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» Misionesparatodos
Fecha: 25/05/2025 13:51
“El casi 25% de ausentismo electoral de octubre de 2001 fue leído como ‘voto-bronca’ contra el modelo neoliberal, porque se produjo en el pico de la crisis de representación de aquel año que culminó con el fuego de los piquetes en el centro, luego de que lentamente fuera llegando desde las periferias del país y coincidiera con el ruido de las cacerolas, que aparecieron como emergente de aquella coyuntura; proceso que se sintetizó luego en el ‘Piquete y cacerola / La lucha es una sola’. En las calles y en las urnas, primaba el descontento popular con el orden existente (…) En nuestras filas hoy carecemos de mitos. Tal vez por eso nos aferramos a los fetiches de las consignas fáciles, a discursivas ‘autocríticas’ sin correlato en las prácticas, a intentos por ‘volver’ (a donde sea que cada quien quiere volver), en lugar de mirar atrás para tomar las fuerzas que nos inspiren a recrear, a ganar la necesaria confianza para la invención que la hora requiere. Mientras no lo hagamos seguiremos ‘indignados’ frente a lo que hacen las fuerzas del cielo y del dinero, sorprendidos ante cada resultado adverso, impotentes para ser constructores de un nuevo amanecer. Y para esto no hay muletillas que nos sirvan, porque se inventa algo nuevo cuando se es capaz de leer con lucida crudeza los nuevos escenarios adversos, para ejercitar la crítica eficaz, esa que nos lanza a la batalla para conquistar otros horizontes”. Mariano Pacheco Militante y comunicador popular Desde hace casi un año y medio, Argentina experimenta una dimensión de la crueldad nueva incluso para quienes sobrevivimos al genocidio represivo: La del genocidio sociocultural más acelerado de nuestra historia contemporánea. De hecho, en tal tesitura el ministro Luis Caputo deberá profundizar el ajuste en curso para lograr el superávit fiscal de 1,6% que demanda el presidente Javier Gerardo Milei. Hasta el momento, el gasto acumulado creció 7,7% en los primeros cuatro meses, pero para llegar al objetivo auto impuesto por encima de la meta con el FMI del 1,3% del PBI, tendrá que subir al 1% en 2025. Eso no es todo. El gobierno libertariano también aplicó un fuerte golpe al derecho a huelga de los trabajadores, con una importante ampliación de las actividades consideradas esenciales y la instauración de la nueva figura de “servicios trascendentales”. Lo hizo a través del decreto de necesidad y urgencia por el cual desreguló la marina mercante nacional. A su vez, aprovechó la presentación del nuevo régimen de navegación para incluir, por la venta, un artículo queamplía los servicios esenciales y prácticamente prohíbe realizar huelgas en sectores clave. Y, como si no bastara con tanto, también va en procura de blindar su impunidad, cerrando el capítulo de la estafa de San Valentín, que el propio Javier Milei promocionó desde su cuenta de X el pasado 14 de febrero.Lejos de esclarecer los hechos, no solo disolvió en silencio la Unidad de Tareas que había creado para auto investigarse - sin haber difundido un solo resultado - sino que ahora también intenta bloquear nuevamente la constitución de la comisión investigadora del caso LIBRA en el Congreso,una jugada que fue interpretada por la oposición como una nueva maniobra para bloquear su tratamiento, que va a contramano de lo exigido por la Cámara de Diputados durante la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos. En tal contexto, la nave insignia del “control inflacionario” puede ser debatible, pero lo indiscutible es la feroz y sistemática defensa represiva de los postulados oficiales, como últimamente se puso de manifiesto en el Barrio IAPI de Quilmes, cuando una patota de 8 uniformados de la UTOI bonaerense irrumpió so pretexto de una averiguación de antecedentes, disparando más de una vez e hiriendo a varixs vecinxs, entre ellxs a un niño de 10 años que se encuentra internado en el Hospital Iriarte con una seria lesión en su ojo derecho. En resumidas cuentas, el oficialismo está practicando, a contrarreloj, una cirugía mayor que aspira a completar antes de que la sociedad despierte