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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 31/07/2025 20:33
Marcos Rojo no jugará más en Boca. Foto: REUTERS/Marco Bello Marcos Rojo es el que encabeza la lista de marginados que diseñó Miguel Ángel Russo en Boca. El central que participó de los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018 no será tenido en cuenta y su destino es incierto. En ese contexto, el central recibió un llamado de Gustavo Costas para conocer en profundidad su situación. Es que el mercado de pases de Racing no ha sido del todo satisfactorio para el entrenador y la búsqueda de la jerarquía perdida con las partidas de intérpretes de la talla de Maxi Salas, Juanfer Quintero, Johan Carbonero o Roger Martínez podría recalar en el defensor con pasado en el Manchester United. De todos modos, la posibilidad de que el experimentado futbolista surgido de Estudiantes de La Plata se ponga la camiseta de la Academia es bastante lejana. A pesar de la expectativa que se ha generado en Avellaneda, las autoridades de la entidad albiceleste prefieren buscar alternativas en otras posiciones. Cabe recordar que Diego Milito esperó hasta concretar la salida de Germán Conti para incorporar a Franco Pardo, el último refuerzo que llegó de Unión de Santa Fe, que ocupa la misma posición que Rojo. Además, las tensas negociaciones con Platense llevaron a que se cayera la operación por Nacho Vázquez, quien era pretendido por el entrenador. Si bien es evidente que el presente de Marcos Rojo en el Xeneize se ha tornado insostenible tras el conflicto que tuvo con Miguel Ángel Russo, el Consejo de Fútbol aún no liberó al futbolista y pretende negociarlo. Por lo tanto, la única chance de que el central cruce el Riachuelo para recalar en el Cilindro es a través de la rescisión de su contrato para negociar con el pase en su poder. Y si eso ocurre, Independiente también estaría interesado en sumar al defensor, aunque el sueño de ganar la Copa Libertadores inclinaría la balanza para los vecinos. Costas ya ganó dos títulos en Racing y sueña con la Libertadores. Foto: Mauro PIMENTEL / AFP El contrato de Rojo con Boca aún tiene una vigencia de 6 meses, pero la dirigencia liderada por Juan Román Riquelme duda en brindarle la posibilidad de facilitar su salida bajo ciertas condiciones. Es que el club de la Ribera pretende replicar la postura que adoptó previamente con Estudiantes de La Plata, exigiendo una oferta que incluya un resarcimiento económico por el tiempo restante de vínculo. Por el momento, en la línea defensiva titular, Gustavo Costas cuenta con Marco Di Césare, Santiago Sosa y Agustín García Basso, mientras que Nazareno Colombo y Franco Pardo figuran como los principales reemplazantes en caso de alguna lesión o suspensión. Otro de los puntos adversos que complican la llegada del central se basa en su apellido. Con un técnico fanático por la Academia, que ordenó tirar a la basura la gelatina de frutilla de la concentración por su color, que prohíbe el colorado en la indumentaria de sus dirigidos y que reniega de alimentos como el tomate y el morrón, probablemente se le presente un dilema moral cuando exija la incorporación de Rojo. El conflicto entre Rojo y Russo comenzó en el Mundial de Clubes. Una charla privada en Estados Unidos hizo cambiar drásticamente su situación en Boca. El entrenador le recomendó que optara por nuevos caminos, ya que se inclinaría por la titularidad de Ayrton Costa (pese a que el ex Independiente recién había arribado a suelo norteamericano) y además había fichado como alternativa a Marco Pellegrino. El ex defensor de la selección argentina se mostró molesto con esa situación y no disputó ni un minuto en la Era del Palomo. La cuerda se estiró más de lo debido ayer, cuando en el reencuentro del plantel el cuerpo técnico ordenó que solamente presenciaran la charla entre Merentiel y Russo los futbolistas que habían sido convocados para el encuentro ante Huracán. Al enterarse de eso, Rojo tomó sus cosas y se retiró sin entrenar. Esta actitud, contaron desde adentro, se sumó a algunas otras faltas acumuladas en el último tiempo. Su vínculo expira a fin de año y, más allá de algún interés de Estudiantes de La Plata, no tuvo sondeos formales de otro equipo argentino (ya declaró públicamente que no quiere jugar en el exterior por motivos personales). Es evidente que la gestión de Juan Román Riquelme atraviesa su peor momento deportivo desde que tomó las riendas del departamento de fútbol del club a fines de 2019, cuando apareció en la fórmula con Jorge Ameal y Mario Pergolini y se hizo cargo del Consejo de Fútbol en paralelo a su vicepresidencia segunda. Ya en 2023, se lanzó como candidato y arrasó en las urnas. Fue el mismo año donde Boca peleó algo importante, con la disputa de la final de la Libertadores ante Fluminense en Río de Janeiro. Tras eso, frustraciones, caídas trascendentales y la no participación de dos Libertadores al hilo. Esto llevó a Román a pensar en modificar el Consejo de Fútbol, como así también intentar dar un golpe de efecto institucional con las obras previas al anuncio de la ampliación de la Bombonera.
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