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Concordia » Hora Digital
Fecha: 14/07/2025 07:31
El trono de Wimbledon tiene nuevo dueño y se llama Jannik Sinner. El tenista italiano lució solidez y tiró de esa mente fría y esa concentración que le caracterizan y que acompañada de sus potentes saques y una arrolladora derecha desesperaron a Alcaraz. El español, con el mono de trabajo puesto desde el inicio del partido, trató de aguantar todos los cañonazos que le mandaba el italiano de lado a lado de la pista, incapaz de imponer su juego. Carlitos logró llevarse la primera manga, pero las tres siguientes fueron de Sinner, que voló y brilló sobre la pista mostrando un juego potente para arrollar al español y poner fin a su reinado con un 3-1 (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4). Ahora Wimbledon tiene nuevo rey. Poco más de un mes después de la apoteósica final de Roland Garros, Carlitos y Jannik volvían a verse las caras por un título, el de Wimbledon. El español ha protagonizado un torneo sólido. Sin dudas, pero también sin la brillantez y esa potencia arrolladora que acostumbra a mostrar en las grandes citas. Hasta que Cameron Norrie le hizo despertar y mostrar su versión, la cual replicó ante Fritz. Tan solo le separaba Sinner de volver a levantar la copa al cielo de Londres. El italiano ha tenido una actuación en Wimbledon distinta a la del español, dado que ha tenido un avance lineal, superando todos los duelos por 3-0, a excepción del partido ante Dimitrov, pero la final no se preveía tan sencilla. Alcaraz comenzó sirviendo con saques certeros y potentes. Con tan solo cuatro consiguió cerrar el primer juego, dejando en blanco a un Jannik al que le costó arrancar. La alegría no le duraría demasiado, dado que el italiano consiguió romperle el tercer servicio. Lejos de dar por perdido el set, el de Murcia tiró de solidez, de trabajo y, sobre todo, de piernas para aguantar las bolas de lado a lado que le mandaba el rival. Consiguió devolver el golpe y romperle el saque al italiano para ponerse 4-4, lo que provocó que soltara un rugido que retumbó sobre la pista y todavía resonaba cuando le rompió también el siguiente para levantarse de la lona y llevarse el primer set. Con el marcador en contra, Jannik estaba obligado a reponer y remontar. Y desde la lona fue haciéndose grande en la pista central, encontrándose las costuras de Carlos. Le movió por la pista con unos derechazos imposibles. Cruzados y paralelos. Unos golpes que fueron llevando al español a un punto de desesperación. Le rompió el servicio nada más arrancar la segunda manga y le puso a correr por la pista, mientras Alcaraz era incapaz de encontrar un resquicio con el que imponer su juego. Esa ventaja, que consiguió nada más arrancar la manga, la mantuvo para sellar con un 6-4 y poner el marcador en tablas de nuevo. El italiano había conseguido reponer y lejos de quedarse ahí metió una marcha más. Había encontrado la forma de imponerse al español sobre la hierba y estaba dispuesto a aprovecharlo. La derecha y la solidez se impusieron a Carlitos, que no dejaba de mirar a su equipo en busca de una solución, de una estrategia que le permitiera mandar, como había hecho en ediciones anteriores, en Londres. En la tercera manga, Alcaraz logró aguantar. Se dejó todo sobre la pista, especialmente el pulmón y las piernas, pero con el marcador señalando 4-4, el italiano le rompió el servicio y cerró el set con su saque. Los tres récords que Carlos Alcaraz ha conseguido lograr antes que Rafa Nadal. La superioridad de Jannik era más que evidente. Alcaraz lo sabía y así se lo trasladó su equipo. Con una desesperación de quien se sabe inferior al rival, a pesar de que hace poco más de un mes se impusiera a él en Roland Garros. En el cuarto set, la grada, encabezada por los amigos del de Murcia, gritaba “sí se puede” y Alcaraz tras cada golpe sonreía. Quería repetir la gesta de París, pero Sinner tenía otros planes y rompió el segundo servicio al español. A partir de ese momento, necesitó tirar de concentración para que los nervios de la cercana victoria no se apoderaran de él. Consiguió mantenerlo a raya y cerrar el set para proclamarse campeón de Wimbledon, poniendo fin al reinado de Alcaraz.
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