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Fecha: 30/07/2025 05:50
La reciente partida de Alejandra «Locomotora» Oliveras dejó un vacío profundo en el corazón de muchos argentinos, especialmente de quienes militan el boxeo. La ex campeona del mundo últimamente había sido nombrada en este último tiempo más por su sorprendente performance electoral en Santa Fe que la había catapultado a ser una de las convencionales constituyentes que reformarían la Constitución. En una jornada plagada de recuerdos y mensajes de afecto, el programa Digamos Todo convocó al ex boxeador Jorge «Roña» Castro, campeón mundial de peso medio y figura emblemática de dicho deporte, para hablar de la carrera de Oliveras, su labor siempre vinculada a lo humano y lo social y los valores que impregna el mundo del boxeo. “Hace solo 19 días estuvimos juntos en el programa Falta de Palabras, y verla tan bien, tan alegre, y después recibir esta noticia… fue un baldazo de agua fría” dijo el Roña quien destacó su carisma y su vitalidad constante: «Era una mina que le ponía onda a la vida. Siempre con una sonrisa, con energía. Te decía: ‘Dale, boludo, ponete los guantes, vamos a sacarnos una foto. Esa era ella.” Roña aprovechó la charla con el equipo de Digamos Todo para reflexionar sobre las secuelas que deja el boxeo en el cuerpo humano. “Yo siempre digo: los golpes no son alimento. Los puños a la cabeza no se recuperan fácilmente. Estoy bien, en perfectas condiciones, pero siempre me sigo controlando”. Al ser consultado por el uso de anabólicos Castro sin querer profundizar demasiado, mencionó: “Cuando la conocí, era re flaquita, y después se puso muy grosa. El cuerpo tiene un límite. Para mí, se le pasó un poco. Pero esto venía de hace años. Ya tenía antecedentes”. Además el boxeador se hizo eco de algo que viene planteándose en varios portales de noticias y que tiene que ver con la seguridad económica que nunca le llegó a Oliveras, a pesar de ser múltiple campeona del mundo: “Después de dejar el boxeo, hizo algo de plata, pero no como para vivir tranquila. La recordaremos como una ídola, una mujer grandiosa que le dio fuerza a la vida” y remarcó sus comienzos humildes como muchos boxeadores del país: “Ella decía que quería devolverle a la gente todo lo que la vida no le dio. Quería impregnar de vida a los demás. La vamos a recordar con alegría, porque siempre dio ánimo a la gente. Una ídola, una de verdad”.
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