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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/05/2025 02:43
María Laura Santillán Con Ariel Staltari Desde el primer capítulo de “El Eternauta” Ariel se destaca. Desde el momento en que aparece su personaje, empieza a incomodar y a irritar al grupo de amigos, es una de las mejores actuaciones de la serie. Ariel participó en ficciones muy exitosas, “Okupas”, “Un gallo para Esculapio”, “El Marginal”, “El puntero”. En “El Eternauta”, actúa y es coautor del guión junto al director Bruno Stagnaro. La serie hoy es furor en 87 países y es un hito en la producción audiovisual argentina. A “El Eternauta” y a Ariel ahora los conoce ahora literalmente todo el mundo. – Sí, es extraño salir a la calle ahora, te reconocen los chicos, la gente más adulta. Es maravilloso lo que nos está pasando. – Te pueden empezar a llegar proyectos desde 87 países. – Sí, y además “El Eternauta” sigue otras temporadas para el mundo. “LA GENTE LO VIVE COMO UN MUNDIAL A ‘EL ETERNAUTA’. ES EL ORGULLO DE SENTIRSE ARGENTINO.” – Todos hablan de “El Eternauta”, todos opinan. Muchos elogios, pero también se discute si se traiciona el libro original de Oesterheld y Solano López, o si la mirada ideológica. – Sí, a mí me gusta todo, disfruto de que se hable. Gracias a Dios hay un gran porcentaje de gente que es muy afectuosa, cariñosa, celebra este proyecto y están orgullosos también. Siento que hasta inclusive lo viven como un Mundial, porque en el saludo también hay una particularidad en la calle. No es el saludo a alguien al que ves en un proyecto que te gusta y ya está. Es un puño apretado, es orgullo de sentirse argentino. Es como si hubieses hecho un gol en la final o la atajada del Dibu. Y también a la vez hay algo positivo en eso, porque se lo quieren apropiar todos. Y es de todos así que tienen derecho. – Nunca vi a los críticos con tanto detalle analizar algo. ¿Será porque es la primera serie de ciencia ficción argentina que provoca un suceso? – Es una serie, es ciencia ficción y te entretiene, pero a la vez tiene esta cosa también de que te interpela, te hace reflexionar y te lleva a lugares muy profundos. "Gracias a Dios hay un gran porcentaje de gente que es muy afectuosa, cariñosa, celebra este proyecto y están orgullosos también", dijo Ariel Staltari (Fotos de Gustavo Gavotti) – Entiendo que tienen que haberse tomado un trabajo muy minucioso y muy detallado para rejuvenecer el cómic y a la vez no traicionarlo. Es una responsabilidad gigante. – Sí, sabíamos que teníamos una responsabilidad enorme, enorme. Pero a la vez todo fue de manera natural. Arrancamos a fines del 2018, abordándolo de una manera muy tranquila, a prueba y error, sabiendo que íbamos a estar bajo la lupa. Para mí era una tranquilidad que Bruno Stagnaro se pusiera al mando de todo esto, porque él es una de las personas que más ama y más respeta esta historieta. – Cuando Omar, tu personaje, que se mete en el auto de Ricardo Darín, uno sonríe enseguida porque también apela a tus personajes anteriores. – ¿Y justo con quien fui a caer, no? Y justo con alguien que también desde la lengua hace karate. – ¿De qué vivías en 2018 mientras la escribías? ¿Te pagaban? – Sí, pero eran los primeros pasos. Tampoco era “wow cuánto dinero estoy ganando”. Es el prestigio, el privilegio de estar ahí. Muchas veces estos trabajos hasta los querés hacer gratis. Uno no lo puede decir en voz alta porque no conviene. Veníamos de hacer “Un gallo para Esculapio” con Bruno dos temporadas. La