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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 29/07/2025 18:02
En junio se registró un déficit turístico de 667 mil personas y una salida neta de divisas superior a USD 300 millones. La baja en el ingreso de visitantes y el boom de viajes al exterior, en el centro del desequilibrio Argentina cerró junio con una balanza turística fuertemente negativa. Según datos oficiales del Indec, 1,21 millones de argentinos salieron del país, mientras que solo 542 mil visitantes extranjeros ingresaron, lo que dejó un déficit de 667,2 mil personas en el intercambio turístico. Este desequilibrio implicó además una salida neta de divisas estimada en más de USD 360 millones, en un contexto de reservas limitadas y tensiones cambiarias. El dato más preocupante es el crecimiento interanual del 28,6% en las salidas al exterior por parte de residentes argentinos. De ese total, 643,8 mil fueron turistas (personas que pernoctan al menos una noche fuera del país) y 575,8 mil fueron excursionistas (viajes sin pernoctación). La mayoría lo hizo en avión (57%), seguido por vía terrestre (35,9%) y marítima/fluvial (7%). El turismo receptivo cayó 4,3% frente a junio de 2024. Ingresaron al país 542,3 mil visitantes no residentes, de los cuales 318,8 mil fueron turistas y 223,6 mil excursionistas. Más del 70% del turismo internacional provino de países limítrofes: Brasil lideró con el 27,6%, seguido por Uruguay (20,3%) y Chile (11,2%). La vía aérea concentró el 51,5% de los ingresos, mientras que el 37,9% ingresó por tierra y el 10,6% por vías fluviales o marítimas. El fenómeno no es menor: según un informe del Centro de Estudios para la Producción y la Competitividad (CEPEC), “el turismo internacional está actuando como un canal de fuga de divisas” y se convierte en un factor de presión adicional sobre los dólares financieros y paralelos. Desde el CEPEC explicaron que el desequilibrio tiene doble efecto. Por un lado, la caída del turismo receptivo implica menos ingreso de divisas; por otro, el auge del turismo emisivo, impulsado por un tipo de cambio oficial relativamente atrasado, incentiva la demanda de dólares para viajar, profundizando las tensiones sobre el mercado cambiario.
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