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Parana » Informe Digital
Fecha: 30/07/2025 09:30
La persistencia del riesgo país, que actualmente supera los 770 puntos, y el inicio del receso de verano en Estados Unidos, que reducirá la actividad en Wall Street, han cerrado la ventana de oportunidad para una de las provincias que estaba considerando emitir bonos en el mercado internacional. Ahora, deberá esperar hasta las semanas previas a las elecciones legislativas para atraer a los inversores. Esta demora en el ingreso de divisas obstruye, por esta vía, uno de los canales que el Gobierno ensayó para adquirir dólares con el fin de alimentar al Banco Central. La provincia en cuestión es Santa Fe, que cuenta con la aprobación de su parlamento local para buscar hasta USD 1.000 millones en Wall Street, a través de un bono emitido bajo jurisdicción de Nueva York, destinado a financiar proyectos de infraestructura. Hace algunas semanas, Córdoba había sido la pionera, logrando un costo de financiamiento cercano al 10% anual. Santa Fe todavía aguardaba la autorización del Gobierno nacional para llevar a cabo la operación; sin embargo, según fuentes del Ejecutivo provincial, los tiempos no fueron los idóneos para concretar la emisión del bono en la ventana de oportunidad inicialmente planeada, a mediados de este mes. Por lo tanto, deberá esperar otra oportunidad a partir de agosto o septiembre. En Santa Fe se consideró la posibilidad de negociar una tasa de interés inferior a la que obtuvo Córdoba al colocar sus bonos por USD 725 millones. El bono cordobés, emitido bajo legislación del Estado de Nueva York, paga un interés del 9,75% anual, tiene vencimiento en 2032 y contempla una amortización escalonada en tres pagos anuales, iniciando en el quinto año y finalizando en el séptimo. “Hoy está muy ajustado (el riesgo país) para emitir por debajo de los dos dígitos, parece complicado”, afirmó una fuente con conocimiento de las negociaciones que se llevaron a cabo este mes en EE. UU. La Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos y Neuquén figuran entre los candidatos potenciales para seguir el mismo camino, según rumores en los mercados internacionales. La compra de dólares por parte del Ministerio de Economía – dado que el BCRA solo podría hacerlo si el dólar toca el piso de la banda de flotación – emergió como la alternativa adoptada por el equipo económico para incrementar reservas y cerrar la brecha respecto al umbral mínimo de acopio de divisas al cual se comprometió con el FMI. Estimaciones de consultoras del mercado indican compras del Tesoro cercanas a los USD 1.000 millones en lo que va de julio. La semana pasada, según los datos más recientes del Banco Central, el Tesoro sumó otros USD 45 millones. Al considerar las liquidaciones del bono Bonte que se suscribió directamente en dólares y que fueron a la cuenta del Ministerio de Economía, la cifra total asciende a USD 2.500 millones. El equipo económico decidió acelerar la acumulación de reservas tras los primeros dos meses del esquema cambiario de flotación entre bandas, priorizando controlar la inflación después del ajuste en el régimen del dólar. En esas semanas, desde el Palacio de Hacienda se reiteraba que no era “necesario” acumular divisas. La llegada de la primera revisión de metas entre el staff técnico del FMI y el Gobierno pareció marcar un punto de inflexión, llevando al equipo económico a modificar su estrategia en dirección a una acumulación más rápida de dólares, incluso con el Banco Central fuera del mercado y las intervenciones limitadas únicamente al piso de la banda de flotación. En cuanto al uso de divisas en los próximos meses, el Banco Central deberá desembolsar aproximadamente USD 1.740 millones de sus reservas antes de las elecciones legislativas, para cubrir compromisos en moneda extranjera de empresas con obligaciones negociables y provincias que enfrenten vencimientos de capital e intereses de sus bonos. Según estimaciones de Portfolio Personal Inversiones (PPI) y Aurum Valores, los pagos en dólares del sector corporativo y de los gobiernos subnacionales ascenderán a USD 1.740 millones hasta octubre. Dentro de ese total, se prevé que septiembre sea el mes más exigente para las provincias, con vencimientos que superan los USD 500 millones, de los cuales la mayor parte (USD 375 millones) corresponde a la provincia de Buenos Aires. Otras jurisdicciones también enfrentarán compromisos, aunque en montos menores. Entre ellas se encuentran Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Neuquén y Río Negro, que en conjunto deben pagar algo más de USD 780 millones hasta octubre. En cuanto a las empresas con obligaciones negociables en dólares, se prevén desembolsos significativos para agosto y octubre, en ambos casos superiores a los USD 260 millones. Tras los comicios, esos pagos se intensificarán alcanzando los USD 400 millones mensuales hacia fin de año. Todos estos vencimientos coincidirán con un trimestre caracterizado por una menor oferta de divisas provenientes del sector privado y con las tensiones cambiarias tradicionales que suelen acompañar a los años electorales.
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