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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/07/2025 02:59
La salida de las LEFI poco tiene que ver con el resultado de la casi total eliminación del cepo. La desprolijidad para extinguir estos bonos no habla de un éxito por lo menos en lo inmediato. Más que una opinión es una certeza. Las tasas de interés quedaron en una verdadera montaña rusa donde en tres días bajaron abruptamente a 10% anual para el martes rebotar a casi 40% y ayer a casi 48% efectivo anual. Para que los números sirvan de referencia, basta con calcular que la inflación de 1,6% de junio equivale a 21% anual. En otras palabras, la tasa en pesos más que duplica el alza del costo de vida. Esta tasa real, que pudo bajar al dólar, tiene costos. El Gobierno tuvo que llegar a un callejón donde las tres salidas eran perjudiciales. Las opciones eran tres: dejar subir al dólar y olvidarse de la tasa de inflación, no acumular reservas o enfriar la actividad económica lo que implica bajar el consumo. Optó por castigar el consumo, subir las tasas y comprar dólares para subir las reservas. En julio, las mediciones de la primera semana le proyectan una inflación similar a la de junio, pero a un costo elevado que se verá si incide en las elecciones de medio término. La compleja historia empezó con las complicaciones políticas que se agravaron la semana pasada con la aprobación del aumento de las jubilaciones y la prórroga de la mora para jubilarse. La mayoría en diputados y senadores fue absoluta por lo que el veto no es un arma letal para la ley. En este escenario los inversores operaban con cautela por los temores de desequilibrio fiscal. En ese instante clave, el Gobierno decidió sanear las finanzas al dar por muertas a las LEFI, sucesoras de las costosas LELIQ. No renovar esas LEFI significó el ingreso de $15,9 millones que tanto los exportadores como los inversores, llevaron una parte a dólares para cubrirse. Así nació la escalada del dólar y los ataques a la deflación que obligaron a acudir a elevadas tasas de interés, para detener el movimiento en algún punto. La complicada política monetaria la definió el analista económico Salvador Vitelli como “es un oxímoron la suba de tasas por exceso de pesos”. En una economía sin sobresaltos, cuando abundan los pesos, baja la tasa. Lo cierto es que en la sorpresiva licitación de Bonos del Tesoro las tasas que pidieron los bancos y privados por las BONCAP y LECAP alcanzaron a 47,81% anual para fin de julio y a 47,07% para el 15 de agosto. La BONCAP que vence a fin de octubre y es el bono más largo que se licitó, rinde 42%. Ante la certeza de que el Gobierno iba a pagar un precio alto, las ofertas alcanzaron a $4,92 millones de los que se aceptó casi todo. Estas supertasas permanecerán en este nivel hasta el lunes, cuando se liquiden estos bonos a tasa fija y el Tesoro reciba los pesos. Los dólares financieros bajaron, pero llegaron a tocar máximos de $1.276, que de todas maneras eran inferiores al cierre anterior. Tras la licitación y al subir la tasa de pases a un día, la que se paga a los bancos para que coloquen su dinero, el MEP bajó $6,08% (-0,5%) a $1.270, el precio que tenía el viernes. El contado con liquidación (CCL) cedió $5,56 (-0,4%) a $1.274. El “blue” tuvo el reacomodo más violento al perder $35 (-2,60%) y cerrar a $1.295. Aun así, sigue siendo el dólar más caro del sistema. El Banco Central aprovechó estas tasas para hacer una inesperada compra de dólares de USD 500 millones que logró que las reservas suban USD 491 millones a 39.551 millones. Saben que esta apología de las tasas durará hasta el cierre del viernes cuando reciban los $4,70 billones de la licitación. A cuenta, ayer se absorbieron $3,90 millones por pases a un día a una tasa de 37,5%. Nicolás Cappella, trader de Invertir en Bolsa (IEB), cree que “el resultado de la licitación del Tesoro que adjudicó casi 5 billones de pesos, coincide con los $5 billones que ayer habría absorbido el BCRA vía pases pasivos a un día. Por lo tanto, creemos que los pases pasivos existirán hasta el viernes que liquida la licitación y luego volveremos a ver niveles más normales de caución y de tasas a 1 día. Veremos si eso también lleva a que las tasas del resto de la curva de pesos bajen también. La