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  • Memoria Frágil: José Luis Gestro, el emblema de un carnaval

    Parana » AnalisisDigital

    Fecha: 04/05/2025 15:52

    De ANÁLISIS En el programa de televisión “Memoria Frágil” que se emite todos los sábados a las 20:30 por Canal 9 Litoral, y también disponible en YouTube (http://www.youtube.com/@memoriafragiltv16), se traza el perfil de un artista que no solo marcó una época, sino que redefinió los límites de una de las expresiones culturales más poderosas del litoral argentino: el Carnaval del País. El nombre de José Luis Gestro no solo evoca la memoria de un creador inigualable, sino que encarna la esencia misma de la fiesta, del arte popular llevado a su máxima potencia. Su genio conmovió el alma del carnaval y dio forma al espectáculo que hoy deslumbra a miles. No solo imaginó un mundo posible, también lo llevó a la realidad desde el diálogo de los lenguajes artísticos; y lo hizo desfilar ante los ojos de miles y miles de espectadores, bajo las noches encendidas del verano entrerriano. Nacido en Gualeguaychú -la Ciudad de los Poetas-, Gestro comenzó su carrera en el carnaval a los 15 años, diseñando una carroza para la comparsa Kamarr. A los 17 ya dirigía Marí Marí, del Club Central Entrerriano, con un debut inolvidable: “El Reino de Tailandia”. Desde entonces, su genio transformó el desfile en espectáculo, la comparsa en obra de arte, y al carnaval en un fenómeno que atraviesa fronteras. Obras como “Flash”, “Aída”, “Atlántida”, “Nabuco, Rey de Babilonia”, “Universus”, “Emperatriz”, “Combustible para la Ilusión”, “Afrú Sambó” y “Ciber Marí Marí” son solo algunos hitos de un legado que dejó una marca indeleble en la historia del carnaval. Innovador incansable, fue pionero en la incorporación de nuevos materiales y técnicas, y visionario en su impulso para la creación del primer Corsódromo del país, inaugurado en 1997 y que hoy lleva su nombre. José Luis Gestro falleció en 1999, con apenas 33 años, pero su impronta continúa viva en cada desfile, en cada paso de comparsa, en cada noche de verano que vibra al ritmo del tamboril. Su figura es faro y símbolo de una fiesta que no se detiene, que se reinventa, que sigue creciendo. A través de los testimonios de Cecilia Chesini (licenciada en Artes Visuales por la Universidad Nacional de las Artes -UNA- de Buenos Aires y diplomada en Fiesta Popular del Carnaval Regional de la Universidad Autónoma de Entre Ríos -Uader- y autora del libro “Un corso a contra mano, el rol de la mujer en el arte popular del carnaval”); Martín Ayala (profesor de Historia, y uno de los talentos más reconocido en el arte del Carnaval); Raúl Vega (periodista, es conductor del programa “Eterno Carnaval” que se emite por Radio Máxima de Gualeguaychú); Salvador Osvaldo Quintero Fraixede (amigo y fotógrafo personal de José Luis Gestro); y Verónica Gestro (hermana de José Luis), este documental recupera no solo la historia de un artista, sino el pulso profundo de una celebración que se ha vuelto bandera de identidad colectiva. José Luis Gestro, el emblema de un carnaval El Carnaval de Gualeguaychú debería dividirse entre el antes y el después de José Luis Gestro, un artista único que supo hacer crecer la fiesta popular por excelencia del verano argentino. Sus diseños, bordados y carrozas marcaron toda una época. Fue un innovador nato. Fue quien le cambió la cara y la historia al Carnaval del Sur de la provincia. Verónica Gestro (hermana) “Nosotros éramos 2 hermanos, yo soy la mayor y José Luis fue mi hermanito más chiquito… menor 5 años que yo. Nació en 1965. Fue una niñez muy muy linda, con muchos juegos… Los juegos nuestros siempre fueron relacionados a lo que él fue después, porque siempre estábamos inventando obras de teatro, carrozas, disfraces… En nuestro juego siempre él siempre fue muy creativo en cuanto a eso: a los juegos. Desde muy pequeño, a él lo que más le gustaba jugar era todo armando casas… Ni siquiera existían esa los ladrillitos y yo tenía unas maderitas de colores y con eso le armaba casas, carrozas, todo lo demás. Y después, siempre armábamos carrozas con cajones, con todo lo que estuviera a mano y gente… que nos vestíamos y todo, porque siempre inspirados en las Carrozas Estudiantiles, porque cuando éramos pequeños vivíamos en Concepción del Uruguay hasta el año ´73 que vinimos de vuelta a Gualeguaychú. Veníamos siempre, por supuesto, todos los fines de semana, a esta ciudad, porque mis padres nunca dejaron de venir, lo apreciaban mucho, extrañaban y además siempre participábamos de la que era el desfile de Carrozas, los Carnavales de esa época también, que éramos pequeños y bueno, José Luis era chiquito. Cuando volvíamos allá, todos los juegos eran dedicados, siempre con esos temas”. Salvador Antonio Quintero Fraixede (amigo y fotógrafo personal) “A José Luis lo conocí en la época del carnaval. Acá somos todos conocidos… no sé en qué taller, de qué comparsa fue. Creo que él estaba haciendo esto de Tailandia para el Club Sirio Libanés. Y bueno, enseguida nos hicimos amigos, porque bueno, las afinidades siempre saltan, ¿no? Nosotros, los artistas tampoco tenemos siempre con quién hablar de todos los temas que nos gustan, porque por ahí no nos interpretan, digamos, no es tan fácil. Con José Luis enseguida nos hicimos amigos, y a partir de ahí comencé como, este, hacerle un registro de todo de toda su vida, ¿no? Hasta cuánto falleció (…) José Luis tenía una luz muy especial, digamos muy rutilante, hasta diría yo… destellante. Fue una persona muy inteligente. Siempre se recibió tanto en la primaria, en la secundaria, en la universidad, con los promedios más altos. Una persona que