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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/07/2025 04:41
El brusco aumento de tasas decidido por el Gobierno encareció el financiamiento para comercios y empresas, dificultando el acceso al crédito y alterando la operatoria diaria Foto de archivo. REUTERS/Irina Dambrauskas El fuerte aumento de las tasas de interés de corto plazo con el que el Gobierno busca contener al dólar provocó tensiones en comercios y empresas de todos los rubros. El reciente movimiento de la tasa de caución y el encarecimiento del descubierto bancario y otros instrumentos de financiamiento pusieron en el centro de la escena al costo financiero, similar al que reinó en otros episodios de alta restricción monetaria. Distintos actores del sector productivo, cámaras empresarias y operadores bancarios reconocieron el impacto inmediato y advirtieron sobre las consecuencias en las decisiones de inversión, compras, pagos y hasta mantenimiento de los empleos. Guillermo Barbero, del First Capital Group, trazó un panorama crítico sobre el acceso al crédito en el nuevo escenario. Expresó: “Hay una suerte de histeria en las tasas de muy corto plazo, que un poco lo que están expresando es el costo de oportunidad de estar endeudado en este momento, porque te están poniendo unas tasas que son realmente ilógicas con el nivel de inflación que tiene hoy por hoy la economía, así que son tasas que te pasan como para no tomar el crédito”. Agregó que “lo que pasa es que ese tipo de golpes financieros precipitan después problemas; las compañías que tienen que pagar esas tasas a la larga lo sufren y eso va a terminar mal para la financiación, para la situación financiera de una empresa”. “Eso lesiona mucho la confianza de la empresa. ¿Qué empresario se va a querer endeudar y va a querer trabajar y abrir nuevas fuentes de trabajo y ponerse a invertir, si de un día para otro le duplicas el costo del financiamiento del corto plazo o directamente en algunos casos ni se lo querés dar? Entonces eso es muy nocivo, la verdad que el Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto y poner las cosas en un plano lógico de nuevo, no sirve trabajar con el dólar a estos costos", manifestó Barbero. Desde la mesa de operaciones de un banco confirmaron a Infobae que la suba de tasas se derivó de la decisión del Banco Central, acompañada de la reciente operación del Ministerio de Economía con la licitación de deuda. “Es cierta la suba de tasas que mencionan las empresas y comenzó con la suba de tasas del BCRA de la semana pasada seguida después por la esterilización de pesos que hizo Economía en la licitación del miércoles. Esperamos que todo se normalice con el próximo vencimiento de Lecaps del 31 de julio”. Empresarios y bancos advierten que la suba afecta la toma de créditos, la cadena de pagos y el mantenimiento de empleos, con tasas de descubierto que en algunos casos superan el 100 por ciento crédito iStock El descubierto en cuenta corriente es un instrumento muy usado por empresas que, en muchos casos, suelen acostumbrar pagar costos operativos pasando sus cuentas a saldos negativos -por ejemplo a la hora del pago de salarios- para luego recuperar a medida que entran pagos. Las estadísticas del BCRA muestran un movimiento modesto, que va de una caída a cerca del 31% con el desarme de LEFI y el desplome de tasa a un pico de algo más del 40% con datos al 18 de julio. Pero esa tasa es para descubiertos preacordados, de empresas con excelente rating crediticio: los no acordados -que terminaron en junio en el 78% según el dato más actualizado del BCRA- y los de empresas con mayor riesgo pueden saltar hasta rondar fácilmente el 100 por ciento. Las consecuencias en la operatoria pasaron de las planillas bancarias a los escritorios de las empresas en pocos días. Barbero identificó que el salto abrupto en el costo de la caución funcionó como un mensaje claro para desalentar la toma de créditos, aunque el costo para la actividad resultó sustancial. “Las compañías que tienen que pagar esas tasas a la larga lo sufren y eso va a terminar mal para la financiación, para la situación financiera de una empresa”. Desde una gran cadena de distribución detallaron que el golpe al financiamiento no solo alcanza a la adquisición de bienes de capital sino que repercute en cada aspecto de la cadena de pagos. Señalaron: “Lo que te afecta es la toma de crédito. La toma de crédito por un lado y por otro lado el descubierto. Muchas veces operás sobre el descubierto para financiar la operación diaria y obviamente eso afecta. Entonces te estás operando básicamente a un costo un 80% más caro de un día para otro, de una semana para otra. O sea, 40 puntos más caros de una semana para otra. Es fundamentalmente eso, te incrementa sustancialmente los costos de operación”. Diferencias según el tipo de empresa La realidad varía mucho de banco a banco y de cliente en cliente. No es lo mismo la tasa que paga