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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/05/2025 10:32
De izq a der: Nicolás Ponsiglione (Deconstruyendo la ESI), Graciela Spinelli (Padres Unidos), el senador Juan Carlos Pagotto, el abogado Francisco Morán y el psicólogo Ezequiel Baigorria El escenario de este encuentro, iniciativa del senador nacional Juan Carlos Pagotto y de la asociación civil Padres Unidos, fue el Salón Azul del Palacio Legislativo. El panel de expositores fue presentado y coordinado por el abogado Francisco Morán y por Graciela Spinelli, fundadora de Padres Unidos. El primer tramo de la jornada fue testimonial: un padre y una madre compartieron la experiencia vivida con sus hijos por el enfoque de la perspectiva de género en las clases de ESI, mientras que una docente contó el otro lado de esta realidad: la imposición vertical y autoritaria de esta doctrina a maestros y profesores. El Segundo panel fue el de los especialistas, con la intervención de Daniela Dupuy, fiscal penal especializada en delitos informáticos de la Capital Federal y directora del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales (Oceanic); del psicólogo Ezequiel Baigorria y de Nicolás Ponsiglione, autor de Deconstruyendo la ESI. Al dar las palabras de bienvenida, el senador Pagotto expresó su deseo de que ese fuese “el comienzo de una larga batalla por aquella frase que dice ‘con los chicos no’”. Francisco Morán resaltó “la valentía de los que van contra toda esta tendencia woke, de falsa tolerancia, de camuflaje, de depredadores” y “se bancan dar un paso adelante y ser juzgados por defender a nuestros chicos”. Grace Spinelli agradeció al público presente -madres, padres, abuelos, docentes, abogados, profesionales de la salud, periodistas y de otros ámbitos- por estar ahí “para respaldar el derecho de los padres a proteger a sus hijos frente al peligro de una narrativa que avasalla la infancia y su inocencia a partir de una imposición ideológica y la sexualización a la que están expuestos en las aulas con la excusa del cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral”. Grace Spinelli Exhortó a los padres a no tener miedo “de alzar la voz y pronunciarse”. “No están solos y somos cada vez más -dijo, en referencia a cómo está creciendo la red de Padres Unidos en todo el país-. Nosotros debemos velar por la integridad de nuestros hijos. Nada ni nadie, ni siquiera una ley, puede arrebatarnos ese derecho, ni tampoco el derecho de los niños y adolescentes a que se respete su vida, su intimidad, su integridad física y psíquica y a recibir una educación respetuosa de su infancia, como establece nuestra Constitución Nacional”. Le siguió a esto el testimonio de un integrante de Padres Unidos, Fabián Gustavo Lize, de Esquel, Chubut, padre de Alma, una niña que a los 10 años expresó sentirse varón. Él reaccionó como haría cualquier persona con sentido común y cualquier padre responsable. Su hija empezó una terapia “por mi convencimiento de que se trataba de otra cosa”. “Comuniqué a la escuela a la que asiste mi hija tal situación. Les pedí ayuda, contención para mi hija, prudencia y coherencia”, dijo. Fue entonces cuando, a través de una nota de Infobae, supo de la existencia de la agrupación Manada (Madres de niñas y adolescentes con disforia de género de inicio rápido). “Fueron mi primera contención, el faro para orientarme y protegerme a mí y a mi hija de lo que iba a venir. A ellas mi eterno agradecimiento”. El 15 de agosto Lize fue citado a la escuela donde le comunicaron mediante acta que la docente de su hija “ya se estaba dirigiendo a (ella) con el nombre Tomás”. “Llegaron a esa conclusión en una clase de inglés, sí, de inglés, porque la ESI es transversal”, dijo este padre comprendiendo la incredulidad del público. La misma que habrá experimentado él en aquel momento. Siguió un período de infructuosos intentos de que la escuela escuchara a la terapeuta de su hija, que señaló que esa “transición social” era totalmente “contraproducente para la terapia abordada”. Fabián Lizze “Con impotencia y angustia -recordó Fabián-, me preguntaba en qué momento una institución tan noble como la escuela podía llegar a ejercer tal poder contra un padre que ama a su hija desde la concepción. ¿En qué momento la autoridad de la escuela y del Estado puede pasar por encima de un padre y de los valores con los que quiere educar a su hija?” No hubo empatía, afirmó. “Las propuestas de la ESI seguían siendo ‘si querés ser otro distinto al que sos, si te gustaría ir contra la corriente…’. Tuve la certeza de que la escuela no era un lugar seguro para mi hija”. En textos oficiales de la ESI, de la editorial Chirimbote, encontró contenidos para niños desde los 6 años que decían: “Hay cuerpos diversos, hay nenes con vulva y hay nenas con pene” y que hablaban del derecho a la identidad y “a