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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 25/06/2025 11:52
Miércoles, 25 de Junio de 2025, 10:57 Redacción EL ARGENTINO Mauricio Macri estaría decidido a cerrar su ciclo político activo tras las elecciones de octubre. Según fuentes del PRO, el ex presidente evalúa renunciar a la presidencia del partido, frustrado por el trato que recibe del presidente Javier Milei y por el rumbo errático que tomó su fuerza política tras la derrota en la Ciudad de Buenos Aires. Su salida dejaría al PRO en una situación crítica, sin conducción clara y con serias dificultades para definir su rol futuro en el escenario nacional. Macri ya habría definido una nueva prioridad: conseguir un cargo de mayor jerarquía en la FIFA, donde actualmente encabeza una fundación sin poder real. La excusa del fútbol serviría para justificar su alejamiento de la política, que en los últimos tiempos se volvió para él una carga sin atractivos ni margen de maniobra. El ex mandatario ya delegó la conducción de las negociaciones con los libertarios en la provincia de Buenos Aires al diputado Cristian Ritondo, con quien mantiene una relación de confianza. Al mismo tiempo, dejó trascender que su mano derecha, Fernando de Andreis, podría convertirse en su heredero informal en el partido, un movimiento que algunos interpretan como un desprecio deliberado por la lógica política y por la dirigencia del PRO. “Es imposible administrar esta locura”, repite Macri cada vez que sus aliados le reclaman mayor presencia o definiciones ante la crisis de identidad que atraviesa su espacio. Desde el entorno del ex presidente señalan que no tiene intención de sostener un partido fragmentado, sin liderazgos claros ni estrategia frente a la ofensiva libertaria encabezada por Karina Milei, que busca borrar al PRO de las boletas de octubre. En paralelo, Macri tampoco atraviesa su mejor momento en el mundo del fútbol, donde su ascendencia política parece diluirse. Su ausencia en el reciente Mundial de Clubes en Estados Unidos, donde Juan Román Riquelme —su histórico adversario— apareció junto a Gianni Infantino, fue una postal del desplazamiento. Peor aún fue su exclusión del partido informal en el congreso de la FIFA en Paraguay, donde Riquelme, Claudio “Chiqui” Tapia y Alejandro Domínguez compartieron campo y cámaras. La confirmación de Tapia como uno de los representantes sudamericanos en el Consejo de la FIFA representa un nuevo obstáculo en la ambición de Macri de escalar posiciones en la federación internacional. Su apuro por llegar al congreso —incluso tomando un vuelo low cost para no perderse la oportunidad de mostrarse— no alcanzó para recuperar protagonismo. Acorralado por el desencanto político y el retroceso en el universo del fútbol, Macri estaría listo para correrse. Su salida no sólo marcaría el fin de una era en el PRO, sino que dejaría al partido en un escenario de profunda orfandad, sin liderazgos firmes ni una estrategia clara para enfrentar el avance libertario. La pregunta, ahora, es si alguien podrá llenar ese vacío.
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