verdad fue un salto al vacío. Yo no sabía qué iba a pasar realmente conmigo. No dudaba de Bruno, no dudaba de su plan, dudé de mí. “SABÍA QUE TENÍAMOS ALGO MUY LINDO. CUANDO VEÍAMOS EL ARMADO, SIN EFECTOS, YO NO PODÍA PARAR DE LLORAR” – ¿Imaginaste que iba a tener este suceso “El Eternauta”? – No sé los demás, yo seguro que no. Sabía que teníamos algo muy lindo, porque cuando veíamos el armado y sin efectos yo no podía parar de llorar, era muy emocionante. Después, todo lo que se generó, realmente no lo imaginé. ¿En el mundo? Una cosa es que guste acá, en algunos otros países pero, ¿en el mundo? – ¿Cómo el mundo toma la cantidad infinita de guiños que hay de la Argentina? ¿Te llegó una devolución? – Hablé con un amigo japonés y estaba flipando de colores. Aprendiendo a jugar al truco, a él le gusta el asado. "Veníamos de hacer “Un gallo para Esculapio” con Bruno dos temporadas. La verdad fue un salto al vacío", confesó Ariel Staltari en entrevista con María Laura Santillán “HAY UN IDIOMA UNIVERSAL QUE ES EL DE LA AMISTAD, EL ARGENTINO QUIERE CON TODO Y ODIA CON TODO.” – ¿Todas las chanchadas que dicen cuando juegan al truco, cómo las traducen? – ¿Medio compliqueti, no? Yo vi algunas traducciones y me causaron mucha gracia. Pero creo que hay un idioma universal que es el de la amistad y la complicidad de esos amigos, que eso se traduce en todos lados, más allá de la palabra exacta o de la picardía criolla que no se puede trasladar. – La serie le da mucha importancia a la amistad en versión argentina, que es bastante intensa. – Quiere y quiere con todo, y odia y odia con todo. Está bueno que lo digas, porque pareciera ser que esto es ciencia ficción y nada más. Es una historia hermosa, de vínculos, de amistad, lo vincular es la herramienta fundamental para poder salvarte. Es muy linda esa amistad intensa que tienen Juan Salvo y Favalli, pasan por muchas etapas durante los seis capítulos y te pinta de cuerpo entero cómo es el argentino en cuanto a amistad. – ¿Sentís que ustedes están abriendo las puertas para algo muy grande del mercado audiovisual de la Argentina? – Yo lo creo. No quiero presumir con esto porque la verdad es que yo soy un laburante y no me interesa el regodeo en eso, pero sí siento que nos tocó a nosotros representar al país y que de esta manera se pueden llegar a abrir otras puertas. Y que a partir de ahora se le preste especial interés a cada proyecto que salga de acá. Ojo, no es que nosotros estamos descubriendo la pólvora, pero sí estamos abriendo un nuevo registro, un nuevo lenguaje y eso no es poco. ¡Qué locura! Yo no lo puedo creer. – Veías el cómic, ¿lo habías leído? – Había leído algo, pero no era un fundamentalista de ni mucho menos. Lo tuve que volver a agarrar, leerlo de principio a fin varias veces y enamorarme también de cada cuestión, del corazón y la entraña de este relato. "No es que nosotros estamos descubriendo la pólvora, pero sí estamos abriendo un nuevo registro, un nuevo lenguaje y eso no es poco. ¡Qué locura! Yo no lo puedo creer", observó Ariel Staltari – Las frases de la serie que más repercuten, “nadie se salva solo” está llevándose todos los lauros. A mí me gustó mucho: “lo viejo funciona”. – Ésa fue la uno. “ESTOS TIEMPOS, EN EL AQUÍ Y AHORA, TE EMPIEZAN A DEVOLVER CIENCIA FICCIÓN TODO EL TIEMPO” – El 28 de abril conté en vivo en la tele el apagón total que sufrieron España y Portugal, los españoles solo se informaban a través de una radio a pilas. – ¿Sabías que fue una estrategia de Netflix? Jajajajajaja. No, pero