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» El Sur Diario
Fecha: 29/07/2025 06:01
Silvia Martínez encontró en los ejercicios hipopresivos mucho más que una práctica física: halló una herramienta para el bienestar integral. “Fui pasando por muchas actividades hasta que, hace unos 13 o 14 años, llegaron los hipopresivos a mi vida. En ese momento no la estaba pasando bien, y esta disciplina significó salud, bienestar y mejora de mi autoestima”, compartió. Artista plástica desde la infancia, Silvia continúa con su pasión por la pintura, pero hoy enfoca su trabajo profesional en esta técnica. “Sentí que debía aprenderlo bien y enseñarlo”, expresó convencida. ¿Qué son los ejercicios hipopresivos? A diferencia del entrenamiento abdominal tradicional, los ejercicios hipopresivos trabajan desde adentro hacia afuera. “Se trata de ejercicios posturales y respiratorios, con apnea y aspiración diafragmática. En ese movimiento se eleva el piso pélvico y se fortalece el abdomen profundo, que no es el que solemos ver trabajado en el gimnasio”, explicó Silvia. La técnica consiste en vaciar por completo el aire, elongar el cuerpo y succionar sin inhalar. Esa maniobra, llamada aspiración diafragmática, es el núcleo de la práctica hipopresiva. Beneficios múltiples para mujeres y hombres Uno de los grandes aportes de esta técnica es el fortalecimiento del suelo pélvico, una musculatura fundamental pero muchas veces descuidada. “Cinco de cada diez mujeres sufren incontinencia urinaria, y no es algo que dependa solamente de la edad o del posparto. También afecta a mujeres jóvenes y a hombres”, afirmó la instructora. El debilitamiento del piso pélvico puede derivar en prolapso, una condición en la que órganos como el útero o la vejiga descienden por falta de contención. “Según el grado, los hipopresivos pueden ser de gran ayuda para fortalecer sin llegar a la cirugía, en casos no avanzados”, aclaró. Diástasis abdominal Otro de los beneficios centrales es su eficacia ante la diástasis abdominal, que consiste en la separación de los músculos rectos del abdomen. “Muchas personas, especialmente mujeres posparto o quienes han tenido obesidad, sufren esta separación sin saberlo. El abdomen pierde contención y eso afecta el funcionamiento de todo el cuerpo”, explicó Silvia. El fortalecimiento que propone el hipopresivo evita en muchos casos el uso de mallas quirúrgicas. “En mi caso, gracias a los hipopresivos no necesité cirugía”, contó. Bienestar físico, emocional y postural Además de los beneficios físicos, Silvia remarca que esta disciplina trabaja en otros planos: “El diafragma sube y baja con esta respiración, y eso también trabaja las emociones. Al terminar una sesión sentís una satisfacción general, porque movilizaste tu cuerpo y también liberaste tensiones internas”. El entrenamiento se adapta a cada persona. “Pueden practicarlo hombres y mujeres de cualquier edad. Solo los hipertensos graves no deben hacer la apnea, pero sí pueden realizar los ejercicios”, señaló. Entrenamiento personalizado Silvia ofrece sus clases en un estudio propio en San Nicolás (Ponce de León 254 Bis), un espacio diseñado para la comodidad y el bienestar de quienes asisten. “Trabajo primero de forma individual durante un mes para conocer bien a la persona, y luego, si lo desea, puede sumarse a grupos reducidos”, explicó. También brinda clases online, con alumnos en países como Australia y México. “Fue un desafío dar clases virtuales, pero descubrí que podía hacerlo bien. Hoy lo hago con total comodidad, incluso con 13 horas de diferencia horaria”, contó. El protocolo de entrenamiento es de dos veces por semana durante el primer mes, aumentando luego la frecuencia. Cada clase dura entre 25 y 30 minutos y puede complementarse con otras actividades físicas. Una propuesta integral y accesible “Los hipopresivos son un trabajo global. Hay una fase básica, donde trabajás posturas y respiración, y una dinámica, donde sumás movimiento de brazos y piernas. Se puede practicar con el estómago vacío, una hora antes o después de comer, y es ideal para quienes están mucho tiempo sentados”, indicó Silvia. Para contactarla, se puede seguir su cuenta en Instagram: @hipopresivos.sm donde comparte información útil y testimonios reales de quienes practican con ella. “Ver cómo cambian las personas, cómo mejoran su postura, su expresión y su ánimo, es lo más gratificante”, concluyó Silvia, convencida del poder transformador de esta práctica.
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