que se los nombre como elles (sic) quieran, aunque no sea el nombre que les pusieron sus padres cuando nacieron”. Estos son contenidos para niños a partir de los seis años. “El 30 de septiembre me convocaron para presionar por un cambio registral en los documentos escolares para asegurar que ningún docente cometiera el ‘error’ de llamarla por su nombre real -dijo Fabián Lize-. Nunca había sentido tanta impotencia como en esa reunión. El nombre de mi hija solo salía de mi boca mientras aquellas cinco personas se dirigían a mí hablando de mi hija como de un varón y hasta en un tono de alegría. Me clavaban un puñal tras otro. No puedo olvidar la mirada y el tono de poder sobre mí, de la psicopedagoga a la que sólo le importaba ganar una batalla ideológica con mi hija como trofeo”. Cuando finalmente Alma dijo “no quiero ser más Tomás” era el mes de octubre. Pero hasta fin de año la escuela mantuvo el nombre masculino. “A estas alturas me entero de la agrupación Padres Unidos y de que esta situación se repite a lo largo y ancho de nuestro país, con muchísimos padres incluso peleando la tenencia de sus hijos por no aceptarles el nombre autopercibido en la escuela”. De izq a der: Spinelli, Pagotto, Morán, Dupuy y Baigorria Alma se reafirmó en su identidad, “gracias al apoyo de su psicóloga y mi firme acompañamiento”, dijo el padre. “La ESI, tal como se la aborda, es una vulneración a nuestra responsabilidad parental y un marketing de la disforia de género. Era impensado que esto surgiera desde el Estado y desde un lugar tan noble como la escuela, siendo una de las puertas de entrada a la disforia de género a través de la hipersexualización promovida por la ESI, sin medir consecuencias a futuro. Bloqueadores de pubertad, hormonización y cirugías”. Por eso concluyó pidiendo a legisladores, funcionarios y autoridades que escuchen a las familias. “A las autoridades aquí presentes les pido por favor, con los niños no, con nuestros hijos nunca más”. Carolina Zabala vino desde Villa La Angostura, Neuquén, para dar su testimonio. Madre de dos niñas, una en primaria y otra en preescolar. “Viajé hasta acá para defender lo más preciado: la pureza e inocencia de mis hijas y de todos los niños de este país. Muchos padres no ven lo que está ocurriendo en las escuelas y otros no se animan a alzar la voz”. “Siempre estuve atenta a lo que ocurría en el taller de Educación Sexual Integral, porque sabía que era el terreno propicio para violentar los valores y creencias de nuestra familia. Y manipular la verdad”, dijo. Hasta que lo confirmó cuando en una exposición de dibujos reparó en uno de un niño de ocho años. “Era un cuadro comparativo de que lo que antes era una nena ahora podía ser un nene y viceversa. Me llené de impotencia de solo pensar cuánto daño y confusión habían sembrado en ese niño. Están yendo en contra de la biología, de la naturaleza, con argumentos sin base científica”. Ilustración de uno de los materiales de ESI: juego didáctico para enseñar que una nena puede ser un nene y viceversa Por las actividades de deconstrucción de género que promueve la ESI, Carolina perdió la confianza en la escuela. “Dejó de ser un lugar seguro porque allí buscaron manipular a los niños”. Cuando conoció Padres Unidos, vio que no estaba sola en su preocupación “Este año, al comienzo del ciclo lectivo, varios padres presentamos la carta ‘No autorizo’ con temor a la represalia, a ser señalados, a que nuestros hijos fuesen discriminados -dice-. Pero el avasallamiento y el miedo a que perviertan a nuestros hijos fueron tan grandes que eso nos puso en marcha. Acá estamos, de pie frente al ataque feroz del Estado con el adoctrinamiento en las aulas y la hipersexualización de los niños. Queremos que la escuela deje de ser un lugar de colonización ideológica. Que vuelva a ser el lugar en el que nuestros hijos aprendan matemáticas, gramática, ciencias sociales, artes plásticas, ciencias naturales, educación musical, geografía”. Carolina Zabala El moderador Francisco Morán aprovechó para agradecer al gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, que envió una carta de respaldo a los organizadores. Al presentar a la profesora de Lengua y Literatura de la Escuela secundaria Benjamín Matienzo de San Miguel de Tucumán, Verónica Mabel Oliva, Morán agradeció a los docentes “que están dispuestos a ponerle la cara a esto, porque es mucho más difícil para una persona que se juega su carrera”. Y pidió a todos “los que hacen política con la educación” que tuvieran “el coraje de dar las batallas donde corresponde porque no sirve que salgan a dar una nota para contar su indignación moral y no hagan nada”. También señaló que las autoridades niegan que se sexualice a los niños y dirigiéndose a la profesora Oliva agregó: “Nos han dicho que eso no existe. Me gustaría que nos cuentes tu experiencia de cómo eso se comunica a los