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Federal » El Federaense
Fecha: 15/05/2025 04:41
El pasado día, un fuerte operativo conjunto entre la Prefectura Naval, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria tuvo lugar en el corazón de Buenos Aires, generando tensiones y controversias en torno a una manifestación pacífica en las cercanías del Congreso de la Nación. Los manifestantes, en su mayoría jubilados, se congregaron en la esquina de Rivadavia y Callao, donde las fuerzas de seguridad habían establecido un perímetro de seguridad con vallas gruesas para evitar que la protesta se acercara a la sede del Parlamento. A medida que la situación se intensificó, los manifestantes intentaron realizar un corte en la calle y rodear el edificio legislativo. En respuesta, los efectivos de seguridad, con escudos en mano, comenzaron a avanzar para reasentar a los manifestantes hacia la Plaza del Congreso. Complicaciones en el tráfico y la represión El operativo, que se desplegó en pleno centro, ocasionó el corte de tránsito en Rivadavia, lo que obligó a desviar el tráfico en avenida Callao, causando un caos vehicular en la zona. Los manifestantes denunciaron abusos por parte de las fuerzas policiales, afirmando que se registraron heridos, algunos de los cuales fueron afectados por el uso de gas pimienta. El padre Paco Olveira y otras voces de la protesta Uno de los momentos más destacados fue la aparicion del padre Paco Olveira, conocido por su trabajo en defensa de los derechos humanos, quien fue apresado brevemente durante los tumultos. Olveira expresó su descontento: “Íbamos a estar en el anexo del Congreso, en la vereda, pero estaba todo vallado. Le tienen miedo a los curas, ya no mandamos al infierno”. El sacerdote, que hace poco logró quitarse un corte de la cabeza por un incidente anterior, fue rápidamente liberado. Por su parte, un jubilado de 73 años compartió su experiencia, señalando la agresividad de las fuerzas de seguridad: “Se abusan de nosotros y salen a reprimir. Nos tiran gases. Nos tiran al piso, me pisó uno. Nosotros venimos con un cartel, no venimos con armas. Me pisaron la mano”. Esta situación ha encendido un debate sobre el uso desproporcionado de la fuerza en protestas pacíficas. Además de los incidentes ocurridos durante la manifestación, la represión continuó en las estaciones de tren, donde las fuerzas de seguridad arrestaron a al menos 22 sospechosos adicionales, acumulando un total de cuatro detenciones durante la jornada de protestas en el centro de la ciudad. Este episodio no solo ha resaltado las tensiones entre los jubilados y el gobierno, sino que también ha generado un llamado a la reflexión sobre la importancia del diálogo ante las demandas sociales. Las manifestaciones abrirán más debates sobre la política de Seguridad y las formas de resolución de conflictos en el contexto actual.
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