todos quieren tener… cualquier persona común quiere tenerlo como amigo, ¿no? Pero, lo notable de esto de la luz, qué cosa, ¿no? Él hizo una comparsa en Hasenkamp, que fue también descollante, porque Hasenkamp es una localidad cerca de Paraná, tengo entendido, y fíjate que hizo sobre la luz. En esa comparsa -que fue maravillosa, ¿no? Yo después tengo de él, si alguien lo quiere, tengo el desarrollo que me lo va a pasar, Tania, que aprovecho, le mando un abrazo grandote; ella está en Hasenkamp-; inclusive hubo una carroza que estaba el cielo con angelitos, y eso es la luz de Dios, y él se sentó en esa carroza, cosa que me pone como así… muy emotivo, y al poco tiempo falleció. O sea, como fue como una premonición. Así que la luz del principio fue la luz del final también, ¿no? No sé si me doy a expresar con lo que quiero significar. Fue una cosa increíble en todos los sentidos. O sea, yo disfruté mucho de ser su amigo y bueno, disfrutamos juntos, inclusive hay muchas anécdotas para contarnos el tiempo que tenemos, pero bueno, esa sería la respuesta de la luz del principio y la luz del fin”. Martín Ayala: artista y maestro del Carnaval “A José Luis lo conocí primero en la pasarela, viéndolo cuando salía en el carnaval. Yo era un niño todavía… pero, después cuando estuve ya terminando el secundario, me iba a la comparsa del Club Central Entrerriano, ahí donde estaba la Casita. Para los que no saben, la Casita fue el primer taller que tuvo la comparsa, ahí en el club. Y ahí él estaba trabajando y yo lo admiraba y me encantaba verlo cómo trabajaba. Y después me fui acercando más a él… después, ya empecé a trabajar en la comparsa. Yo hacía Carrozas Estudiantiles. Hay que decir que ahí empecé a trabajar en lo que es lo artístico. Y en un desfile de carrozas, José Luis me dijo: ´ya que hacés carrozas, ¿por qué no te venís a la comparsa y empiezas a trabajar? ´. Empecé trabajando en las carrozas de Marí Marí. Y ese mismo año salí en la comparsa. Primero los viajes y después salí en la pasarela de Rocamora. Todavía no estaba el Corsódromo”. Gestro nació en Gualeguaychú el 11 de octubre de 1965, y durante su primera infancia vivió en Concepción del Uruguay. Cada fin de semana, la familia integrada por sus padres, Luis y Lea y su hermana Verónica, viajaban hacia Gualeguaychú a vivir el carnaval. También eran amantes de los desfiles de Carrozas Estudiantiles. En esa época, el Carnaval se desarrollaba en calle 25 de Mayo y Urquiza. Raúl Vega (periodista) “Yo no soy nacido en Gualeguaychú, pero vivo hace 35 años. Conocí a José Luis desde las tribunas como público, como fanático del espectáculo y además porque, bueno, lógicamente, su paso por la pasarela no quedaba para nada desapercibido (…) Por aquellos años, el Carnaval era un poco cerrado y yo simplemente como público lo único que podía hacer era admirar su paso. Estaba alejado todavía de los medios. Recuerdo que su fallecimiento -allá por el año ´99- fue realmente un momento de consternación para toda la ciudad. Por eso, simplemente lo seguía a través de las notas periodísticas que se realizaban”. Cecilia Chesini (ex directora de comparsa) “A José Luis Gestro lo conocí de la manera más particular. Lo conocí en un bar a la noche y después de que había muerto. Estaba con unas primas después de haber ido a ver el carnaval, precisamente; sentada tomando algo y había una muestra de fotos de José Luis muy sugerente ¿no? Él era una persona muy magnética -creo yo, ¿no? - Desde el punto de vista estético era muy atractivo y me acuerdo que bueno decían qué bien que salió en esas fotos qué espectáculo ah quién es le digo yo José Luis qué José Luis Gestro ¡ah! y me quedó picando entendés o sea no yo tenía ni idea, porque claro, coincidía con el año o los años en los que yo recién entraba en el carnaval, con lo cual no había tenido ninguna referencia de quién se trataba. Era totalmente inocente dentro del mundo, ¿no? Todavía estaba este tema de la fascinación de quiero ser parte y no serlo. Y bueno, obviamente que con los años me fui enterando quién es José Luis, el rol que había cumplido, pero siempre me quedó esta imagen, ¿no? De que a José Luis lo conocí a través de esa foto en la cual está es una foto bastante conocida que está como abrazándose a torso desnudo, es decir, con una mirada intensa y me causó una impresión que después de saber realmente quién había sido y lo que había hecho, digo, qué mal que nunca lo pude conocer en persona”. Verónica Gestro “Era muy cariñoso, muy familiero. Siempre ´muy pegado´ con nosotros, nunca, a pesar de que creció, que fue grande, que fue a la facultad, que vivió en Buenos Aires, él siempre volvía, estaba acá en la casa. Nunca dejó de venir -yo creo-, ni una vez, ni un día, ni todo, y muy pegado. Muy pegado, como decíamos, como se dice, con mi mamá. Con su madre, fue muy confidente. Bueno, la escuela primaria transcurre en eso, siempre muy buen estudiante, con buenísimas notas; en el secundario también… también llevó la bandera. Creo que salió segundo promedio de todo el Colegio Nacional. En ese momento era el bachiller. Y bueno, la tercera etapa que fue en la facultad, que estudió en Buenos Aires, en la Universidad de El Salvador, después de cumplir un año en el servicio militar. Un año completo. Que la verdad que él… para él fue un proceso que lo vivió tristemente porque perdió de estudiar, de hacer esa parte tan creativa que siempre él estaba queriendo hacer cosas, muchas cosas… siempre su mente viajando siempre más adelante que los demás. Bueno, para él lo cumplió, bueno, un proceso y después tuvo la oportunidad -gracias a su esfuerzo, a su trabajo- porque en realidad también era muy difícil irse a Buenos