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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/07/2025 06:58
En la provincia de Tucumán se encuentra la segunda casa del general Manuel Belgrano (Fotos: archivo DEF) En la provincia de Tucumán, el general Manuel Belgrano libró una de sus victorias más decisivas, pero también vivió sus últimos días en una sencilla casa de paredes blancas y techo de paja. Por entonces, el creador de la bandera optó por permanecer lejos de los homenajes y el bronce, fiel a su estilo austero. DEF recorrió este modesto espacio, ubicado en la avenida Bernabé Aráoz al 600, en la capital tucumana, lugar donde conviven la intimidad del prócer con los sacrificios de una época marcada por el anhelo de una patria libre y forjada con el coraje de los soldados del Ejército y de los gauchos argentinos decididos a enfrentar al poder. “Esta es una recreación del hogar que Belgrano ocupó durante casi cuatro años. Y, de hecho, es la única propiedad que el general adquirió en vida y en la que más tiempo permaneció luego de Buenos Aires”, cuenta a DEF la licenciada Gigliola Petrelli, quien comenzó a trabajar en el lugar desde su inauguración (a cargo de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán) y que, desde entonces, lo cuida como a su propia casa. La licenciada Gigliola Petrelli contó a DEF los secretos de la segunda casa de Tucumán La historia de la otra casa de Tucumán A propuesta del Instituto Belgraniano de Tucumán, la casa que ocupó el creador de la bandera en el siglo XIX fue recreada por la ciudad e inaugurada el 27 de septiembre de 2012, en el marco de la celebración con motivo de los 200 años de la Batalla de Tucumán. En el predio que ocupa, hay una colección de objetos vinculados al prócer. De hecho, una vez que la ciudad dio el puntapié para homenajear a uno de los próceres más importantes de Argentina, muchas instituciones quisieron decir presente en la exhibición. Por ejemplo, el Instituto Nacional Belgraniano fue el que donó unas banderas nacionales y otra de la Libertad Civil, y los alumnos de una escuela de alta montaña realizaron un mural de Belgrano con lana de ovejas para ser incluido dentro del museo. Cabe destacar que fue el mismísimo chozno del general Belgrano, el licenciado Manuel Belgrano, quien llevó a Tucumán una réplica de la imprenta móvil (exhibida en el Cabildo de Buenos Aires). DEF recorrió este modesto espacio, ubicado en la avenida Bernabé Aráoz al 600 El vínculo de Manuel Belgrano con Tucumán En palabras de Gigliola, primero Manuel Belgrano estuvo en la provincia de Tucumán durante el tiempo que duró la batalla. Por entonces, en 1812, se alojó en la iglesia “San Francisco”, frente a la Plaza Independencia. Luego, regresó a la provincia en 1814, tras entregar el mando del Ejército al general José Francisco de San Martín. Posteriormente, volvió en 1816, para participar de la sesión secreta del 6 de julio, días antes de la declaración de la Independencia. Por entonces, el Congreso nombró a Belgrano como jefe del Ejército del Norte por segunda vez. “Ante esa inquietud, Belgrano decidió comprar un terreno cercano al cuartel de los soldados, en la ciudadela de San Martín. Finalmente, el Cabildo le terminó donando el predio en agradecimiento por el triunfo obtenido en 1812”, relata Petrelli, no sin antes aclarar que ese Cabildo estaba donde hoy funciona la Casa de Gobierno de Tucumán. Belgrano, en cambio, optó por instalarse en la zona rural de la ciudad. “Es por eso por lo que Belgrano se instala en Tucumán desde 1816 hasta febrero de 1820”, aclara, no sin antes especificar que la casa original estuvo emplazada en una plaza a unos metros del lugar que ocupa en el presente (donde está la actual plaza Belgrano en la ciudad): “La recreación se hizo con una descripción histórica de la época que relata que era de adobe, pintada de blanco, con techos de paja y cinco ambientes. Uno puede presumir que tendría una habitación para él, otra para un ayudante, la cocina, un comedor, y probablemente una caballeriza. Las crónicas mencionan también un pozo de agua y un pacará”. “Esta es una recreación del hogar que Belgrano ocupó durante casi cuatro años”, rememoró a DEF Petrelli La Batalla de Tucumán, ¿una