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» Misioneslider
Fecha: 22/05/2025 17:01
¿Quiénes ya no cobrarán el bono? A partir de junio de 2025, quedan excluidos del bono todos aquellos jubilados y pensionados que perciban más de $374.695 mensuales como los haberes. Esto incluye a quienes cobran jubilaciones medias y altas, que desde este mes verán desaparecer el ingreso adicional que se venía pagando de manera constante en los últimos meses como medida de contención frente a la inflación. Además, aquellos que perciban la jubilación máxima, estimada en $2.050.902, tampoco acceden al bono, ya que se considera que no requieren el refuerzo por su nivel de ingresos. ¿Qué otros ingresos recibirán los jubilados en junio? Además de sus haberes mensuales actualizados con una suba del 2,78%, los jubilados recibirán en junio el aguinaldo, correspondiente al 50% del mejor haber cobrado entre enero y junio. Según ANSES, los pagos comenzarán a acreditarse desde el 10 de junio y se extenderán hasta el 4 de julio, de acuerdo a la terminación del documento nacional de identidad. ¿Cómo saber si te corresponde el bono? Para conocer si corresponde cobrar el bono este mes, es posible realizar la consulta con el CUIL en el sitio oficial de ANSES o a través de la app Mi ANSES. Es fundamental revisar si el haber bruto mensual no supera el tope de $374.695, ya que eso definirá si se puede acceder al bono completo, uno proporcional o si se está excluido. En resumen, a partir de junio, algunos jubilados y pensionados argentinos dejarán de percibir el bono extraordinario de $70.000, mientras que otros continuarán recibiendo este beneficio bajo nuevas condiciones. Es importante verificar si se cumple con los requisitos para acceder al bono y estar al tanto de los ingresos adicionales que se recibirán en el mes de junio. La importancia de la educación financiera en la actualidad En la sociedad actual, la educación financiera se ha convertido en un tema de suma importancia. A medida que las personas enfrentan decisiones financieras cada vez más complejas, es fundamental contar con los conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas y responsables. La educación financiera no se trata solo de saber cómo administrar el dinero, sino también de comprender conceptos clave como el presupuesto, el ahorro, la inversión y el manejo del crédito. Estas habilidades son esenciales para garantizar una estabilidad financiera a largo plazo y evitar caer en situaciones de endeudamiento excesivo o insostenible. Uno de los aspectos más relevantes de la educación financiera es el desarrollo de un presupuesto personal. Saber cómo elaborar un presupuesto y seguirlo de manera efectiva es fundamental para administrar de manera adecuada los ingresos y gastos. Un presupuesto bien planificado permite identificar áreas de gasto innecesarias, establecer metas de ahorro y evitar caer en la tentación de gastar más de lo que se gana. Además del presupuesto, la educación financiera también abarca el manejo del crédito. Entender cómo funcionan los préstamos, las tarjetas de crédito y otros productos financieros es clave para evitar caer en deudas que puedan ser difíciles de pagar. Saber cuándo y cómo utilizar el crédito de manera responsable puede marcar la diferencia entre una buena y una mala situación financiera. Otro aspecto importante de la educación financiera es la inversión. Aprender a invertir de manera inteligente puede ayudar a hacer crecer el patrimonio a largo plazo y garantizar una jubilación cómoda. Entender los diferentes tipos de inversiones, los riesgos asociados y cómo diversificar la cartera son conocimientos fundamentales para tomar decisiones financieras acertadas. En la actualidad, existen numerosos recursos disponibles para adquirir educación financiera. Desde cursos en línea gratuitos hasta libros especializados y asesoría financiera personalizada, las opciones son variadas y accesibles para quienes desean mejorar sus conocimientos en este ámbito. Incluso las instituciones educativas están incorporando cada vez más la educación financiera en sus programas de estudio, reconociendo la importancia de formar a los jóvenes en este tema desde una edad temprana. La educación financiera no solo beneficia a nivel individual, sino que también tiene un impacto positivo en la economía en general. Personas con una mayor educación financiera tienden a tomar decisiones más informadas, lo que puede contribuir a una mayor estabilidad económica y a una menor incidencia de crisis financieras. Además, al tener una población más educada financieramente, se fomenta una cultura de ahorro e inversión que puede impulsar el crecimiento económico a largo plazo. En resumen, la educación financiera es un aspecto fundamental en la sociedad actual. Contar con los conocimientos necesarios para administrar de manera efectiva el dinero, tomar decisiones financieras acertadas y planificar el futuro es clave para garantizar una estabilidad económica a nivel individual y colectivo. Invertir en educación financiera es invertir en un futuro más próspero y seguro para todos.
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