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Federal » El Federaense
Fecha: 04/05/2025 21:01
El Gran Premio de Miami se convirtió en una pesadilla para Ferrari, quien enfrentó su peor fin de semana de la temporada hasta el momento. Con un desempeño que dejó mucho que desear, los pilotos terminaron en un modesto séptimo y octavo puesto, quedando a más de un minuto de los veloces McLaren, lo que representa una distancia considerable en el competitivo mundo de la Fórmula 1. El piloto monegasco, Charles Leclerc, se vio también superado por el Williams de Alexander Albon, quien se posicionó en quinto lugar. La competencia interna en Ferrari se sintió, ya que Leclerc tuvo que lidiar con los desafíos que le presentó su compañero de equipo, Lewis Hamilton. Un par de cambios de posición durante el segundo stint de la carrera perjudicaron a ambos pilotos, dificultando su rendimiento en la pista. Una Carrera Difícil A pesar de que Leclerc mostró un ritmo que podría haber estado cerca del sexto clasificado, Andrea Kimi Antonelli, terminó cruzando la meta a 1.5 segundos detrás de él. Si no hubiese habido cambios de posición con Hamilton, es posible que Leclerc hubiera tenido una oportunidad más clara para adelantar al italiano. Sin embargo, el verdadero dilema no reside únicamente en la estrategia de carrera, sino en el pobre rendimiento del SF-25, que hasta ahora ha demostrado ser incapaz de competir en la parte alta de la tabla de clasificación. Frustración en el Equipo Después del decepcionante resultado, Leclerc expresó su frustración: “Hoy ha habido mucha frustración. Hay cosas que debemos discutir con el equipo y lo haremos hoy. Ha sido un domingo muy complicado; intenté no utilizar la radio en exceso porque estaba realmente molesto”. Lo que más preocupa a Leclerc es la competitividad del vehículo. Señaló: “Llevo diciendo durante cuatro carreras que estamos maximizando el potencial del coche, pero esta vez no lo hemos logrado. Necesitamos averiguarlo porque no he sentido la misma conexión con el auto que en las anteriores carreras”. A pesar de su frustración, Leclerc mantuvo una fe inquebrantable en el vehículo: “Siempre creo en el coche. Después de un día como este, es difícil ser optimista, pero estoy comprometido a darlo todo hasta el final. Sin embargo, debemos mejorar el auto; en este momento, no estamos donde queremos estar. Hoy fue realmente complicado”.
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