del sopor de su anestesia. Incluso buena parte de la militancia no sale aún de la perplejidad que genera un calvario semejante refrendado en los votos, del que Milei - lejos de ser “una golondrina que no hace verano” - solo es la expresión local de un fenómeno global. Y, como tal, aún cuenta con una importante franja del electorado que, ante la indefinición o tibieza de sus opositores, continúa optando por su ejecutividad. En la Trilogía del Anillo escrita por J.R.R. Tolkien, hay un abyecto personaje al que denomina Grima Lengua de Serpiente, quien llega a ser el servil vocero del mago Saruman, villano de aquella ficción que colabora con el Señor Oscuro en su afán de conquistar la Tierra Media. Pues alguien así acaba de imponerse en nuestras elecciones legislativas porteñas. Lo cual exige meditar a fondo sobre la definición acuñada hace pocas horas por el ex vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, acerca de que “la moderación es la destrucción del progresismo”. Más aún: Corresponde no pasar por alto la incorporación de herramientas tecnológicas de última generación al sucio juego en que se viene transformando la rutina electoral, como la Inteligencia Artificial que produjo un video falso del jefe del PRO. Dicho esto, con mayor preocupación desde que comenzó a considerarse en circuitos de la transversalidad kirchnerista la funesta idea de propiciar de cara a octubre el armado de un “frente antifascista” integrado - entre otrxs - por dirigentes como Loustau, Carrió, y Larreta. Como hemos repetido hasta el hartazgo, la crisis de representación política que padecen los partidos tradicionales, y la consiguiente insatisfacción democrática expresada a través de un ausentismo electoral sin precedentes, hoy nos enfrenta a riesgos desconocidos, como el de las reacciones individuales desesperadas o la implosión social regresiva, en un contexto en que las estructuras que debieran responder drásticamente a los intereses populares parecen enfrascadas en un alarmante internismo. Aún ignoramos qué nos dice semejante deserción del escenario comicial, pero podemos suponer que para muchxs compatriotas ha dejado de ser el ágora donde se expresaba el aval o el descontento hacia una gestión de gobierno. Y la militancia debería tomar debida nota de ese indicio. Recientemente, el Gran País del Norte - más proclive al ataque de francotiradores que regresaron sin gloria de Viet Nam u otros escenarios de guerra colonial, a diferencia de la salida suicida a que han recurrido nuestros ex combatientes de Malvinas - proporcionó evidencias que confirman el panorama que describimos. Sin ir más lejos, culminando el año pasado, el ciudadano italoamericano Luigi Nicholas Mangione, munido de una pistola impresa en 3D, ultimó al ejecutivo Brian Thompson, CEO de la multinacional de salud United Healthcare. En tanto, a lo largo de la semana que culmina, y en un país como el nuestro, con una vasta experiencia de lucha superadora de respuestas como la anterior, más precisamente en Entre Ríos, Tomas Caíno, dirigente sindical de 72 años que atraviesa una jubilación marcada por operaciones oncológicas, de próstata, cataratas y una prótesis de cadera - lo cual asemeja su experiencia al destrato que Mangione adujo estar padeciendo por parte de las pre pagas de salud - lanzó una huelga de hambre en defensa de su obra social. El hombre criticó con dureza el proyecto que busca crear OSER y reemplazar a IOSPER, calificando a sus impulsores como “vende patria y voceros del negocio de la salud” que buscan adueñarse de cajas millonarias como IOSPER y la Caja de Jubilaciones. “Nos pone en alerta roja”, advirtió. Caíno planteó que los nuevos representantes gremiales deben asumir con la renuncia previa y sin posibilidad de reelección, percibiendo una remuneración equivalente a la de un delegado sindical en funciones. Además, propuso incorporar una figura de representación popular mediante la conformación de una asamblea ad honorem, con participación de trabajadores, prestadores y actores del sistema de salud pública, que pueda ser convocada con el aval de dos directores y con temario abierto. Y, al cabo de su protesta, convocó