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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 17/06/2025 23:10
Todo ocurrió a principios del mes de septiembre de 2024 en el Hospital Perú, de General Galarza, a 200 kilómetros de Paraná, en el departamento Gualeguay. Dos papás, desesperados, acuden con un llamado telefónico por una ambulancia para poder trasldar de urgencia a su pequeño niño. La enfermera que recibe el pedido de auxilio duda mucho: no ubicaba la dirección y pedía una referencia para orientarse y llegar con el ambulanciero. Del otro lado le insisten con la ubicación, pero la llamada se corta de modo abrupto. Entonces, en medio de la desesperación los papás deciden cargar al niño en su propio autor y salir raudos haccia el Hospital. Cuando llegan, la ambulancia aparece detrás del vehículo familiar. Llegaron al hospital y los recibe la médica de Guardia Oriana Trossero: el papá discute con la profesional, y la doctora lo echa. Lo conmina: si no se retira llamará a la Policía, le dice. El trajín fue brevísimo. Relatan los padres: «Le colocan un suero con Diclofenac, el cual le pusieron a fondo para que se le termine más rápido, colocado esto mismo por la doctora Trossero, y luego pasado unos minutos (…) le dan el alta mandándolo a casa con una simple receta de Diclofenac cada 12 horas por 2 días». El estado general del niño se agravó en la casa. «Seguía con fuertes dolores, quejándose en todo momento (…) seguía con la respiración agitada, (…) ante el agravamiento de su estado, decidí llevar nuevamente a mi hijo al hospital a las 03.00 A.M., donde se evidenció un trato desconsiderado por parte de las profesionales de la salud y se realizaron esfuerzos mínimos por estabilizarlo. Solamente le tomaron la presión y lo mandaron a una sala común, donde lo dejaron con suero y calmante, no regresando más en ningún momento a realizar un seguimiento durante toda la madrugada tanto la enfermera como la médica”, dice el informe del Ministerio de Salud y que sirvió de base para que , a través del decreto N° 1.014, del 19 de mayo último, se ordenara una instrucción sumaria a las dos enfermeras del Hospital Perú que intervieron en el caso, y que quedaron al borde de la cesantía. Las horas pasaban. Recién a las 8 de la mañana del 8 de septiembre, «cuando se hace el cambio de guardia de enfermería, porque la doctora Trossero continuaba, es cuando revisan a mi hijo las enfermeras y al ver cómo tenía el abdomen, se lo comunican a la doctora Trossero para que considere el traslado urgente a la ciudad de Gualeguay». La médica, con cierto desdén, le comunica a la familia que el traslado no se hará para buscar mayor complejidad sino «por las dudas, para que te quedes tranquila mamá». «En la ambulancia mi hijo fue trasladado solo con el chofer y una enfermera, siendo esta última quien advierte que a mi hijo se le iban los ojos para arriba, se arrancaba los pelos, entró como en una especie de crisis, por lo que le pone la enfermera oxígeno y le pide al chofer que acelere porque el cuadro no era bueno”. En el Hospital San Antonio, de Gualeguay, la esperaba un diagnóstico más grave aún a la mamá: «Lo que leo no es lo que estoy recibiendo. Esto es para ir a Paraná no para acá», dijo la médica de Gualeguay que recibió al niño. En Gualeguay lo derivaron de inmediato a quirófano. El niño no se recuperó. Y falleció el 12 de septiembre. El Ministerio de Salud dispuso la instrucción de sendos sumarios a las enfermeras Nora Evangelina Rein y Melina Florencia Sestúa, quines fueron trasladas a «un sector que no implique la atención bajo la modalidad de servicio de guardia» en el Hospital Perú. En cambio, y respecto de la médica Oriana Trossero, nada pudo hacer el Estado en materia de medidas sancionatorias. La profesional solo mantuvo su matrícula vigente en la Provincia en el período que va del 29 de febrero al 15 de noviembre de 2024. De igual modo, el decreto de Salud ordena suspender «cualquier tipo de contratación sea bajo la modalidad de guardia o suplencia» de la profesional hasta conocer el resultado del sumario en marcha. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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