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  • Valentino Merlo, la promesa de la música nacional de 16 años: su camino al éxito y su lucha entre la escuela y su carrera

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 25/06/2025 06:32

    Con su carisma y simpatía, Valentino Merlo como la joven promesa de la música nacional (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) Él no lo sabía pero, a los 14 años, en el instante en el que superó los nervios y decidió cantar en un evento del club de su barrio en su Rosario natal, Valentino Merlo dio el primer paso de su carrera como artista. Desde entonces, aquel video suyo inundó las redes sociales, atrajo las miradas de todo un país y lo catapultó como la promesa de la música nacional. Cuesta creerlo, pero solo pasaron dos años desde ese momento en el que el joven interpretó “Como la flor”, de Selena, y “Costumbres”, de Damas Gratis, al borde de las piletas del Saladillo. Al poco tiempo, la fama volvió a tocar su puerta, y una versión suya de “Hoy” junto a The La Planta, el tema compuesto por Gian Marco e inmortalizado por Gloria Estefan, se viralizó, convirtiéndolo en un fenómeno y atrayendo las miradas de artistas como Big One, Emanero y Luck Ra. El joven artista cuida su voz con clases y fonoaudiología, adaptándose a los cambios propios de la edad (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) Así, meses atrás, Valentino llegó a agotar tres Gran Rex. Ahora, se enfrenta a su mayor desafío, un recital en el Movistar Arena. El evento, dispuesto para el 13 de octubre, lo convertirá en el solista más joven en presentarse en el estadio de Villa Crespo. Más allá de eso, él no siente presión, está decidido a disfrutarlo. “Siempre hago esto, uno, dos, acción”, dice con entusiasmo Merlo, juntando las palmas de sus manos como si fueran una claqueta de cine, dando inicio a la charla con Teleshow. Mientras se acomoda, Valentino habla de las bajas temperaturas que invaden Buenos Aires y expresa su incomodidad: “En el cuidado de mi voz me juega para atrás. Soy muy alérgico al cambio de clima. Se me congestiona mucho”. Al mismo tiempo agrega sobre su más grande show hasta la fecha: “Estoy algo nervioso. No estoy encontrándome en un sentimiento. En los Rex estaba nervioso y esta vez estoy ansioso. Tengo ganas de llorar de felicidad. Hay veces que digo: “Uy, lo estamos por hacer”. Va a ser un show increíble. Vamos a disfrutar un montón. Y por suerte, va a hacer calor”. - ¿Cómo se compara esto con el Gran Rex? - Siempre lo trabajamos para que esto se cumpla, para hacer tres Rex. Y soñábamos mucho para hacerlos y lo mismo con el Movistar. Lo que si, nunca pensamos en hacerlo en esta edad, como trabajarlo para ser el solista más chico en hacer un Movistar. Es algo increíble, soñado. Las abuelas de Valentino impulsaron su vocación artística financiando sus primeras clases de canto (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - ¿Cómo surgió la idea de hacer este show? - Quería hacerlo y ya antes de hacer el Rex nos tiraron la propuesta de hacer el Movistar y dijimos: “O vamos directo o pensamos y vemos cómo es el primer paso, vamos paso a paso”. Hicimos los Rex, largamos uno, después dos, tres y no parábamos. Fue algo increíble que yo creo que Dios dijo: Hicieron el primer paso, tomen acá, tienen”. Y se viene el Movistar, que es una locura para mí, un antes y un después para nuestra carrera. - ¿Qué dice tu papá con todo esto? - Mi papá es como el pilar de todo esto, de mi carrera. Todos los días charlamos, nos sentamos en la mesa, planeamos lo que va a ser el proyecto, videoclips, featuring, estudio, pero siempre mi vida es la música. Trabajamos un montón sobre la música y no lo tomaría tanto como trabajo porque lo disfruto