podría haber sido. – Podría haber sido. ¿Apagó dos países Netflix? – ¡A pocos días de estrenarse! Netflix es increíble, son maravillosos, jajajaja. De verdad es muy loco cómo estos tiempos, en el aquí y ahora, te empiezan a devolver ciencia ficción todo el tiempo. No solamente con ese apagón, la pandemia también, ¿no? – Uno apelaba al recuerdo de la pandemia con “El Eternauta”. Pero a pocas horas de estrenada se apagaron dos países durante todo un día. A mí me corrió un frío… – A mí también. Y lo comentamos entre nosotros, no lo podíamos creer, sinceramente. Ariel Staltari con María Laura Santillán después de El Eternauta: “ES MUY LOCO COMO EN EL AQUÍ Y AHORA TE EMPIEZA A DEVOLVER CIENCIA FICCIÓN TODO EL TIEMPO. ¡DIOS MÍO, QUE NO EMPIECE A CAER NIEVE!” – La radio a pilas. – Mi hermano está viviendo en Mallorca. Hubo gente atrapada en el metro de Madrid. Sí, pánico. En España la serie está en el top uno. Más allá de que la historieta era conocida en España y que obviamente Ricardo y su trayectoria también nos acerca a España, si querías algo adicional fue el apagón. – Fue un bonus track. Pero dos meses antes, la Unión Europea armó un kit de supervivencia para catástrofes. – ¡También! Es verdad, tenés razón. Me había olvidado lo del kit. – Con velas, agua mineral, radio a pilas, cosas para sobrevivir unos días. – Dios mío, ¡que no empiece a caer nieve!Jajajajaja – Justo sucede el estreno cuando pasan estas cosas. – Sí, pero lo de la pandemia también fue un sacudón. Salir a la calle y que no haya nadie, las góndolas vacías y que la gente medio que se mire de reojo por una lata de conserva fue para mí intenso. Me movilizó bastante sentir que estábamos en una de ciencia ficción. Nunca esperás que te devuelva el aquí y ahora ciencia ficción. – Ahora sabemos que puede pasar. – Puede pasar. Y está más cerca de lo que pensamos. "Lo de la pandemia también fue un sacudón. Salir a la calle y que no haya nadie", señaló Ariel Staltari “QUE SE DISCUTA TANTO LA SALIDA COLECTIVA. DE QUÉ OTRA MANERA UNO PUEDE VIVIR SI NO ES EN SOCIEDAD CON EL OTRO?” – Te escuché decir “la próxima pandemia”, es una opción posible. – Creo que la primera pandemia es la que nos pasa a nosotros como humanos, la desconexión que tenemos. Es una pandemia invisible, pero que a la hora de cuestiones como darte el paso o tirarte el auto encima la deshumanización está. No importa nada, no conecto con vos. Conectar, mirarse, entre propios, ya no con extraños, en familias o amigos. Esta competencia por la cosa superficial, por figurar, por estar en cosas que realmente son insólitas para mí. Que se discuta tanto la salida colectiva. ¿De qué otra manera uno puede vivir si no es en sociedad con el otro? Construir en comunidad. ¿Eso hay que aclararlo? – En muchos lugares del mundo los gobiernos tienen la intención de discutirlo. – Sí, eso para mí es una pandemia. Una pandemia grosa, heavy. – Entiendo que hasta los 25 años no te metiste en la actuación. – No, tenía una banda de rock, hasta ese momento, no. De repente me vino a buscar algo que andaba sobrevolando por ahí y me dijo: tenés que hacer actuación. “TUVE LEUCEMIA Y DURANTE EL TRATAMIENTO ONCOLÓGICO DIJE: VOY A EMPEZAR A HACER LO QUE SE ME DÉ LA GANA” – ¿De la nada? – De la nada, tomando mate en la escollera de Necochea, entre el río y el mar, con mi mirada perdida en el horizonte, con un amigo entrañable y yo diciéndole: voy a estudiar teatro. De la nada, de la nada. Tuve leucemia. Y en ese momento de ida y vuelta de tratamiento oncológico dije: voy a empezar a hacer lo que quiero, lo que se me dé la gana. Y una de esas cosas va a ser estudiar teatro y con Lito Cruz, lo elegí así de una, no sé por qué. – ¿Estabas con quimioterapia cuándo se te ocurrió? – Sí, en ese momento, re heavy. Me escapaba a la costa, les pedía por favor porque ya era tratamiento ambulatorio. Me daba una quimioterapia por semana, ya era más espaciada, y aprovechaba esos días hasta la próxima quimio para irme a la costa. A mí me gusta mucho el mar, me enloquece. “LA QUIMIOTERAPIA DURÓ TRES AÑOS. LO CUENTO PORQUE TIENEN QUE SABER QUE SE PUEDE, QUE HAY ALGO POR LO QUE PELEAR” – ¿Cuánto tiempo duró la quimioterapia? – Tres años en total. Primer año de internación heavy en el Hospital Posadas, siete meses ininterrumpidos. Después tratamiento domiciliario, ida y vuelta con el hospital. Después fue ambulatorio, a salir de nuevo a la vida. El tercer año, para completar tratamientos. Y quinto año hasta la remisión total de la enfermedad. Ariel Staltari con María Laura Santillán y su decisión durante el tratamiento oncológico: “DIJE: VOY A EMPEZAR A HACER LO QUE SE ME DE LA GANA” – Entonces no es de la nada que se te ocurrió. Algo cambia. – Después lo entendí, lo procesé. Pero en ese momento no sabía que tenía esta cosa intuitiva. Había una vocecita que me hablaba, la tenemos todos. A la hora de irte a dormir, la primera vocecita que viene es la que tiene razón. Le hacés la guerra, pero es la que tiene razón, porque es la que viene desde adentro. – Cuando uno se da cuenta que no es eterno, uno dice: es ahora, me voy a dar los gustos. – Sí, y además porque yo venía con mucho prejuicio con respecto a ser actor o salir en la tele. Yo no cumplía los requisitos para poder estar en la tele de esos tiempos, había una cierta receta de ciertos productos. – Hegemónica, ¿decís? –Tal vez. Y yo estaba todo roto, físicamente ni hablar, y no me veían en eso. Sin embargo dije, quiero jugar. Ni siquiera fantaseaba con ser profesional, fantaseaba con encontrar el sentido a mi vida. Cuando entré y encontré la sala de las clases en penumbras me di cuenta para qué había nacido, fue inmediato, fue un segundo. Sentí que ya estaba, que ya había encontrado todo. Después vino todo lo que vino. – Como un flechazo. – Sí, me enamoré a primera vista. – Vos contás muy naturalmente que tuviste quimioterapia tres años. Es un montón. Es una parte muy importante de tu vida. – Sí. Lo cuento de manera natural porque ya lo procesé y estoy en otra etapa de mi vida y porque me gusta ayudar a quien nos esté escuchando, tratar de dar una palabra de aliento. Siempre lo digo desde ese lugar, nunca desde el lado de la víctima. Lo cuento porque tienen que saber que se puede. Tienen que saber que no todo está perdido, que hay algo por lo que pelear, levantarse todos los días y decir… Y si yo tengo la suerte que tuvo este cristiano? ¿Por qué no la peleo? “YO TENÍA GANAS DE VIVIR, MUCHAS GANAS DE VIVIR” – ¿Que tenía en ese momento para luchar además del volver al mar? – Sentía que tenía ganas de vivir. Yo tenía muchas ganas de vivir. En la mitad del tratamiento no tenía ganas de vivir, tengo que ser sincero, tenía ganas de que ocurriera todo lo contrario. Como no ocurrió empecé a tener ganas de vivir. Quería que la moneda cayera para algún lado y cayó de este lado, pero quería una definición. “LA GENTE NO ME CREÍA QUE YO TUVIERA OTRO TRABAJO. SI SALÍS EN LA TELE TE SALVASTE, YA SOS FAMOSO” Ariel Staltari con María Laura Santillán y los 3 años que duró la quimioterapia: “TENÍA MUCHAS