a un “grito de silencio” para exigir que la representación de los trabajadores siga vigente en el sistema de salud provincial. La iniciativa de Caíno resume la vasta experiencia acumulada a lo largo de la larga marcha del pueblo argentino hacia el porvenir al que aspira. Pero este no merece ser sometido a una picadora de carne como la actual, si se pretende que nadie reaccione como el estadounidense citado en primer término. ¿Quedarán dirigentes preocupados por hacer este tipo de disquisiciones? Lo cierto es que en este presente distópico los pueblos lidiamos con un enemigo sumamente poderoso. A menudo los indicios de esa contienda desigual son sutiles y se manifiestan en la cotidianeidad. Pruebas al canto: Hoy por hoy, en plena transformación de la TV convencional al streaming, cualquier usuarix de la versión gratuita de Youtube puede acceder a ciertas voces heterodoxas como las de Alejandro Horowicz, Mayra Arena, Mario Santucho, Verónica Gago, o Pablo Semán, pongamos por caso que refiriéndose a la necesidad de producir una reingeniería progresiva en el mundo del trabajo. Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia, el discurso en cuestión, se interrumpe con la irrupción de publicidad donde alguna joven con acento latino promociona ofertas de trabajo on line remuneradas por centros de poder mundial que encuentran en nuestra latitud una materia gris más barata que la del hemisferio norte. La batalla por la autodeterminación entonces, se libra cuerpo a cuerpo, en todos los frentes, y hace bastante que no solo en unas islas irredentas del Atlántico Sur. Por eso mismo corresponde actualizar nuestras estrategias de lucha ampliando, por ejemplo, el concepto de soberanía territorial, para hacerlo extensivo al de soberanía de los cuerpos (noción tan cara al movimiento feminista) o, como en el caso a que hacemos referencia, al de soberanía cognitiva, dimensión sobre la que tanto aportó la debatidísima serie Adolescencia, describiendo unos padres casi incomunicados con su hijo menor, pero tranquilos a la vieja usanza, porque este pasa las horas enclaustrado en su habitación, supuestamente a salvo de los rigores del afuera… mientras el chico se expone sin filtro a las acechanzas del entorno virtual. Recapitulando sobre la idea - fuerza que titula esta nota, nos proponemos ensayar algunas hipótesis sobre las causas del cada vez más evidente declive de la democracia formal y delegativa que recuperamos en 1983, fenómeno que se viene expresando a través del creciente desinterés por la cosa pública en general, y en particular por la sospecha de que el voto ha dejado de ser una herramienta capaz de mejorar la agobiante realidad que padecemos. Politólogos como Andrés Malamud han conjeturado que la tradición democrática históricamente se ha asociado a prácticas deliberativas, que a lo largo de las últimas cuatro décadas han venido degradándose al punto de la inoperancia, lo cual, sumado al abandono de programas progresivos por parte de las fuerzas políticas que alguna vez los tuvieron, y por ende de sus bases sociales, habría habilitado a considerar que el autoritarismo resulta más resolutivo que la inacción de lxs tibixs. En tal sentido, y mientras la izquierda no atine a conectar con las mayorías, resulta preocupante lo que viene ocurriendo en el seno del peronismo. Las señales que emanan de sus discusiones internas y de sus performances electorales, no son buenas. La unidad o la división en cada provincia no tiene argumentos lineales. Cada una es un mundo, cada partido local tiene una disputa viva. Las derrotas que sufrió dicho espacio político en Jujuy, Salta, Chaco, San Luis y CABApintaron un cuadro de complejidades. Una imagen de las consecuencias del internismo, la falta de renovación política y la incapacidad de sellar acuerdos frente a la posibilidad de que gane volumen una ola que tiña de violeta todo el país. En tal sentido, cabe interpretar la sedimentación del mileísmo en gran medida como castigo a un peronismo que cambió el ejercicio de la Justicia Social practicado durante su período fundacional por un asistencialismo divorciado de la creación de nuevo empleo, problemática