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Parana » Informe Digital
Fecha: 26/07/2025 07:47
El Congreso prepara una mega sesión con temas calientes como el financiamiento universitario y la ley de emergencia pediátrica para salvar al Garrahan, junto con los dos proyectos para sumar fondos a las provincias. Si bien la oposición quiso dar un golpe de efecto y sesionar durante el receso invernal, la ausencia de varios diputados que aprovecharon las vacaciones frustró los planes. La mira está puesta ahora en la primera semana de agosto, pero dependen de los gobernadores. El cierre de alianzas en provincias como Mendoza y Entre Ríos, y la ventana de tiempo que ganó el Gobierno para prometer algo a los mandatarios provinciales, complica el quórum. “Tienen que decidirse los gobernadores”, dice a Página/12 un diputado que trabaja en el armado de la sesión, que podría convertirse en otro dolor de cabeza para el Gobierno. En efecto, sin el acompañamiento de los mandatarios, la posibilidad de alcanzar el quórum se aleja. El temario es pretencioso y empantana las negociaciones. Algunos legisladores quieren sumar a la sesión el rechazo a los vetos presidenciales que el Gobierno se encamina a firmar. Los diez días hábiles para impulsar el veto al aumento a las jubilaciones, la extensión de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad ya están corriendo. La fecha límite para hacerlo es el 4 de agosto. Otro sector de la oposición se inclina por separar las sesiones. “Todo está en negociación”, reconoce una legisladora de Unión por la Patria que admite que se quedaron solos para sesionar la semana entrante. La oposición buscará insistir con la emergencia para Bahía Blanca, un tema que contó con el apoyo del PRO, aunque esta vez podrían votar fracturados. Tras el acuerdo con los libertarios en provincia, Cristian Ritondo adelantó que está dispuesto a borrar con el codo lo que escribió con la mano y acompañar el veto. Habrá que ver qué camino eligen Vidal y Lospennato, resistidas en la Casa Rosada para sellar un entendimiento en CABA de cara a la elección de octubre. Los diputados que responden a Macri sólo estarían dispuestos a ayudar con faltazos. Sería el primer veto que el Congreso logra resistir en la era Milei. En declaraciones radiales, Miguel Ángel Pichetto se refirió también a la emergencia en discapacidad: “Hay una cuestión de sensibilidad humana a la que ningún argentino de bien puede estar ajeno. A mí me parece que al Gobierno le va a resultar difícil sostener el veto”. Un trabajo reciente de la consultora La Sastrería, de Timerman y Malagoli, relevó que Alfonsín vetó 49 veces y perdió 1 insistencia; Menem vetó 195 leyes y perdió 30; De la Rúa vetó 46 y perdió 5. Mientras que Néstor Kirchner vetó 39, CFK 21 y Macri 8, pero no perdieron ninguna insistencia en el Congreso. La cuenta que sacan en la Casa Rosada es que tienen un piso de 60 leales, lejos de los 86 necesarios para vetar en un recinto con 257 diputados presentes. La avanzada de los gobernadores para la eliminación de fideicomisos para la transferencia del impuesto a los combustibles y los ATN que reclaman los mandatarios complejiza el panorama. Los gobernadores empujan sólo sus iniciativas, no importa si las consiguen a través del Congreso o de Casa Rosada. Por eso el Gobierno volvió a sacar a la cancha a Guillermo Francos. Esta semana, el jefe de Gabinete logró fotos con los gobernadores Ignacio Torres, de Chubut; Raúl Jalil, de Catamarca; y con el mendocino Alfredo Cornejo, quien además selló una alianza electoral con los libertarios en su provincia. El entrerriano Rogelio Frigerio se encamina a lograr lo mismo. La semana pasada, la mesa que integran Francos, Lisandro Catalán, Karina Milei y los Menem recibió a los gobernadores de Jujuy, Neuquén y Salta todo pasó inadvertido. El armado electoral cruza las negociaciones. Dos factores preocupan a los gobernadores: el dinero de Nación que no llega a sus provincias y el armado electoral que los libertarios puedan hacer en sus territorios. Claudio Poggi, de San Luis, y Marcelo Orrego, de San Juan, son otros que esperan el llamado de la Casa Rosada. Las ventanas de negociación abiertas complican los planes en la Cámara baja. “Si los gobernadores pidieran que se juegue, habría quórum seguro y eso nos aseguraría ganar también temas como universidades y Garrahan”, explica un diputado de centro. El 7 de agosto cierra el plazo para inscribir las alianzas electorales. La oposición busca sesionar el 6 para que no se entrecrucen las negociaciones. Los gobernadores aún no definieron ir a fondo. Incluso algunos de ellos preferirían separar la discusión de sus proyectos de otras iniciativas más urticantes para el Gobierno, como el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica. Los diputados de la oposición a cargo de la estrategia parlamentaria buscan que estas dos iniciativas sean aprobadas con números holgados para resistir su posterior veto. El lunes, desde Córdoba, Milei volvió a avisar que vetará cualquier ley que ponga en riesgo su programa económico, cuya joya más preciada es el superávit fiscal, sin importar a quién afecte la motosierra. La amenaza apunta directamente a los proyectos impulsados por los gobernadores, que según un informe de la Fundación Mediterránea podrían consumir “cerca del 60% del superávit financiero nacional de 2024 y el primer semestre de 2025”. La Casa Rosada apuesta una vez más a doblegar a los gobernadores y esperar a diciembre. En Balcarce 50 creen que el nuevo Congreso estirará a 100 el número de leales, lejos de la mayoría simple, pero por encima del tercio de hierro necesario para gobernar a puro veto y DNU.
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