muchísimo. El cantante mantiene una estrecha relación con artistas como Luck Ra, Emanero y Big One (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - Cuando uno es chico empieza como un hobby, y no está bueno cuando se torna un trabajo - Hay veces que llega ese momento, pero ahí prefiero estar tranquilo. Si esto nos estorba y se convierte en un trabajo, no lo vamos a poder disfrutar. Ahí hacemos una pausa con mi familia. Que los nervios y las ansias bonitas no nos estorben el camino. - ¿Cómo es esta relación entre ustedes? - Es un equipo súper familiar. Lo que más recalco con mi familia es que disfrutamos. Esa es la palabra justa para describirlos. Mi mamá es mi mamá. Con mi familia no soy el artista. Soy el hijo. Pero como mi mamá siempre me reta. Mi papá también. Hay veces que lo hacen con la escuela, los dos caminos juntos es demasiado difícil. Pero mi mamá. Siempre dice: “hay que hacer la tarea, mañana tenés prueba”. Una mamá. - ¿Mamá en la escuela y papá en la música? - Cada uno se divide el trabajo. Mi mamá es de la escuela, me ayuda en bastantes cosas con la música. Me organiza. Mi papá también es mi representante. Mi hermano escribe. Nosotros somos los que nos encerramos en el estudio y empezamos a cranear y hacer canciones. Merlo destaca la importancia de disfrutar el camino artístico y mantener los estudios pese a la fama (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - ¿Cómo vas llevando la escuela? - Es difícil llevar las dos cosas. Como todo chico yo prefiero la música mil veces. No me gusta la escuela, ni las pruebas, pero hay que hacerlas. Hay veces que cuando estoy de gira y no estoy haciendo las clases es como que extraño un poco la escuela, los compañeros, no sé si estudiar tanto porque no me gusta estudiar, pero sí extraño estar con los chicos en la escuela, tomar los mates. Estudiar te acepto un poquito también. - Me imagino que estudiás a distancia... - Estamos viendo la posibilidad de rendir lo del año pasado, ya que no nos dejaban hacer por zoom. Obviamente no es lo mismo estar presencial que vía virtual, pero estamos haciendo algo. - ¿Qué materias te interesan? - Yo primero hice un cursillo para el Politécnico en Rosario, que es una escuela demasiado importante. A mí me interesaba demasiado la robótica, quería una escuela robótica si o si. Pero la mejor materia que me va es dibujo técnico. Me encanta. Hay veces que algunos proyectos no me van bien, que me cuestan, pero si me encanta. Me gusta dibujar y planear. Usar mi cabeza, mi mente para organizarme en un futuro. Y estar un poquito presionado también me gusta. Me gusta la presión. - ¿Cómo alcanzaste esta madurez siendo tan joven? - Yo creo que mi familia son los que me baja a tierra. Que esté mi mamá siempre detrás me ayuda un montón, yo siempre me junto con gente grande, me gusta charlar con los amigos de mi hermano. Allá en Rosario no me juntaba con gente de mi edad, sino con los amigos del Tomi. Con mi papá siempre íbamos a comer pescado al río, íbamos a comer y me juntaba con sus amigos. Más amigos grandes que chicos. Su familia es el pilar fundamental de su carrera, combinando apoyo en la música y la escuela (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - ¿Con qué artistas tenés buena onda? - Con Facu, con Luck Ra, Con Emanero, con Big One, demasiados, son amigos, compañeros de trabajo, también charlamos sobre los proyectos. Por atrás, los artistas saben cosas, proyectos, shows en estos lugares, que hay gente que no lo sabe, pero eso está bueno porque guarda secretos también de los otros. - ¿Cómo nació la amistad con ellos? - En el estudio, con canciones. Hay veces que no me enfoco tanto en ir directo a un estudio a grabar, sino antes vamos a pegar química, a ver qué onda entre nosotros. Y