realidad es que esta licitación volvió a subir el nivel de tasas de la curva. Falta saber cómo se acomoda el dólar con estos niveles de tasas ya que con un dato de inflación de 1,6%, el 3,3% de tasa efectiva mensual en las LECAP cortas es por demás atractivo”. El analista económico Nau Bernues recordó que cuando se extinguieron las LEFI “el Gobierno colocó $10 billones de los 15 billones que correspondían a este título. Quedaron $5 billones sin colocar que empezaron a hacer ruido porque desapareció la tasa de política monetaria de 29% que se pagaba por las LEFI. La referencia pasó a ser la tasa TAMAR (la que se paga por plazos fijos a 30 días de más de $1.000 millones) que están hoy por ahí. Pero en el medio apareció la caución a un día que estaba entre 25 y 28% anual y comenzó a operarse a 18% y cayó hasta el 10% anual para después tocar 35%”. “Este movimiento nos ayuda a entender la locura que hay en el mercado. La caución a un día se convirtió en la referencia al no existir la tasa de política monetaria. De la misma manera, que la salida del cepo fue exitosa, el desarme de las LEFI fue lo opuesto porque con la baja de tasas el mercado se volcó al dólar. La situación es complicada para el Gobierno por el contexto. En la licitación de bonos del Tesoro, tomó estos casi $5 billones de exceso a una tasa real muy alta que más que duplica a la inflación. No creo que esa tasa se sostenga, pero va a frenar el dólar, la inflación y la actividad económica. Lo que quiere hacer el Gobierno es difícil de leer en este contexto, sí creo que su prioridad es contener al dólar y la inflación resignando actividad porque deben tener algunos números que le dan bien, aunque se en algunos sectores se observa que no están creciendo como antes”, concluyó Bernues. En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron USD 590 millones que llevaron al dólar $1 arriba a $1.261. El tema estuvo en el mercado de futuros, donde todo indica que el Banco Central volvió a intervenir en los fines de mes de julio y agosto y suma casi USD 3.000 millones de intervención. Le quedan USD 6.000 millones del cupo que autoriza el FMI. Según la consultora F2 “en el mercado de futuros es evidente la huella de la intervención oficial. Las posiciones más cortas se mantienen con alto volumen de operaciones e incrementos en el Interés Abierto (contratos de compra o venta de fines de mes sin cerrar). Hoy no se destacó agosto, pero sí setiembre, además de julio que sumó otros USD 205 millones”. El informe agrega que “el resultado del BCRA (bajo el supuesto de intervención en los contratos más cortos) no está tan claro y dependerá de lo que suceda en los próximos días con el tipo de cambio. Si logra domarlo puede que en las primeras posiciones termine con ganancias, en caso contrario serán pérdidas. Pero en la posición que vence a final de diciembre es altamente probable que a la fecha esté rojo, aunque el resultado final está abierto a lo que suceda hasta fin de año, si es que mantiene la tenencia hasta el final”. Con este escenario, los bonos soberanos cayeron más de 1% elevando el riesgo país 34 unidades (+4,5%) a 736 puntos básicos. Los tenedores de bonos fueron vendedores por las elevadas tasas en pesos. La Bolsa también estuvo afectada. El S&P 500, el índice de las acciones líderes, cayó 2,3% en pesos, pero subió 0,4% en dólares. La única alza en el panel líder fue la de Transener con 2,4%. Pese a las noticias positivas de que el Gobierno de Estados Unidos acompañará a la Argentina en la demanda que tiene de protagonista a YPF, las acciones de la empresa bajaron 2,7%. Los ADR -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda negativa con caídas de más de 4% para los bancos. Sobresalieron Globant (+2,6%) y Cresud (+0,7%). La licitación de los BOPREAL, títulos en dólares que pueden utilizar las empresas para girar dividendos pendientes del pasado, tuvo escaso éxito y se recaudaron USD 9 millones porque el precio implícito del dólar se acercaba a $1.500. Desde hoy hasta mañana se vivirán dos ruedas gobernadas por las elevadas tasas. El lunes puede comenzar un retroceso, pero el panorama político no ayuda. Las leyes pendientes del éxito del veto presidencial, son la fuerte preocupación de los inversores.
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