04/05/2025 20:36
04/05/2025 20:35
04/05/2025 20:35
04/05/2025 20:34
04/05/2025 20:34
04/05/2025 20:34
04/05/2025 20:34
04/05/2025 20:33
04/05/2025 20:33
04/05/2025 20:32
Parana » AIM Digital
Fecha: 04/05/2025 16:05
Estos tres pilares se consideran los principales factores que pueden favorecer, o no, de acuerdo con las características de cada uno el mantenimiento de una vida saludable. "Al decir de la Organización mundial de la Salud (OMS), la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado relativamente completo de bienestar físico, mental y social", afirmó a AIM la Licenciada en Psicologia Mariela Garabello.. E, diálogo con esta Agencia, la licenciada agregó que "el ser humano es un sistema, donde el todo está regulado por todas las partes y a la inversa. Por ello, cuando se descuida una de ellas, repercutirá en el buen funcionamiento del organismo en su completud. Por ello, en la medida que se pueda ir cuidando estos tres aspectos, será más difícil que pueda aparecer cualquier enfermedad, así como resultará favorable el control o revertir alguna patología ya establecida. Está comprobado estadísticamente que las personas que tienen equilibrados estos tres pilares llevan una vida más satisfecha, en tanto favorece, un mejor desempeño en sus vidas, así como el afrontamiento más asertivo de las contingencias que la vida siempre presenta con mayor o menor intensidad. Estos aspectos también redundan en el hiperestrés, la ansiedad, y cualquier mala canalización producida por el mal manejo de las emociones y las situaciones". Desde el área de la psicología, "se explica por qué es importante prestar atención al cuidado mental, al buen manejo de estresores y a toda emoción que impida que conlleve malas canalizaciones y al descuido". Para Garabello, "es importante remarcar que, por iguales motivos, en cualquier cambio de hábito, que implique un nuevo aprendizaje, la mente puede ser la mejor aliada, pero también la peor enemiga. Todo depende de cómo la persona percibe, cree, se autodialoga ante las situaciones de su vida o cada paso que realiza. La mayoría de las veces por no poner atención, el mismo individuo puede auto sabotear sus propios objetivos u/o progresos". Ante lo nuevo, "la mente tiende a poner un hackeador emocional que es ese mecanismo interno que usa las propias creencias y emociones, claramente no manejadas asertivamente, para desviar a la persona de sus propósitos. Esto se debe porque el “yo” siempre busca la autoconservación y lo nuevo -que figura como lo desconocido y por ello tiende a ser amenazante- busca permanecer en lo seguro, aunque ello no sea lo funcional. Sin embargo, con estrategias, resignificación cognitiva, exposición gradual, se podrán ir generando, poco a poco, ciertos progresos, nuevos resultados, disolviendo así las resistencias". Las emociones intensas, así como el automatismo pueden nublar el juicio y afectar las decisiones que la persona toma ante las distintas situaciones, incluso y sobre todo en un proceso de cambio de hábitos, que es algo que se está aprendiendo y, por ello, es difícil mantenerlo espontáneamente. En ese sentido, "resulta clave escuchar lo que están diciendo dichas las emociones, permitir sentirlas, para darles una respuesta adecuada e impedir que se genere un problema pantalla, una mala canalización como el hambre emocional, el desánimo, el mal dormir, entre otros". La profesional aclaró que "es clave saber que ninguna emoción es mala, solo es una señal de lo que realmente pasa el en interior de la persona y de lo que en función a ello debe hacer; por ejemplo: si se está enojado, se busca la forma de poder poner límites sanos, expresar lo que se siente de manera adecuada. Al contrario, como muchas personas no accionan de esa manera, caen en ansiedad por acumulación de emociones, que los lleva a descargar en la comida, en el alcohol, el cigarrillo, entre otros. Estas situaciones no resuelven el problema real, sino de momento, por lo que se va volviendo adictivo". Por ello, "la mejor manera de comenzar a trabajar una adicción para sanar y establecer un mejor hábito es escuchar lo que se siente y tratar de darle la respuesta correcta -autodiálogo consciente-, así como también el cambio de creencias limitantes, la mayoría originadas desde la infancia. Es necesario identificar esas creencias para dejar de repetirlas y cuestionarlas desde la actualidad, desde los recursos y las herramientas con las que hoy se cuentan hoy para refutarlas o cambiarlas". Lo más importante para llevar a cabo los cambios de hábitos es contar estrategias y planificación previa desde el autoconocimiento de cada uno, de su rutina. Intentando cambiar desde el automatismo, la espontaneidad, será muy difícil lograr la constancia y el aprendizaje para lograr los objetivos buscados y abordar el verdadero cambio.
Ver noticia original