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» Diario Cordoba
Fecha: 28/06/2025 11:31
El cambio climático y la destrucción de hábitats podrían causar la extinción de más de 500 especies de aves en los próximos 100 años, según un estudio que han realizado investigadores de la Universidad de Reading (Reino Unido). Según la investigación, publicada en Nature Ecology & Evolution, esta cifra triplica la de todas las extinciones de aves registradas desde el año 1500. Esta situación reducirá considerablemente la variedad de aves en todo el mundo, perjudicando los ecosistemas que dependen de estos animales para su correcto funcionamiento. La agricultura y el suministro de alimentos a la población humana pueden verse también notablemente afectados debido a los servicios ecológicos que prestan las aves. Incluso con una protección completa de estas especies, la mitad de ellas se extinguirá irremediablemente, según los autores Los científicos descubrieron que, incluso con una protección completa contra amenazas causadas por el ser humano, como la degradación de los hábitats, la caza y el cambio climático, unas 250 especies de aves se extinguirían irremediablemente. Águila imperial, especie en peligro / Shutterstock/J. Giraldo Kerry Stewart, autor principal de la investigación de la Universidad de Reading, afirmó: «Muchas aves ya están tan amenazadas que la simple reducción del impacto humano no las salvará. Para sobrevivir, estas especies necesitan programas especiales de recuperación, como proyectos de reproducción y restauración de su hábitat”. “Nos enfrentamos a una crisis de extinción de aves sin precedentes en la era moderna. Necesitamos acciones inmediatas para reducir las amenazas humanas en los hábitats y programas de rescate específicos para las especies más singulares y en peligro de extinción”, añadió. Las aves más grandes, las más amenazadas Los investigadores estudiaron la situación de cerca de 10.000 especies de aves utilizando datos de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo que les permitió predecir el riesgo de extinción de cada una de ellas, basándose en las amenazas que las afectan. Urogallo cantábrico / La Nueva España De este modo, el estudio descubrió que las aves de gran tamaño son más vulnerables a la caza y al cambio climático, mientras que las aves de alas anchas sufren más la pérdida de sus hábitats. Los autores también identificaron qué acciones de conservación ayudarían a preservar mejor tanto el número de especies de aves como sus funciones ecológicas. La profesora Manuela González-Suárez, autora principal del estudio en la Universidad de Reading, afirmó: «Detener las amenazas no es suficiente; entre 250 y 350 especies requerirán medidas de conservación complementarias, como programas de reproducción y restauración del hábitat, si quieren sobrevivir el próximo siglo. Priorizar los programas de conservación para tan solo 100 de las aves amenazadas más inusuales podría salvar el 68 % de la variedad de formas y tamaños de las aves». Esta estrategia podría ayudar a mantener la salud de los ecosistemas. Detener la destrucción de los hábitats salvaría a la mayor parte de las aves amenazadas. Sin embargo, reducir la caza y prevenir las muertes accidentales salvaría a aves con características más específicas, que son especialmente importantes para la salud de los ecosistemas.
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