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» TN corrientes
Fecha: 14/07/2025 01:40
Fútbol Boca, en un pálido debut, no pasó del empate ante un interesante Argentinos en La Paternal Domingo, 13 de julio de 2025 Fue empate sin goles en el Diego Armando Maradona. El local dominó en la primera mitad y la visita, con Paredes en un palco, mejoró en el complemento. Del calor de Estados Unidos, y un Mundial de Clubes con claroscuros, al frío de Buenos Aires y un debut poco auspicioso en el Torneo Clausura. En el medio, hubo 19 días para preparar el partido ante Argentinos Juniors. No se trata de mucho tiempo, está claro, pero la presentación de Boca en La Paternal mostró muy poco trabajo. No hubo sociedades, se prescindió de la pelota y recién en la segunda etapa, cuando el rival bajó la intensidad, logró generar algo de peligro. Fue muy pobre el aspecto azul y oro en Juan Agustín García y Boyacá. Sus hinchas solo podrán valorar el punto y si hay un poquito de entusiasmo, todo tiene que ver con Leandro Paredes. Claro que el volante campeón del mundo, que llegó como un Mesías desde Roma, no puede desequilibrar con su sola presencia en la mitad de la cancha. Y Miguel Angel Russo deberá laburar para insertarlo en un conjunto que se destaca mucho más por el orden que por la elaboración. Corre, mete, pero tiene muy poco volumen de juego. Y más allá de los desniveles individuales, con Carlos Palacios como principal apuntado, hubo muy poco de lo bueno que se vio ante Benfica. Y ya son demasiados partidos sin triunfos, ocho exactamente. La última vez fue el 19 de abril, cuando Fernando Gago todavía era el entrenador xeneize. Pasaron 85 días. Argentinos Juniors, uno de los mejores equipos de la fase regular del Torneo Apertura muy a pesar de sucumbir en los cuartos de final, exhibió el mismo sello que le imprimió Nicolás Diez. Más allá de algún retoque, tiene la identidad cada vez más afirmada. Con un 4-3-3 flexible, el equipo de La Paternal propone un gran manejo de los espacios. Es punzante por las bandas, especialmente por el sector de Sebastián Prieto; cambia de frente cuando el juego se hace espeso por adentro y triangula en los vértices con superioridad numérica. Maneja el pulso Federico Fattori. Tuvo las mejores situaciones en el primer tiempo. La más clara, por un error no forzado de Agustín Marchesín, que regaló la salida y se recompuso en el mano a mano con Tomás Molina. Boca no pateó al arco en esos primeros cuarenta y cinco minutos. Russo apeló a un 4-2-3-1 con Rodrigo Battaglia en el medio como punto de partida y liberó a Palacios para engranar el juego. Pareció tomar el dominio en el comienzo, cuando se plantó en el campo adversario con intensidad. Fue apenas un rato. Cuando empezó a controlar la pelota, Argentinos fue superior. Alan Lescano tuvo el primero, pero le faltó potencia a su tiro, tras un centro de Prieto, y terminó entre los guantes de Marchesín. Y hubo cuatro toques que derivaron un pase filtrado de Emiliano Viveros y un zurdazo de Molina que se perdió cerca del poste izquierdo. Boca corrió siempre de atrás. Y en el arranque del complemento, Argentinos no cesó en su asedio. Salió con idéntica postura ofensiva y fue muy agresivo en la recuperación. Boca perdía las divididas, sufría en el área, pero el equipo de La Paternal se repetía en los envíos aéreos que favorecían, especialmente, a Marco Pellegrino, muy firme de arriba. Daba la sensación de que solo un contraataque bien resuelto podía volcar el duelo a favor de Boca. Sobre todo, si lo encabezaba Miguel Merentiel. Y lo tuvo el uruguayo, tras un pase largo de Palacios. Le faltó justeza en el mano a mano y ganó el Ruso Rodríguez. Fue el primer disparo en casi una hora de juego. Russo entendió que su equipo estaba muy metido atrás y que los once que habían arrancado necesitaban un revulsivo. Entonces, hizo dos variantes. Salieron los desangelados chilenos y dispuso los ingresos de Kevin Zenón y Tomás Belmonte. Soltó a Velasco y buscó salir del fondo. Diez mandó a la cancha a un recién llegado, Lautaro Giaccone, para encarar a su tocayo Blanco. Un extremo joven en lugar de Ismael Sosa, algo cansado y poco gravitante. No obstante, perdió ritmo Argentinos. El esfuerzo que había hecho en el primer tiempo pasó factura. Boca lo equilibró desde el músculo. Con más empuje que ideas, está claro. Y si el partido ya era de vuelo bajo, se terminó de pinchar. Se impuso el vértigo, las infracciones y no hubo jugadas de peligro en las áreas. Ni siquiera el ingreso de Hernán López Muñoz, el sobrino de Diego Maradona, le dio brillo a una noche oscura que dejó más interrogantes en Boca. A fin de cuentas, la exigencia de su camiseta -y su presupuesto- lo obliga más que nunca en este segundo semestre. Domingo, 13 de julio de 2025
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