victoria obtenida por el pueblo? ¿Por qué la de Tucumán es la batalla más popular de todas? “Se dice que es la más federal y la más criolla porque participaron ciudadanos de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y hasta de Tarija. Incluso, hubo mujeres, como María Remedios del Valle. También acompañó Josefa Ezcurra, que quedó embarazada de Belgrano, y, meses después, dio a luz a Pedro Pablo”, responde. El dato: antes de combatir en Tucumán, Belgrano pasó por Rosario, donde creó la bandera de acuerdo con los colores utilizados en la escarapela. “La mandó hacer celeste y blanca. Eran los colores patrios que se estaban usando y Belgrano los empleó en el uniforme del Ejército y, así, diferenció a los soldados de los enemigos. En febrero de 1812, recibió la orden del gobierno de Buenos Aires de ir hacia el Norte”, comenta Gigliola. Ya en Jujuy, Belgrano recibió una nueva orden: abandonar la provincia e ir hacia Córdoba. Fue entonces cuando llevó adelante el épico Éxodo Jujeño: “Él no quiso dejar a los jujeños a merced de los realistas. Entonces, les pidió que enviasen sus animales y cosechas a Tucumán. Lo que no podían transportar, debían quemarlo. Es la estrategia de tierra arrasada”. Esta casa es la única propiedad que el general adquirió en vida y en la que más tiempo permaneció luego de Buenos Aires Finalmente, ya en Tucumán, el 24 de septiembre se enfrentó con los realistas, al mando del general Pío Tristán, a quien Belgrano conoció mientras estudiaba en Europa. “El lugar que eligió para combatir es el que ocupa esta casa, el Campo de las Carreras, llamado así porque era el punto donde se hacían las carreras de caballo”, dice, al tiempo que cuenta que, por los triunfos en Tucumán y Salta, a Belgrano lo reconocieron con 40.000 pesos oro, que él donó para ser empleados en cuatro escuelas (una en Jujuy, otra en Tarija, Bolivia, y dos más en Tucumán y Santiago del Estero). A ese reconocimiento, se le suma el sable. Belgrano, el prócer que hizo de la humildad un estilo de vida “Era muy humilde la casa. En el comedor, tenía una mesa de madera muy sencilla, con 12 sillas de paja y dos bancos. Dormía en un catre. Las descripciones hablan de un hogar muy austero, de mucha simpleza”, cuenta Gigliola. ¿Por qué se fue Belgrano de Tucumán? “Él estaba muy enfermo y quería quedarse. Probablemente por su hija, que estaba acá. Pero, en 1819, hubo una sublevación. Lo tomaron prisionero y lo quisieron engrillar, su médico se opuso, pues el prócer tenía las piernas muy inflamadas (por hidropesía). Entonces, le colocaron una custodia en la puerta de la casa. Por eso, él decidió regresar a Buenos Aires. Solicitó que le adelantasen un dinero que se le debía (de su salario) para poder viajar y le respondieron que las arcas estaban complicadas, que no tenían para darle. Sin embargo, un comerciante tucumano le prestó. Finalmente, murió allá, el 20 de junio de 1820, con 50 años de edad. Eso sucedió en la misma casa donde había nacido, el 3 de junio de 1770 (a pocos metros del Convento de Santo Domingo)”, responde. La Virgen de la Merced se encuentra expuesta en uno de los ambientes, pues Manuel Belgrano era devoto y fue por su intersección que obtuvo la victoria en Tucumán Antes de morir, Belgrano le pagó a su médico por sus servicios con su reloj, único objeto de valor que tenía en su poder. No contaba con dinero, así que dejó testamentada una deuda: nombró a su hermano, Domingo, como albacea y le dio instrucciones de que, una vez que le pagasen lo que le debía el gobierno, además de saldar todo, el dinero fuera destinado a la crianza de su hija mujer. Según un testimonio de Juan Bautista Alberdi, que data de un viaje que hizo a la provincia en 1834, en aquel momento ya no había vestigios del que fue el hogar de Belgrano. No resistió el paso del tiempo. ¿Qué esconde el solar histórico belgraniano? Adentro, hoy la Casa Belgraniana exhibe un centenar de objetos que reflejan la importancia del creador de la bandera en la historia. Quizá lo más curioso es la colección de billetes que llevan el rostro del general Belgrano y que fueron utilizados en distintos momentos. También están las estampillas adoptadas por el Correo Argentino. “Lo más antiguo es un jarrón que se hizo