ver qué sale en el momento. Hay veces que invitamos a comer asado, a comer un guiso de lentejas que hace mucho que no como. - En ese sentido también se da la amistad con gente más grande que vos... - La mayoría de los artistas son de esa edad, pero sí me gustaría hacer una colaboración con Milo J, que también estamos cerca de edad. Él es un crack. Está bueno mezclar los estilos de los dos, generar uno nuevo. - Uno de tus videos virales era cantando un tema de Abel Pintos, ¿se conocieron? - Me encantaría. Siempre va a ser mi ídolo. Yo soy una persona que siempre lo canté, siempre escuché sus canciones, estuve detrás de él porque lo amo y escucho todos sus temas. Gracias a él y gracias a mi familia. Hoy en día estoy acá. El artista rosarino saltó a la fama tras viralizarse sus videos cantando éxitos de Selena y Damas Gratis (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - ¿Qué sentís cuando escuchas a Abel Pintos? - Me siento más libre. Cuando estoy tenso, o antes de salir un show también, me pongo los auriculares y escucho a Abel. Es como un ritual. - En todo esto unas de las grandes artífices fueron tus abuelas... - A las Abus la amo. Ellas fueron las primeras en pagar canto porque nosotros no cumplíamos con el gasto. Me pagaron la academia de canto a los siete. A los ocho fue mi primera presentación en un escenario, que estaban mis abuelitas también. Canté una canción de Abel Pintos y dije: “Qué sensación rara”. Era algo inexplicable. Cuando bajé del escenario era como, ‘quiero más, otro escenario’. Quería sentir otra vez esa sensación. Y desde ahí supe que ese era mi lugar, que disfrutaba un montón estar arriba del escenario. - ¿A tus abuelas les mostrás todas las canciones que lanzás? - Sí, y antes de que salgan, lo que no saqué también se los paso. Miran los archivos, los videos también. Si a mí me gusta, se los paso a las abus, a mi mami, que si ellos dan el ok, vamos para adelante. Valentino Merlo, la joven promesa de la música argentina, se prepara para su mayor desafío en el Movistar Arena (Crédito: Prensa Valentino Merlo/Franco Pettinari) - Al ser tan joven, e ir creciendo, la voz también va cambiando. ¿Sentiste algún cambio en el último tiempo? - Yo no me doy cuenta. Es como cuando tenés un hijo, que como lo ves todos los días, convivís siempre, no te das cuenta. Y yo no me doy cuenta de mi voz tampoco. Pero cuando escucho las canciones de hace un montón sí lo noto. Igual estoy tomando clases, fonoaudiología, otorrino y canto, así que me cuido full. - ¿Y te gusta que cambie? O decis: “Me gusta como canto ahora, no quiero que cambie” - Y yo tengo ese pensamiento también, pero es como una inseguridad de decir: “No, no quiero que cambie, capaz que suena feo después”. Pero si uno la trabaja y la va acomodando, el cambio es para bien. Gracias a Dios, con los pasos que estamos dando hoy en día y el estudio que estamos haciendo, vamos súper bien. Mi registro se va agrandando un poquito más, descubro agudos nuevos. - ¿Cómo te ves en diez años? - Ya con esto del Movistar, los tres Rex. Para mí es demasiado. Va a ser un antes y un después. Como dijo Duki cuando hizo el River, “¿qué va a pasar después del River?”. O sea, lo más alto que podés llegar. Pero yo creo que después del Movistar hay muchas cosas, muchos proyectos nuevos. De la pollería, verdulería en Rosario a hacer tres Gran Rex y un Movistar Arena. Increíble. Algo soñado. - Si hace tres años te decían que iba a pasar esto, ¿lo creías? - Le diría al chico del Saladillo que sueñe más grande todavía, que los sueños se cumplen, que hay veces que hay que dejar las cosas que quizás nos gustan. Yo dejé muchas cosas de lado de mi, de mi edad, pero le juro que vale la pena.

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