GANAS DE VIVIR. NO TODO ESTÁ PERDIDO, HAY ALGO POR LO QUE PELEAR” – El trabajo de actor es muy inestable. Fuiste trabajador metalúrgico mientras eras actor, había momentos difíciles. – Lo dije jocosamente, pero terminé siéndolo. Compré un horno para cementar tornillos porque tenía un tío que tenía una metalúrgica. – ¿Y por qué es jocoso decir que eras metalúrgico? – Porque me parecía gracioso, bizarro, que siendo Walter de “Okupas” llegara a las fábricas de tornillos y que me vieran operarios fanáticos de “Okupas” cargando latas de tornillos. No les podía entrar en la cabeza que estaba trabajando, no me creían. – Claro, hay momentos en que no hay series para actuar. – La gente no creía que yo tuviera otro trabajo. Si vos salís en la tele, ya está. Te salvaste, ya sos famoso. – Estabas en tratamiento cuando te vino el flechazo con la actuación. ¿También estás en tratamiento cuando empezó “Okupas”? – Claro, sí, en medio del tratamiento. En el verano de 2000, empecé a estudiar teatro, en agosto del año 2000 protagonizaba “Okupas”, fue todo muy cerquita. En marzo o abril del 2001 se hizo el evento de los premios Martín Fierro y yo estaba arriba del escenario con todas las figuras aplaudiéndonos. Mi cabeza giraba… “¿Qué estoy haciendo acá? Esto es una locura”. –Todo simultáneo, la quimio, el flechazo, “Okupas”, el éxito, el Martín Fierro. – Todo de golpe. Estaba en Brasil de vacaciones y me llamaron de Ideas del Sur para proponerme un contrato de exclusividad. En 2001 después pasó todo lo que pasó, eso no se pudo mantener. Entendí que era otro el camino, el del yugo, el de empezar de cero, los tornillos, volviendo al negocio familiar. Y empezar a hacer bolos, participaciones aquí y allá, cosas que no disfrutaba tanto, pero tenía que empezar el camino de cero. Y dije ¿por qué no? ¿Si yo no lo hice nunca? Y me hizo muy bien todo ese camino, todo ese dolor también, todo ese sufrimiento. Hay muchos dolores, sin llegar a tener quimio, que uno padece en la vida. A veces el no poder expresarse o no sentirse vivo. Muchas veces hay gente que se despide de este plano sin saber para qué vino. Descubrir para qué había nacido para mí ya es un montón. Pero cuando el sueño es posible, querés todo el tiempo volver a estar metido dentro de ese sueño. Cuando uno tiene oficio verdadero y está profundamente enamorado de ese oficio, no importa si estás aquí o allá, o en una plaza o arriba de un tren haciendo lo que te gusta, el por qué ya lo encontraste. "Descubrir para qué había nacido para mí ya es un montón", aseguró Ariel Staltari – Me da curiosidad es saber cómo hiciste para aprender a escribir guiones. Más allá de tus ideas, que evidentemente eran muy originales para que Bruno te convocara hay que sistematizar la escritura. – Aprendí al lado de uno de los mejores, aprendí en el tránsito. Como el que va a una escuela técnica y estudia para recibirse de técnico mecánico. No va a tener la misma sabiduría que el que estuvo con el viejo al lado, en el taller, ayudándolo. En el tránsito hay un aprendizaje más profundo, porque es en el hacer. A mí me pasó eso con la escritura, estuve al lado de un tipo que me enseñó cada detalle, que me sigue enseñando y que me dio la posibilidad de que yo pudiera jugar sin miedo, sin techo. Es muy importante que te den el paño para poder hacerlo. Después hay algo en mí, desde que me senté en una batería sin aprender con ningún maestro y terminé tocándola, hasta actuar o escribir sin demasiado rodaje en el aprendizaje solemne, sino en el tránsito. No