para conmemorar los 100 años de la Revolución de Mayo, pues Belgrano fue uno de sus protagonistas”, dice Gigliola, mientras continúa el recorrido, que también incluye una réplica del sable que el gobierno le entregó al creador de la Bandera luego de su victoria en Tucumán y Salta. Hoy la Casa Belgraniana exhibe un centenar de objetos que reflejan la importancia del creador de la bandera en la historia Con respecto a la prensa imprenta móvil que se encuentra en el solar, la licenciada señala el trabajo periodístico de Manuel Belgrano: “Aquí se ponían las letras, que eran de plomo y se pintaban. Luego, se ponía el papel. Justamente, esa prensa imprenta móvil se utilizó para hacer el primer diario de Tucumán”. Otro curioso elemento exhibido es la réplica de las lanzas usadas por los gauchos durante la Batalla de Tucumán. Al respecto, Gigliola aclara que, por entonces, no había armamento para todos. Y, como la mayoría de quienes se sumaron al enfrentamiento eran gauchos, empleaban una caña de tacuara y, en su extremo, se colocaba un cuchillo o tijera a la mitad. También, en lo que debió ser la habitación del General, hay un catre de campaña: “Él lo usaba con un colchón muy finito y, cada vez que se lo venía a ver, él lo tenía doblado. Es decir, la única vez que se extendía era durante las pocas horas de sueño que tenía el prócer; pues dicen que permanecía mucho tiempo en vigilia. Incluimos la imagen de la Virgen de la Merced, pues era devoto y fue por su intersección que obtuvo la victoria en Tucumán”. También se exhibe una réplica del sable que el gobierno le entregó al creador de la Bandera luego de su victoria en Tucumán y Salta El detalle de la Virgen de la Merced: según Gigliola, la imagen original de la Virgen que salía en procesión no fue a la que Belgrano le entregó su bastón de mando tras la batalla, pues se la negaron. Resulta que el presidente de la Cofradía que la tenía en su poder le explicó que tenía el maquillaje fresco y no se la podía sacar. En realidad, dicen, se negó porque era español y Belgrano había derrotado a los realistas. Sin embargo, el prócer insistió y, junto a Díaz Vélez, consiguieron una imagen más pequeña. “Esa es la que se saca en procesión en el Campo de las Carreras y a ella se le entrega el bastón”. Finalmente, el solar recrea la cocina de la casa de Belgrano. Gigliola cuenta que, además, Belgrano tenía una huerta a la que le dedicaba su tiempo. En ese sentido, la licenciada agrega que su Ejército debió permanecer largo tiempo sin ayuda del gobierno; en consecuencia, y para mantener a sus soldados, él obligaba a cada unidad a tener sus propios cultivos. El solar recrea la cocina de la casa de Belgrano ¿Cuál fue el destino de los dos hijos de Manuel Belgrano? Es inevitable recorrer la Casa Belgraniana sin tener en cuenta la vida íntima y familiar de Belgrano. ¿Qué pasó con sus hijos? “Belgrano tuvo dos hijos. Uno con Josefa Ezcurra, la cuñada de Juan Manuel de Rosas. Los padres de Josefa la habían comprometido en matrimonio con un primo. Pero, con las ideas revolucionarias de 1810, él regresó a Europa y la abandonó. Ella, entonces, retomó su romance con Belgrano. Y, cuando ella se enteró de que lo habían enviado al Norte, decidió ir a su encuentro. Estando acá, quedó embarazada y decidió viajar a Santa Fe para tener a su hijo. Ella aún tenía a su marido con vida, iba a ser una deshonra para la familia. Entonces, Encarnación Ezcurra, casada con Rosas, lo adoptó como hijo propio: Pedro Pablo Rosas se enteró de que era hijo de Belgrano luego de que falleciera el prócer; a partir de ese momento, terminó firmando las cartas como Pedro Rosas y Belgrano”. En el predio que ocupa, hay una colección de objetos vinculados al prócer (Fotos: archivo DEF) Ya en 1816, en tiempos de la Independencia, Belgrano asistió a un baile de gala en Tucumán. Allí conoció a Dolores Helguero. De ese romance, nació su hija Manuela Mónica del Corazón de Jesús Belgrano. “Hay descendientes con su apellido porque ella se casó con un sobrino segundo (nieto de una hermana de Belgrano)” aclara, y agrega que el presidente del Instituto Belgraniano, el licenciado Manuel Belgrano, viene de esa rama de la familia.
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