Aires, pero él era muy constante, muy perseverante y lo principal es que se proponía una meta desde pequeño… No es que, o sea, ya siempre cuando a él le decía algo y él lo tenía que lograr de alguna manera, tenía que ser, tenía eso en su cabecita y bueno, lo quería lograr de la mejor manera posible y siempre lo acompañamos. Por suerte mis padres siempre pidieron ese lado creativo de él”. Martín Ayala “Te estoy hablando de cuando yo iba al a ´La Casita´, cuando tenía entre 11-12 años. Ahí lo empecé a ver trabajando. Yo iba ahí a ese lugar, y después ya cuando te digo que empecé a salir en la comparsa, es el año 1992; cuando yo termino el secundario, porque yo iba a una escuela católica, el Pío XII, ¡donde no teníamos permitido salir en el carnaval! Una vez que me saqué de encima la escuela católica, dije: ´bueno, esta es mi oportunidad´, y ahí no me paró más nadie. Y en ese contexto, yo conocí a José Luis que trabajaba en el taller, pero también después conocí al José Luis jefe, digamos… al José Luis que, bueno, me daba el trabajo, y también al José Luis director que dirigía a los integrantes. Porque una característica de ese José Luis, que englobaba todos esos aspectos, lo que antes se decía un director de comparsas”. Gestro fue un excelente alumno tanto en la primaria como en la secundaria, abanderado en ambos niveles, lo mismo que un buen alumno en la facultad cuando estudió Arte y Escenografía en la Universidad de El Salvador. Se recibió con honores, alcanzando un promedio de 9,39. Salvador Antonio Quintero Fraixede “José Luis marcó un antes y un después, porque él fue como una innovación. O sea, quiero dejar bien claro que un poquito antes de José Luis hubo dos personas… bueno para mí tal vez me equivoque -qué sé yo- pero, que fue una comparsa de un señor ´Acorad´ (al revés de ´Daroca´) de acá de Gualeguaychú, que fueron los inicios, digamos, del carnaval, que fue así como como ¡guau! ¿no? Que empezó a cambiar todo, pero es un solo año. Y después recuerdo que otra señora Dacal, también estuvo y bueno, pero cuando José Luis aparece les dio… así como un… Nelita Bermúdez de Irigoyen también le dio algo impresionante al carnaval de Gualeguaychú, sobre todo con el vestuario, y Nelita creo que estuvo unos años, la verdad que no me acuerdo, una mujer excepcional también. Entonces ahí aparece José Luis, cuando Nelita deja o le da la posta, y José con todo el gusto que él tenía… ahí arranca y después… bueno no para, porque fue un disparador impresionante que todo el mundo se quedaba con la boca abierta de lo que había hecho José Luis. Como que todo el mundo esperaba, digamos, amén que soy amigo de otros de otros directores, pero que también José Luis tuvo mucho que ver porque él formó directores del carnaval de Gualeguaychú. Pero, yo creo que hay cosas con las que se nace, ¿no? Digamos… José Luis de la nada hacía todo. Entonces, qué decirte, ¿no? Una cosa qué decirle a la audiencia. José Luis fue algo descollante, rutilante, y esa luz que hablamos cada día se hacía más -digamos-, sorprendente”. Raúl Vega “A partir de unirme a los medios y de ir metiéndome dentro de lo que significa el espectáculo, descubrí que José Luis era una persona mucho más importante de la que podríamos desde afuera observar. Me refiero a cuando empezás a buscar las raíces, los orígenes, cómo fue evolucionando el Carnaval de Gualeguaychú, cómo pasó de ser un espectáculo donde la gente iba con su ´sillita de madera´ a al costado de la calle, de las avenidas donde se hacía en los primeros años, a evolucionar hacia el Corsódromo. Encontramos que sin ninguna duda la figura de José Luis Gestro fue fundamental para ese crecimiento, porque es la que marcó la línea artística del espectáculo. Fue la persona que tuvo la visión de poder mirar hacia dónde ir, cuál es el rumbo que debería tomar este espectáculo, y el que fue marcando cada uno de los momentos de crecimiento”. Martín Ayala “Cuando uno piensa el carnaval, sobre todo el Carnaval del País, este carnaval que hoy conocemos, que personalmente yo lo llamo ´un espectáculo de carnaval´ y hablo de comparsa espectáculo, quiero decir que cuando digo esto, estoy hablando de una profesionalización que ha habido a lo largo de los 40 años que hoy tiene el carnaval. Pero, cuando el carnaval empieza, bueno, obviamente, va tomando de las diferentes artes, de los diferentes lenguajes artísticos, de la danza, de la música, de las artes visuales… va tomando diferentes elementos, ya sea plásticos, estéticos, los materiales, las formas de narrar en la puesta en escena, por ejemplo. Y en ese armar, en esa puesta en escena que es una comparsa: una comparsa tiene la característica que narra, que cuenta en las escuadras pequeñas escenas -junto con las carrozas y todo lo que se va desarrollando en la pasarela-, un cuento, una narración. Por eso hablamos de puesta en escena. Y por eso podemos hablar de que es una obra total de totalidad, pero que no alcanza solamente con que pase esa comparsa por la pasarela. Sino que necesita sí o sí de un público, un público que participe, un público que aplauda, un público que intercambie gestualidades entre los integrantes y ese espectador. Bueno, ahí se da el encuentro. Esa es la característica del carnaval. El carnaval es un espacio de encuentro que se da en la pasarela, que se da en los talleres de las comparsas, donde realmente hay una mixtura de personas, desde personas de todas las clases sociales. Ahí participan desde médicos hasta empleadas domésticas. En los talleres hay desde modistas y bordadoras hasta arquitectos o escenógrafos, como fue en el caso de José Luis. José Luis llega al carnaval, primero porque tenía un talento especial; pero