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Parana » El Once Digital
Fecha: 30/07/2025 17:30
Por primera vez desde el fallecimiento de la multicampeona de boxeo, su hijo menor, Alexis, habló públicamente sobre el momento en que encontró a Alejandra “Locomotora” Oliveras semi inconsciente en su casa. En una entrevista con Aire, reconstruyó el inicio de la emergencia médica que derivó en la internación y posterior muerte de la deportista. Oliveras falleció el lunes 28 de julio a los 47 años, producto de una embolia pulmonar masiva que provocó un paro cardiorrespiratorio. Dos semanas antes, había sido internada de urgencia en el hospital Cullen de Santa Fe tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. “El lunes 14 debía jurar como convencional en la Legislatura. Cuando fui a buscarla, la encontré al lado de la cama, boca abajo, entre dormida. Me asusté, no sabía qué pasaba. Ahí empezó una historia de terror para nosotros”, relató Alexis. “Todo estaba listo para ese día” La noche anterior al ACV, Alexis cenó con su madre. “El domingo la despido tipo 22:15. Comimos juntos, le di un beso, un abrazo. Le hicimos un video para mi hermano diciendo ‘acá estamos, excelente’. Todo estaba bien”, recordó. La exboxeadora estaba entusiasmada por asumir como convencional constituyente. Había dejado lista su ropa y sus hijos la habían ayudado a prepararse. “Estaba muy contenta y conmovida. Mi hermano le había elegido la ropa el sábado y yo la ayudé a vestirse el domingo”, comentó. Alexis Oliveras. Al no obtener respuesta de su madre el lunes por la mañana, Alexis fue hasta su casa. La encontró desvanecida y comenzó la secuencia de llamados. “Primero llamé a mi hermano, después al médico que la había operado y por último a la ambulancia. Llegó en siete minutos, algo que casi nunca pasa por el tránsito, pero esta vez fue muy rápido”, destacó. Del Samco al Cullen Oliveras fue atendida en el Samco de Santo Tomé, donde recibió los primeros estudios y fue estabilizada. “Los médicos hicieron todo perfecto. Evaluaron si era necesario trasladarla con oxígeno, pero no hizo falta. Después fue derivada al Cullen”, indicó Alexis, quien la acompañó en la ambulancia. Los hijos de Oliveras. El ingreso al hospital Cullen fue a las 8 de la mañana del lunes. El diagnóstico confirmó un ACV isquémico en el hemisferio derecho, con parálisis del lado izquierdo del cuerpo. “El martes parecía mejorar, estaba consciente, con fuerza, pedía que le hiciera huevos revueltos. Hasta me pidió que la desatara porque quería irse”, contó entre lágrimas. Incluso en ese momento, Oliveras recordaba su compromiso como convencional constituyente. “Le decía a mi tía que no podía estar internada porque tenía que trabajar. Fue increíble su lucidez ese día”, narró. El último diálogo y una esperanza efímera La última conversación consciente que Alexis tuvo con su madre fue el martes 15. Al día siguiente, Oliveras fue operada de urgencia y ya no volvió a comunicarse verbalmente. “Entrábamos todos los días a verla. Le hablábamos, pero ya no era una conversación”, dijo. En los días posteriores, surgieron señales que ilusionaron a la familia. “Si le pedías que te apretara la mano, lo hacía con fuerza. El mismo lunes al mediodía levantó la pierna derecha recta. Después de 14 días en cama, eso era impresionante. Para nosotros fue una señal clara de que salía”, expresó en diálogo con Aire. Sin embargo, el cuadro neurológico se agravó. La familia gestionaba su traslado a Buenos Aires para una atención de mayor complejidad, pero el tiempo no alcanzó. “La vimos pelearla hasta el último día. Así fue toda su vida: siempre dio más de lo que parecía posible”, concluyó Alexis.
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