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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 06/05/2025 13:34
Una persona camina del sillón a la cocina. Aspira la alfombra. Sube las escaleras cargando una bolsa de compras. Se agacha para levantar una zapatilla caída…Cosas pequeñas, de esas que nadie ve. Movimientos invisibles, gestos casi banales. Y, sin embargo, ahí —en esos pasos mínimos— puede estar la diferencia entre un corazón sano y uno enfermo. Un equipo de investigadores de la American Heart Association, una de las organizaciones más prestigiosas en el estudio de enfermedades cardiovasculares, acaba de publicar un hallazgo clave: realizar apenas tres minutos diarios de actividad física moderada puede disminuir de forma significativa el riesgo de sufrir un infarto. No es metáfora. Es estadística pura. Y, en un país como Argentina, donde las enfermedades cardiovasculares son responsables de una de cada tres muertes, ese dato se vuelve urgente. El estudio publicado en la revista Circulation explica que el diseño de la investigación fue meticuloso: más de 24 mil adultos británicos, de entre 50 y 80 años, fueron equipados con acelerómetros de muñeca durante siete días. Estos aparatos, similares a un reloj, son pequeños sensores que detectan y registran cada movimiento corporal, permitiendo medir de forma precisa la intensidad y duración de la actividad física de una persona. Pero hay algo más importante todavía: los participantes no eran deportistas. No corrían maratones ni iban a clases de spinning. Eran personas comunes, representantes de una mayoría silenciosa: empleados, jubilados, amas de casa, trabajadores de oficina. Gente que pasa buena parte del día sentada y que, como mucho, interrumpe esa quietud con las tareas cotidianas. A partir de los registros, los investigadores descubrieron que quienes lograban acumular apenas tres minutos diarios de actividad moderada —subir escaleras, barrer, caminar con paso apurado hacia una parada de colectivo— tenían un riesgo cardiovascular sustancialmente menor que aquellos que permanecían inactivos casi todo el día. Más aún: un solo minuto de actividad fuerte (por ejemplo, correr para alcanzar el tren) equivale a tres minutos de actividad moderada (pasar la aspiradora) o a casi 50 minutos de actividad liviana (caminar lentamente dentro de casa).
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