puedo explicarlo, yo enfrento ahora la hoja en blanco y algo me sale. – Hablando de hoja en blanco, ¿empezaron a escribir la segunda temporada de la serie? – Ya estamos. Bruno ya arrancó hace un tiempito y ya me sumé. – Ahora deben tener un deadline. No es como antes. – No vamos a estar siete años de nuevo, ni cinco, ni cuatro, ni dos. Y dos puede ser pero no lo sé, sí sé que los tiempos son otros. La expectativa es muy grande, inclusive nosotros mismos también estamos ansiosos por cómo continúa esta historia. Tratando de toda esta efervescencia dejarla de lado un poquito y empezar a enfocarnos en el trabajo, porque no hay otra forma. – Se pueden vivir las dos cosas a la vez. – Sí, porque yo además en paralelo estoy haciendo teatro. En el Paseo la Plaza los jueves con una obra que se llama “Agotados” con 40 personajes. Imagínate que entre todo esto le pongo el cuerpo y la piel a 40 texturas, emocionalidades y psicologías totalmente diferentes. "No puedo explicarlo, yo enfrento ahora la hoja en blanco y algo me sale", explicó Ariel Staltari (Fotos de Gustavo Gavotti) “ME SIENTO CULPABLE DE ATRAVESAR UN MOMENTO DE TANTA FELICIDAD, PERO A LA VEZ TUVE QUE PELEAR TANTO, QUE ES JUSTO QUE ESTÉ FELIZ” – Hablamos antes de que no es un momento fácil para la humanidad en general. No es un momento fácil para la Argentina económicamente. ¿Podés disfrutar de este momento tuyo? – “Nadie se salva solo”, tiene que ver con esto también. O sea, cómo podés ser feliz en medio de tanta infelicidad? Porque yo tengo amigos, tengo familia, tengo hermanos, tengo padres, tengo tíos, primos. Y ver que los tuyos no la están pasando bien o que les esté costando tanto… Yo me siento un poco culpable de estar atravesando un momento de tanta felicidad, pero a la vez también me pongo a pensar en todos los momentos de infelicidad míos, cuando tuve que pelear tanto y me costó tanto la vida. También es justo que yo ahora esté feliz y pueda hacer feliz a mis hijos, a mi mujer, que me bancaron mucho también en horas inciertas. Es algo medio agridulce, pero porque la vida es así, porque nunca la felicidad es completa, porque siempre hay algo que te va a estar tirando para atrás. Esto tiene que ver con vivir en una sociedad y querer que todos estén bien. Lo digo porque lo siento profundamente, porque doy clases de teatro, porque soy empático con la gente que está internada, con la gente que padece enfermedades parecidas a la que yo padecí, con el que no le alcanza el mango para llegar a fin de mes. O el que sueña con lo mismo que sueño yo y que no tiene la posibilidad de que lo llamen para laburar. Porque tengo actrices y actores maravillosos en mi escuela, divinos chicos, chicas jóvenes que son muy talentosos. Y les digo: cómo me gustaría que vos fueras protagonista de tu propia historia porque te lo merecés. – Más allá de Bruno Stagnaro, ¿sentís que de “El Eternauta” forjaste con alguien una relación sólida? – Con Jorge Galli, que es mi amigo, representante, una persona con la que hablo mucho. Es muy difícil hablar de ciertas cosas tienen que ver con nuestro medio. Y con Ricardo, ni hablar. Su liderazgo, su humanidad, su talento, su imagen, su magia. Es un tipo que genera mucho magnetismo. “Estoy trabajando con Darín”, no es un detalle menor. Estoy hace 25 años en el medio, trabajé con gente muy talentosa, muy grosa, me di todos los gustos, pero con Darín no me había dado ese gustito y pude cumplirlo. Ese también era un sueño, así que lo cumplí.
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