un infierno distinto, pero igualmente demoledor. Dos hogares partidos por una verdad que aún no está clara, por versiones enfrentadas, por el juicio feroz de quienes nunca estuvieron ahí. Ojalá se resuelva. Pero sobre todo, ojalá se comprenda. Ojalá aprendamos a no arrojar más piedras sobre un dolor que ya es inmenso. A no convertir el sufrimiento de otros en una arena de opinión. A recordar que no todo lo que duele se grita, y no todo lo que se grita es verdad... pero todo, absolutamente todo, merece ser mirado con humanidad. Porque si hay algo más triste que el dolor, es ver cómo se lo banaliza. -DELFI Villaguay 2025-08-08
Ver noticia original