después porque su profesionalización, que fue ir a estudiar a Buenos Aires Escenografía… él -de alguna manera-, también condujo a que el carnaval se transformara en ese espacio con una teatralidad especial, y que se lo dio a la profesión concretamente”. José Luis Gestro siempre fue considerado como un pionero en la confección de los trajes. Cuando estaba en la secundaria empezó a trabajar en la comparsa Kamarr del Club Sirio Libanés. Julio Majul y Colola Ausky fueron a hablar con los padres de José Luis para pedirle permiso, porque él era menor de edad. Tenía entre 13 y 14 años cuando lo fueron a buscar del Sirio Libanés para que trabaje en una comparsa que dirigía Numa Frutos. Verónica Gestro “Cuando era chiquito fue a una pintora que había acá en Gualeguaychú, que quizás no es muy recordada, la señora (Isabel) Chacas de Pinto, que tenía en la hoy Unión Cívica Radical, creo que ahí es esa todo eso antiguo. Era un lugar muy hermoso y bueno, él fue ahí sus primeras clases de dibujo y fue la persona que le dijo a mis padres que por favor lo apoyaran siempre porque él tenía esa esa Hay muchas personas que sabían dibujar o pintar y todo, pero él lo que tenía era esa parte creativa, esa búsqueda de cosas de cosas nuevas, de estar siempre el inventor. Le decíamos, bueno, desde pequeño, ya les digo que si… su nuestra infancia fue entre juegos y siempre bueno, mucho libro, mucho teatro, muchos museos”. Cecilia Chesini “José Luis empezó a tomar relevancia o a ser más importante para mí de una manera muy, muy lenta, muy sutil. Porque no era un personaje que yo tuviera presente necesariamente, o que pensara en él de una manera activa o que lo buscara pensar no pero sí hubo momentos en los cuales cuando me tenía que enfrentar a desafíos dentro de la dirección de la comparsa en Kamarr que yo decía, bueno, tenés que estar a la altura de Gestro. O sea, estás ocupando un lugar que ocupó una persona como Gestro. No es poca cosa, no podés permitirte fallar, no podés permitirte ser menos. O sea, o sea, no ha habido una intención de superarlo, claramente, pero sí digo, tenés que poder demostrar de que sos digna, ¿no? De un espacio como el que ocupó él. Lo que sí empecé a pensar mucho más en él y en su impronta en lo que él significó para el carnaval a posteriori, sobre todo después de del libro, de las entrevistas que se dieron después, y bueno, un poco de cuando una hace revisión, ¿no? Del trabajo hecho, de la experiencia laboral dentro del carnaval, donde una acertó y donde se equivocó. Y también en base a lo que me cuenta gente que lo conoció de primera mano, ¿no? Y que me hablan de una persona que tenía mucho carácter, que se sabía imponer, que no era ningún niño pobrecito. O sea, ´pobrecito´ en el sentido de que no era una persona vulnerable o indefensa que alguien necesitara, o sea, que realmente era una persona muy plantada en la vida, desde muy chico, por lo menos esta es la imagen que me llega a mí a través de otros testimonios… Decir, bueno, esta es la manera en que una encara y defiende la obra, ¿no? Era claramente una persona que sabía lo que estaba haciendo, que tenía muy claro los objetivos y por qué, que no le tenía miedo ni a la crítica ni al qué dirán, él hacía porque lo sentía, era un gran transgresor, no solo un innovador, siempre le ponen esta etiqueta del genio creador. A ver, todos los artistas tienen un poco de genio y todos los artistas son creadores. Claramente, lo que lo diferencia a él es que dejó una marca, fue el que fijó el nivel de la vara. Por eso cuando yo hablo de que estoy tratando de llenar un espacio, tengo que estar a la altura. Tengo que estar altura de la barra de trabajo, del estándar de lo que él situó con su ejemplo. Y fue uno de los primeros ejemplos, porque estamos hablando de uno de los primeros directores de la etapa profesional o semi profesionalizada del carnaval. Así que ahí es cuando uno lo empieza a pensar, ¿no? Cuando empieza a escuchar estos testimonios que derriban mitos, ¿no? Porque la figura de José Luis Gestro no deja de ser una figura mítica. No son tantos los que quieren o que están en condiciones o que están dispuestos a dar un testimonio de primera mano de quién era Gestro, de quién era Gestro, no solo como un personaje, sino como un ser humano”. Martín Ayala “Respecto a la profesionalización del carnaval, podríamos como velar de varias etapas. En la actual, el carnaval ya es profesional porque quienes trabajan en el carnaval, o porque han ido a la universidad a aprender un lenguaje artístico especial o música o también están aquellas personas que se fueron profesionalizando en el mismo carnaval. Siempre decimos nosotros que el carnaval fue nuestra escuela. Muchos de nosotros, antes de ir a la facultad o de ir a aprender alguna técnica o un oficio particular, pasó por los talleres, y los talleres funcionaban como ese espacio de aprendizaje. Y yo creo que ahí está lo interesante para pensar a José Luis… José Luis va a crear una escuela de carnaval en el taller de la comparsa Marí Marí (…) No es que antes no lo hubiera o no lo hubiese, sino que las otras… José Luis creo que tenía la conciencia o toma conciencia de que él estaba ejerciendo como una especie de enseñanza. Y si vos te fijás, desde José Luis en adelante, la mayoría de los que trabajaron con él son los actuales directores de comparsa hoy o los que hacen la puesta en escena, o algunos que están en otros carnavales, o, digamos, de alguna manera, casi todos tocaron o estuvieron en algún momento en el taller de Marí Marí. Había antes gente… para entender… como dije anteriormente… el hecho de que José Luis fuera un escenógrafo y que hubiera pasado por la universidad, creo que eso