que - muy a pesar de lxs doctrinarxs que se aferran a la idea de que Perón nos legó soluciones perennes para todo -, en el Siglo XXI mal puede ceñirse a consignas como “de casa al trabajo y del trabajo a casa“, que más bien habla de un bienestar impuesto de arriba hacia abajo, sin apelar a las potencialidades creativas de la clase trabajadora. En todo caso, vale la pena revisar la caja de herramientas que nos dejó el Argentinazo de 2001, contexto en que una comunidad parcialmente autoorganizada practicó la horizontalidad y la autogestión. Al menos hasta que, tras el escarmiento que supuso la Masacre de Avellaneda, el kirchnerismo irrumpió construyendo el relato de una segunda oportunidad histórica para la trunca gestión Cámpora, consagrando así el derecho de ciertas minorías, pero sin desmontar una matriz productiva agroexportadora y extractivista de acumulación por desposesión, ni alentar la necesaria construcción de poder popular. A ese respecto, vale la pena repasar el discurso de despedida de Cristina Fernández de Kirchner al cabo de su segundo mandato presidencial, cuando a fines de 2015 sostuvo ante una abigarrada multitud de compatriotas reunida ante la Casa Rosada, que, pese al triunfo electoral del macrismo, se retiraba tranquila de haber empoderado a un pueblo que sabría defender las conquistas producidas durante la “Década ganada”, capital que la gestión de Mauricio Macri pulverizó durante los primeros seis meses de su gobierno. Como alguna vez cantara nuestro malogrado trovador Facundo Cabral: “No hay que confundir la luna con el dedo que la señala”. También resulta saludable recordar que, al cabo de la masiva protesta contra la Ley de Movilidad jubilatoria defendida por el macrismo, en aquella ocasión a la que la actual ministra sionista de seguridad suele aludir diciendo “nos tiraron 14 toneladas de piedras”, la hoy presidenta del PJ instó a canalizar el descontento en las urnas a una militancia que enarbolaba la consigna “Luche y se van”. El colofón de dicha directiva fue el lamentable gobierno de Alberto Fernández - que tuvo a Cristina como su vice -, sobre el que evitaremos abundar, porque es “de buen criollo” no patear al caído. Pero por encima de todo, se torna imperioso que cada representación del campo popular ponga las barbas en remojo, dando de baja las argumentaciones que aducen que en 2023 “el pueblo votó a sus verdugos”, tan improductivas como la vana profecía acerca de que el anarco capitalismo “va durar lo que un pedo en una bolsa”, o la irrisoria exhortación a ejercitarse en Tik Tok para combatirlo. A todo esto, el Partido Justicialista concretó su Congreso Nacional en un contexto de fuerte ebullición por sucesivas derrotas, y marcado también por tensiones internas debido a las elecciones en provincia de Buenos Aires previstas para septiembre. La reunión se realizó por zoom.La Dra. Kirchnerno forma parte del Congreso y, por lo tanto, no participó. Si algo es seguro (ocurrió al cabo del federalismo y también del yrigoyenismo), es que la tradición de lucha nacional, popular y revolucionaria de nuestro pueblo no desaparecerá, cualquiera sea la suerte que su dirigencia imponga al peronismo. Por lo demás, no todo son “pálidas”: La Sala II de la Cámara Criminal y Correccional de la Capital Federal definió que el Juez Daniel Rafecas deberá investigar sobre el Juicio a la Verdad en relación a la campaña militar genocida denominada "Conquista del Desierto", encabezada por Julio Argentino Roca - hoy plenamente reivindicado por el elenco gobernante - entre los años 1878 y 1890. De modo que es a lxs de abajo a quienes corresponde gestar de prepo los foros de ese debate pendiente que una dirigencia venal y rentista no habilita, y eso solo es posible mediante una movilización multisectorial de voluntades capaz de ir generando nuevos sentidos comunes y, por ende, nuevas mayorías. Si por ventura estuviéramos ante la última partida de los pueblos libres del Sur Global, convendrá recordar que una Asamblea Plurinacional Constituyente siempre será su mejor baraja en la manga. - Por Jorge Falcone-La Gomera de David
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