una empresa que rara vez queda en descubierto que la que lo hace a diario y por montos importantes. De ahí es que cada empresa vive una realidad distinta. En la misma línea, una empresa industrial relató que “la tasa de descubierto de hoy es 40 para nosotros en un banco de primera línea, pero puede haber otro banco que tenga algún punto más. Un banco caro que no tomamos está en el orden de 55%”. “Pero nosotros casi no usamos el descubierto. Sí sabemos que en muchos casos ahora llega al 100%”, agregó. El incremento en el costo del dinero también alcanzó a las operaciones con tarjeta y a la refinanciación de consumos, en especial entre comercios y pymes. Salvador Femenia, referente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), describió la situación: “Todo lo que es costo financiero en este momento, cuando está tan arriba por lo que es el costo de vida presente y proyectado, es un inconveniente porque estamos mal con los costos, estamos mal con el tema del movimiento de caja, con lo cual el descubierto es muy importante en este momento y también preocupado por la tasa de refinanciación de la tarjeta de crédito, porque lo aprieta mucho al consumidor y tarda mucho en volver a usar la tarjeta. Entonces, todo de una forma u otra atenta contra el consumo y contra los costos que tienen los comerciantes. Según el banco, la TEA está entre 60 y 70%”. El ajuste monetario coincidió con una baja de las cotizaciones del dólar, pero dejó a pymes y grandes compañías afrontando mayores costos financieros y restringiendo inversiones y ventas Norberto Fermani, dueño de la marca de anteojos Union Pacific, describió una dinámica que expone la fragilidad del sistema frente a esta ola de tasas. “Esto lo que va a traer es una contracción mucho mayor de la actividad. El consumo está totalmente parado”, anticipó. Y explicó cómo les impacta este aumento del costo financiero: “La situación es la siguiente. Nosotros tenemos un costo que está dado por los insumos, los costos de producción y la mano de obra. Y cuando salimos a vender, más en productos de moda como los que tenemos nosotros, uno sale a vender y los pagos son 30, 60, 90, 120, 150 días. Con esos cheques que vos vas teniendo los descontás en el banco y así es como vos vas haciéndote, vas apalancando para poder seguir produciendo y poder seguir para delante. Cuando tenés una suba de tasas como esta, los precios se disparan o si no, tenés que achicar los plazos, y automáticamente los clientes no te compran”. Con todo, hay un divorcio llamativo de tasas en el mercado de cheques de pago diferido. En el MAV, donde se operan esos papeles, la tasa tuvo un pico más bien menor: apenas en torno al 40% según operadores del mercado. Claro que, otra vez, las empresas que se financian en esa plaza suelen ser las más sanas. Marcelo Fernández, presidente de Cierres Lynsa y titular de Confederación General Empresaria (CGERA), consideró que el nuevo nivel de las tasas aumentó la preocupación para las empresas, sobre todo cuando la crisis obliga a canalizar los préstamos no hacia la producción, sino a cubrir necesidades inmediatas. Expresó: “Imaginate que hoy la suba del costo del dinero, cuando estamos en crisis, y más que para financiarnos para producción, estamos financiándonos para capital de trabajo, y pagar, por ejemplo, los aguinaldos, la verdad que es un problemón. Si esto se mantiene, es muy preocupante”. El impacto encontró a toda la cadena de valor ajustando márgenes, revisando condiciones de ventas y recortando plazos de financiación. Entre las operaciones de caución, que en sólo una semana pasó de moverse en un rango de 15/20% hasta llegar a 70%, y la suba de los descubiertos bancarios, la presión financiera trastocó las cuentas de miles de compañías. “La caución pasó de 15/20 la semana pasada a 70 ahora. La tasa de descubierto, según la empresa, puede acercarse al doble de la caución. Hay impuestos en el medio, además del riesgo crediticio”, explicaron desde una mesa de operaciones. En paralelo, mientras el acceso al financiamiento se complicó, las cotizaciones del dólar exhibieron un retroceso coincidente con el refuerzo del ajuste monetario. Al 22 de julio, el dólar oficial cotizó a $1.280, el dólar blue a $1.310, el MEP a $1.265 y el contado con liqui a $1.262. Todas las variantes de dólar mostraron descensos: el oficial y el tarjeta bajaron 1,50%, el blue retrocedió 0,80%, el MEP cayó 0,70% y el contado con liqui bajó 0,90% en las últimas 24 horas. Este movimiento coincidió con el endurecimiento de tasas, que mantuvo elevados los costos de acceso al crédito. Dentro del entramado empresario, la respuesta ante el salto de tasas tuvo como consecuencia la revisión de acuerdos, la renegociación de plazos y la reducción de compromisos de compra. La preocupación creció, en especial entre las pymes con escasa espalda financiera, ante la posibilidad de que este escenario se extienda o repita.
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