también, si uno se fija en su en su comparsa, digamos, si uno se ve como él en sus primeras comparsas y después cómo empieza a analizar, cómo va evolucionando él o cómo va desarrollando las temáticas, cómo incorpora nuevos materiales, cómo incorpora nuevas técnicas para realizar el carnaval, ahí uno se da cuenta que es importante la profesionalización. Porque hay un cambio rotundo entre el José Luis que arranca en el año ´82 haciendo la carroza de Kamarr y las primeras comparsas hasta el ´89, y ya en el ´90 y ´91 ya se nota un José Luis diferente. Un José Luis que ya tiene un conocimiento de las de los materiales, que conoce de la estética, que sabe de diferentes lenguajes y que entiende que el carnaval no solamente es bailar y divertirse, sino que entiende que hay algo para contar, algo para decir, y que no solamente se dice bailando y cantando, sino que los materiales dicen cosas. Entonces, ahí él incorpora, por ejemplo, y todos van, creo que todos tenemos esta idea, o por lo menos los que pensamos el carnaval, que José Luis hace una ruptura en el Carnaval de Gualeguaychú y que eso es lo que marca que él sea hoy un referente indiscutido del Carnaval de Gualeguaychú y que es la comparsa ´Universus´. Ahí él incorpora nuevos materiales, produce una ruptura con la tradición, que era plumas, lentejuelas y bordados, para pasar a charolinas, colores flúor. Incorpora también toda una innovación en la forma en cómo concibe los espaldares, y también incorpora una historia propia. Eso antes, las historias que se contaban eran historias que existían, los egipcios, los babilónicos… no sé… se contaba la historia de una ciudad. Bueno, José Luis crea su propia historia, crea un propio personaje, hace un homenaje a la propia comparsa. Entonces, de alguna manera, recupera todo eso que andaba dando vueltas en el Carnaval de Gualeguaychú y lo pone en escena. Creo que ese es su gran aporte al carnaval”. Un par de años después lo buscaron de la comparsa del Club Central Entrerriano para dirigir a Marí Marí. Ya había estudiado en Buenos Aires y había viajado a Brasil. Trabajó para una Scola en Sao Paulo con 5.000 personas en escena. Y la relación con el “Club Rojinegro” fue un amor a primera vista. Nunca más se fue de esa comparsa, a la que tantas veces la sacó campeona del Carnaval del País. Salvador Antonio Quintero Fraixede “José Luis, sí, contaba por supuesto historias, recuerdo que cuando hizo la comparsa ´Aída fue también un boom… tomada de la ópera De Verdi. Son cosas que no se veían acá en Gualeguaychú. Y después empezó con otras historias más. Pero, él le ponía historia a la misma historia. Por ejemplo, cuando hizo ´Flash Gordon´ … todo lo que él hizo siempre estaba muy bien fundamentado, ¿no es cierto? Y bueno con unos diseños impresionantes porque también las épocas han cambiado, porque nosotros vemos por ahora los diseños de José Luis y tenían otro tipo de trabajo externo. Ahora se hacen… él siempre todo lo que lo la comparsa que hizo la fundamentaba. Yo en este momento, bueno, tendría que tener una ayuda memoria para poder comentarles, pero sí, este, realmente él estaba trabajando un año y estaba pensando en el en el próximo. Bueno, nunca le falló nada, ¿no? Tenía muchos fundamentos y muchos conocimientos”. Verónica Gestro “Nunca he dejado reconocer las primeras personas que vinieron a buscarlo a nuestra casa y pedirles permiso a mis padres, porque él era chico… fueron Julio Majul y Colola Auzqui, acompañado por los directivos del Centro Sirio Libanés, que los conocían a mis padres, los conocían de siempre, y se habían enterado de este chico que era tan creativo, que era chiquito, sí quería él hacer la carroza para lo que fue el Conjunto Carnavalesco que dirigía en ese momento el señor Numa Frutos. Pero… tenía 14-15 años, era muy chico. Ellos fueron los primeros. Los primeros que vinieron fueron Julio Majul y Colola, digamos nos conocían de toda la vida, porque mis padres vivieron al lado de la Biblioteca Sarmiento. Ahí nace esto de los libros siempre metidos entre los libros, que era la casa de Colola Auzqui… que se casó con Julio y ahí ellos fueron las primeras personas que lo vinieron a buscar. Posterior a eso ya todo comienza la historia de José Luis para el Carnaval de Gualeguaychú, es decir, el arranque que iba. Era una carroza oriental donde iba vestido el hijo de Numa Frutos y después... Se inicia él como director de comparsa también, la primera vez en el Centro Sirio Libanés, con una comparsa que se llamaba ´Thailandia´. Esa fue su primer comparsa como director. Como director presentó los diseños y bueno, para la historia… arranca ahí”. Cecilia Chesini “Creo que el legado principal de José Luis Gestro, y que es lo que todavía resuena en el carnaval, es que él se atrevió a innovar. No se quedó en las formas habituales. Había una necesidad de romper algunas estructuras, claramente. Yo he visto las fotos de una de las comparsas, seguramente me equivoque al citar, digamos, a cuál se a cuál correspondía, digamos, de me suena que era Aida, pero no estoy 100 por ciento segura, en la cual, bueno, presentó una mujer rapada con un nivel de desnudez totalmente impropio para la época y él trasgredía. Pero trasgredía porque él así lo sentía claramente, porque después se presentaba al comienzo una comparsa con un vestuario que era netamente sadomasoquista, adoptado en realidad a los materiales y a los usos del carnaval, por la presencia de plumas, por la presencia de bordados. Pero hablaba mucho de su personalidad, de cuáles eran sus intereses, y que realmente no había ningún miedo a ser juzgado, ¿no? Que era un poco lo que yo hablaba antes. Y eso se va extendiendo en el carnaval al que era algo, ¿no? Creo que Gestro, la característica principal de Jestro era un profundo sentido de libertad. Y que lo vivía realmente como un artista, que toda su vida era una obra de arte… porque la libertad se vivía, él lo vivía en libertad. Y lo transmitía en su obra, que era, digamos, bueno, todas estas comparsas maravillosas que -lamentablemente- los comparceros actuales desconocen absolutamente. O sea, yo la puedo conocer poco; pero otros lo desconocen totalmente. Y esto se sigue, o sea, al hablar de Gestro como el genio creador, como el transgresor, como el innovador, hace que el resto de los directores -quiéranlo o no, y esto porque yo también lo viví-, nos sintamos obligados a seguir innovando y transgrediendo. El gran desafío es realmente tener esa chispa de genialidad que nos permita hacerlo a la altura de él, tratando de emular este ejemplo que él nos dejó. No imitándolo, sino siguiendo sus pasos”. A Gestro lo consideran un impulsor de la transición del carnaval familiar, de 25 de Mayo y Urquiza, al del turismo de calle Rocamora y hasta finalmente la profesionalización en el Corsódromo a partir de 1997. Fue en 1984 en que debutó en Marí Marí con un primer premio y la temática “Hechizo”. En ese año ingresó al Servicio Militar Obligatorio, y en 1986 continuó en Marí Marí logrando 10 primeros premios entre ese año y 1996. Raúl Vega “Hablar de José Luis realmente es un compromiso porque se trata de -a mi criterio- la persona artísticamente hablando más importante que ha tenido el Carnaval de Gualeguaychú. Él fue uno de los impulsores del de la creación del Corsódromo. Me refiero a que allá por el año ´92, cuando estalló la pandemia del cólera y que Gualeguaychú tuvo que suspender el espectáculo en la segunda o tercera noche. Esto generó, obviamente, un caos económico en los clubes que organizaban el espectáculo. A partir de ahí toma fuerza la idea que había traído José Luis, porque él participaba del carnaval de Brasil; donde allá -obviamente- ellos tienen su escenario principal: el Sambódromo. Y había empezado a hablar con diferentes referentes acerca de que el Carnaval de Gualeguaychú iba creciendo y que necesitaba salir del escenario callejero para tener un lugar propio dónde se pueda mostrar los trajes más imponentes y sobre todo carrozas más grandes. Por eso, creo que sin ninguna duda el nombre de José Luis Gestro -del Corsódromo- es un acto de estricta justicia que se va a valorar de ahora en adelante. Así como también el hecho de tener un lugar como el Museo de Carnaval ahí dentro del mismo Corsódromo, son los pilares fundamentales para poder recordar a este hombre tan importante y a valorar su legado”. Verónica Gestro “A pesar de que hay personas que creo que no están de acuerdo o nada, pero yo me siento muy segura de que sí, que él es merecedor de llevar el nombre del Corsódromo, no de la pasarela… Es del Corsódromo… porque me fue entregado por el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, el reconocimiento que se llama Corsódromo ´José Luis Gestro´, de lo cual me siento muy orgullosa y muy satisfecha, porque creo que él es muy merecedor de eso… Yo sé que muchas personas, hay un montón de gente que trabajó, a todos, todos son valorados. Yo los valoro también porque soy la única que queda de la, bueno, digamos, de la familia original de José Luis, porque yo tengo una hija y 2 nietos. Valoro todo lo que hicieron todos, las ideas, los creativos. Pero, él fue como el alma máter de eso. Él luchó, él lo pensó, él lo soñó; y además yo sé que hay muchos hacedores, pero no hay que olvidar que uno puede tener todo por construir un corsódromo, pero sin el artista o los artistas que ponen su creatividad, su alma en la escena, no existiría el carnaval. Porque podemos tener un Corsódromo, podemos tener todo, pero ¿el éxito dónde está? En ver la imagen que nos muestran los creativos, los artistas, las personas que están imaginando. O sea, se puede tener todo el dinero del mundo y no tener éxito; pero yo creo que fue un camino al éxito, que él cumplió su sueño, que pudo ver ese lugar, porque en realidad lo hizo con mucha pasión y convencido de que ese era el futuro de Gualeguaychú, para que saliera de esa ciudad tan así… tranquila y todo… porque digamos que se hizo conocer a la Argentina y en muchas partes del mundo, es a través del carnaval. No lo podemos negar a eso. De hecho, Gualeguaychú tiene un montón de cosas, pero su sueño era que fuese más allá y que fuese esa ciudad carnavalera, que creo que ese sueño se ha cumplido. ¿No es cierto? Él fue un gran sueño de él. Yo lo creo que para mí está bien. Por ahí pueden diferir otras personas, como en todos los casos, como en todas las cosas, pero bueno, creo que sí, que se lo merece y yo me siento muy orgullosa y mis padres si viviesen también. Y él, por supuesto”. Cecilia Chesini “El Corsódromo lleva el nombre de José Luis Gestro. Y yo siento que… bueno, que era un hombre obligado. Y cuando siento, me pasa siempre lo mismo; o sea, cuando entro siento siempre lo mismo: es un espacio realmente de liberación, como yo decía. Porque para mí, la primera vez que lo pisé hasta la última que lo pisé -digamos- como integrante y como directivo, era un espacio en donde yo podía ser yo. Y no importaba lo que el resto dijera. Podía sentir lo que quisiera sentir. Y gracias a Dios también tuve la oportunidad de expresar lo que quería expresar. Tenía mucho más para expresar, pero bueno, es son esos 500 metros de plenitud. Y si hay algo, digamos, que siento que quizás Gestro estaría muy, muy feliz de considerar su legado, es que la gente se pueda seguir sintiendo libre dentro de ese espacio. Y que, por eso, bueno, claramente lleve su nombre”. Martín Ayala “La pasarela que hoy lleva el nombre de José Luis fue una lucha que tuvimos que dar, sobre todo los integrantes, los artistas, los amigos de José Luis, entre los que se encuentra Osvaldo Quinteros, que fue el primero que junto allá por… no sé… no me acuerdo la época después de su fallecimiento, presentó el primer proyecto para que se hiciera una Ordenanza que diera el nombre a la pasarela del Corsódromo. Pero, no se logró en ese momento, quedó cajoneado como quedan muchos de los proyectos. Y en el año… no me voy a acordar la fecha… pero, después volvimos a retomar ese proyecto. Selva (Chesini), que era concejal, presentó un proyecto nuevamente, me lo dieron a mí, lo empecé a corregir, lo empecé a ampliar y por suerte tuvimos -digo tuvimos, porque estuvimos muy involucrados-, logramos que la pasarela del Corsódromo se llamara José Luis Gestro”. Salvador Antonio Quintero Fraixede “Se dio el milagro. Porque un milagro… porque había gente que no quería que José Luis llevase el nombre del Corsódromo. Pero, por pasiones, pasiones de otras comparsas que querían que otras personas llevaran, hasta que bueno… de repente, se dio y ahora el Corsódromo tiene el nombre de José Luis Gestro”. Martín Ayala “Ahí me acordé del nombre, es el de Selva Chesini, que junto con Susana Villamonte (ahora que recuerdo) fuimos los que armamos un poco el proyecto y le fuimos dando forma. Y bueno, por eso también lo nombro a Osvaldo Quintero, porque él fue el primero que tuvo la idea de este reconocimiento. Y hay que decir que, bueno, también una decisión política de la gestión de (Esteban) Martín Piaggio de que se llevara a cabo esta propuesta; porque los clubes fueron un poquito reticentes a poner el nombre de José Luis. Pero, bueno… como todos estos homenajes, reconocimientos, se luchan y se consiguen, y bueno… y creo que era un reconocimiento totalmente merecido para mí, para la persona que fue el más grande del carnaval, porque le tocó innovar cuando no había recursos, y cuando no estaba preparado el espectáculo para generar eso que generó él”. Salvador Antonio Quintero Fraixede “Nosotros íbamos a ver ópera, nos recomendábamos películas, muchas veces íbamos juntos, y yo en esa época tenía una empresa que me dedicaba a hacer eventos. Entonces, no sé, cualquier cosa era para hacer una fiesta. Entonces, vivíamos muy divertidos, fiestas de disfraces, por ejemplo, desde el cual yo tengo todas las fotos que ya las tengo guardadas, algún día las voy a publicar, que nos divertíamos muchísimo, ¿no? Con la locura, porque él tenía hasta esa capacidad de sorprender aún en cuando hacíamos fiestas de disfraces. O sea, era una… yo creo que el término amigo, digamos, le cabe perfectamente. Pero, claro, hay que también reconocer que teníamos los gustos parecidos, teníamos los gustos parecidos y disfrutábamos de las mismas cosas, ¿no? Y también en esa época de salir a lo que se dice los boliches y todo eso siempre, digamos, acompañados por amigos, familia. Y era una persona extraordinaria (…) Nosotros le teníamos mucho miedo a la muerte. Y una vez íbamos caminando los dos por la calle… bueno, paramos e hicimos un pacto que el primero que se fuera no íbamos a mandar señales del más allá si era todo lindo. Si no existía nada, no iba a haber señales; y si era feo, por supuesto que tampoco iba a haber señales. Entonces, bueno, se fue y yo…(tenía que haber sido al revés, pero bueno, no importa) sí recibí las señales que son sorprendentes”. José Luis Gestro falleció el 2 de agosto de 1999 -a la edad de 33 años- después de soportar una penosa enfermedad. Su muerte ocurrió en el Hospital Centenario de Gualeguaychú. Meses antes -en 1998- había logrado su único premio con Marí Marí en el Corsódromo que hoy lleva su nombre. Su tumba, en el Cementerio de Gualeguaychú, es una de las más visitadas y la más creativa por la cantidad de cosas del carnaval que la gente le va dejando como recuerdo y reconocimiento a su inmensa obra carnavalera. Raúl Vega “Él era una persona que formaba y que compartía sus conocimientos con sus pares. Él iba a los carroceros, les enseñaba a las costureras, les daba consejos sobre técnicas… porque lógicamente el mundo del carnaval requiere de unas técnicas que no son habituales. Es decir, no es lo mismo confeccionar un traje para una fiesta de 15 que un traje de carnaval, por dar un ejemplo. Por eso, la presencia de José Luis como maestro es el legado más importante que nosotros tenemos. Además, hasta el día de hoy seguimos viendo dentro de las comparsas las características que él fue marcando. Escuadras, por ejemplo, todas blancas o todas negras forman parte de ese legado que nos ha dejado José Luis”. Salvador Antonio Quintero Fraixede “Un día estando en mi casa, recibo un llamado de teléfono de él… él, allá en Buenos Aires y yo en Gualeguaychú. Y me dice que tenía dolores de cabeza, que no se lo podía sacar con nada. Y me preguntó si lo podía acompañar. Entonces, por supuesto, le dije que sí. Inclusive le dije: ´aunque no me lo hubieses pedido te hubiese ido a acompañar´. Entonces, corto el teléfono y le digo a Gloria -la madre de mis hijos-, y a Fabián Dumuset, que estaban ahí en casa que también es un artista plástico: -´No sé por qué tengo la sensación que José Luis se va a morir´. Me acuerdo de la cara de estas dos personas que quedaron blancos como un papel, y habrán pensando ´este es un tarado´ … no sé qué, pero bueno. Y bueno, sí, estuve… me fui allá. Lo acompañé en los últimos 21 días y anduvimos… andaba yo para todos lados, digamos… hasta que llegó un punto que no… yo veía que no había nada más qué hacer, y le dije: -Mirá, José Luis, vámonos a Gualeguaychú. Él tenía los diseños allá… yo… más que nada sabía que nos iba a dejar, y efectivamente venimos acá y a los poquitos días… él se va. Así que para mí inclusive todo el mundo estaba sorprendido por lo que había pasado; todo el mundo estaba muy dolido, lloraban, y la gente me preguntaba a mí, ¿por qué vos estás ya tranquilo? Y yo les comenté que, bueno, que Dios me dio la posibilidad de poder elaborar el duelo por anticipado, cosa que también se lo agradezco al Altísimo. Tampoco soy re católico ni nada por el estilo, pero me dio la posibilidad de disfrutarlo los últimos 21 días. Estuvimos solos en Buenos Aires y llegó acá y Dios se lo llevó, digamos (…) Evidentemente tenemos una misión en la vida y la de José Luis fue eso, ¿no? Fue como llegar a lo más alto, a la cima de la cumbre, del carnaval… y después, bueno, tendrá que hacer otras cosas allá en el cielo, ¿no?”. Martín Ayala “Creo que honrar a José Luis sería pensar en cómo salimos del estancamiento del carnaval que yo considero que está en este momento; que, como todo espectáculo, tiene sus tiempos de auge y de gloria, que después, bueno… decae. Bueno, creo que la forma de honrar a José Luis sería volver a pensar creativamente, volver a recuperar la esencia del carnaval, pensar por qué los gualeguaychuenses tenemos el carnaval que tenemos. Y creo que la gran pregunta sería ¿cómo lo hacemos? Bueno, es fácil. Volviendo al pasado, revisando las comparsas de José Luis… las comparsas de otros creadores, y buscar nuevas formas de contar como nuevas temáticas y, sobre todo, nuevos materiales y nuevas formas de apropiarse de la pasarela desde otro lugar. Y construir y crear cosas nuevas, porque para crear nuevas cosas hay un montón”. Salvador Antonio Quintero Fraixede “El legado de José Luis sigue siendo una escuela porque, él fue una persona que vio cosas que nadie veía en ese momento. Y después, dejó un sembradero impresionante de gente que se dedica y se dedicó a dirigir en el carnaval. Yo creo que siempre al ver una persona así con tan genial y con tanto talento, siempre uno como que mira, ¿no? Un arquitecto por ahí, qué sé yo, quiere hacer un edificio y siempre va a las fuentes. Yo tengo unos amigos que, por ejemplo, les gustan las villas italianas y bueno, pues, se ponen a investigar y esto es lo mismo. Y hacen las cosas, hacen villas italianas adentro de sus propiedades. Y lo mismo los diseñadores. Yo creo que es un referente… José Luis… digamos, eso creo que no admite ninguna discusión, yo creo que pueda decir sí me gusta, no me gusta lo que sea… José Luis, que la mayoría dice que sí, que le gusta, pero que es un referente, creo que no tiene nadie nada que decir”. Verónica Gestro “A mí como hermana me cuesta un montón porque decir fechas nos pone en ese circuito del tiempo que pasó y parece que no. Yo sí, de esa parte me emociona y me enorgullece, porque creo que el vínculo de él no se ha perdido, porque diariamente, o no pasa creo una semana sin encontrarme con alguien, sin ver los comentarios en Facebook, sin que me lo digan personalmente. A veces personas, o sea, él es el carnaval. Es como un vínculo constante que no se ha perdido, como una fuente de inspiración, sí creo que también se por ese carisma que él tenía. Yo creo que tenía mucho carisma con todos y mucha generosidad, porque él era maestro por… digamos… le salía a enseñar… Jamás se guardó nada. Es más, yo fui también su alumna, porque todo lo que he hecho y seguí, siempre me lo enseñó él (…) Él estudiaba, venía, enseñaba muchísimas cosas que las modistas, por ejemplo, aprendieron. Y cosas que yo veo que siguen igual, de lo que él enseñó y de lo que él creó. Hay método de trabajo que lo sigo viendo constantemente, a pesar de todos estos años, o sea, que yo creo que sí ha sido una fuente de inspiración, y me encanta que me pone muy orgullosa y me lo dicen. Porque yo trabajo en el Instituto Superior de Arte, donde concurren muchos artistas y mucha gente que está vinculada y trabaja en el carnaval, y tengo el orgullo de eso, de que constantemente siempre me dicen: ´¡Ay mirá!, porque viste, te acordás que José Luis esto´, ´te acordás que José Luis, viste cómo lo hacía´… esas cosas están constantemente presente. Vivo en un montón de cosas que yo no veo y me encantaría que Por supuesto, creo que sí, que se ha pasado tanto tiempo y él está en boca de todos es porque dejó su huella… y bueno, para mí es un gran orgullo porque siempre me dicen cosas muy buenas. Y cuando lo nombran muchas personas, aunque no estén vinculados con el carnaval, se emocionan. Me dicen, yo no es que lo quería, yo lo amaba, así con esa palabra, me dicen: ¡Yo lo amaba a tu hermano! (…) Nosotros pasamos un momento muy muy doloroso, sobre todo a mi madre en el momento que vivía, Porque a nuestra puerta, después de su fallecimiento, las personas venían… Puedo decir que mi mamá lloraba mucho y a mí me ponía mal porque nos hacían emocionar porque venían a golpear nuestra puerta para saludarnos, para decirnos que lo amaban y lo seguían. De toda índole ¿no? Y aparte él tenía una cosa muy importante, que él no hacía diferencia con las personas. Él… lo sabrán por la historia… él tenía un trato especial con los integrantes de las comparsas. Para él no había… él les creaba trajes a personas con cuerpos especiales, la personalidad, él generalmente tenía eso. Entonces, creo que es muy importante lo que él dejó. Ese espíritu no hacía distinción, no hacía separaciones, ni de nada, ni color, raza, ni dinero, nada, nada. Él… lo importante era que fuera ese actor especial que mostraba sus cosas en el Corsódromo”. El programa Memoria Frágil: José Luis Gestro, el emblema de un carnaval

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