docentes y cómo éstos interactúan con los chicos”. Oliva se refirió a la capacitación en ESI que reciben los docentes, en “jornadas de mucho adoctrinamiento”, pero que no pueden eludir porque dan puntaje. “Forma parte de nuestra carrera. Pero hay muchos docentes y muchos directivos que no están de acuerdo con esto”, aseguró. “Hicieron leyes para obligarnos, es coercitivo esto, nos están obligando por ley, la mayoría no quiere hacerlo”. Contó por ejemplo que “en jornadas que no se avisan previamente para que los padres no puedan oponerse, los alumnos se sientan en ronda junto con los docentes, y la consigna es empezar a darse besos para después decir cómo se han sentido”. Esgrimió el libro que contiene esas propuestas, por si alguien quería consultarlo. “Otra actividad puede ser cómo funciona el preservativo. Se usan las horas de matemática, de biología, de lengua, etcétera y los chicos ya no estudian porque ya no es importante saber leer, escribir, aprender, comprender un texto, ni las operaciones básicas, sino que es importante saber poner el preservativo delante del docente. Decir cómo quieren tener sus relaciones sexuales”. Verónica Oliva Oliva denunció esta vulneración y exposición a la que se somete a los chicos. “Si un adulto se siente incómodo, imagínense los niños -dijo- Ese tipo de actividades están en los libros del Ministerio de Educación, no son actividades que elegimos los docentes”. También señaló que se permite el ingreso de personas ajenas a la escuela, de ong y fundaciones, que incluso dejan una oficina de la ESI en la escuela, de identidad de género, con sus banners multicolores. “Sacan a chicos del curso, ven si hay un alumno con disforia de género, lo exponen, lo vulneran. Lo hacen contar su historia. Estos chicos tienen ideas suicidas, depresiones increíbles y tienen que explicarle a los otros chicos y a adultos, qué le pasa, por qué los padres no lo comprenden y por qué quiere quitarse la vida”. El resultado es perturbador para el chico expuesto y para los que escuchan. Niños que no están en condiciones de entender ni mucho menos contener a ese compañerito. “Un psicoanálisis barato, grupal, porque nadie ayudó a nadie, solamente vulneraron y humillaron a niños”, sentenció Oliva. “Acá estoy en representación de todos esos docentes y directivos que no le quieren abrir la puerta a esta gente y que no quieren seguir usando este material. La etapa para estudiar y aprender es justamente la adolescencia, cuando más información pueden absorber. Pero les entregamos esta basura y los chicos no aprenden ESI, se hacen adictos a la pornografía”, concluyó. A la fiscal federal Daniela Dupuy le correspondió mostrar “cuáles pueden ser las consecuencias de esto en números”. Además de fiscal especializada en cibercrimen -“todos los casos de explotación sexual infantil y de grooming ingresan por la Fiscalía donde me desempeño”- es también directora de un Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital. Porque su tarea “no sólo es llevar a juicio a los autores de delitos aberrantes contra nuestros niños, sino también concientizar, formar, a padres, docentes, niños, niñas y adolescentes”. Daniela Dupuy Dupuy expuso cifras que demuestran la curva escandalosamente creciente de estos delitos. “Recibo por año en la fiscalía 120.162 denuncias. La cantidad por mes no baja de las 8000 a nivel nacional. Pero en el año 2016 habían ingresado 8840 reportes. En el año 2024, 120.162. Y ahora, en mayo del 2025 y casi llegamos a los 120.000 reportes del año pasado”. “Esto nos ubica muy pero muy lejos de poder creer que estamos educando a nuestros niños. ¿Ustedes piensan que las víctimas son niñas, niños o adolescentes con un nivel sociocultural bajo? No, son hijos, hijas, sobrinos de cualquiera de los que estamos aquí sentados. Y esto es porque no hay una buena educación, que vaya al foco, al problema real, y desprovista absolutamente de cuestiones ideológicas”, dijo Dupuy. Aunque no lo explicitó así, su comentario apuntaba a demoler uno de los argumentos preferidos de los promotores de la ESI: que ésta previene abuso. Casi todos los expositores de la jornada mencionaron el año 2018 como el momento en que la ESI con perspectiva de género hizo su irrupción. Las cifras que expuso Dupuy desmienten ese supuesto beneficio. Es incluso al revés. “No cualquier niño es víctima de grooming -detalló Dupuy-. Son los niños privados de relatos claros, de una educación que empieza en casa y se mantiene en los colegios. Lo contrario confunde, vuelve a nuestros niños y adolescentes mucho más vulnerables y totalmente receptivos en las redes donde los ciberdelincuentes los están esperando”. “Lo que está pasando en los colegios es muy grave, es gravísimo”, agregó, por eso desde el Observatorio que dirige también realizan una tarea de sensibilización para los padres, los docentes, los alumnos. “¿Vamos a permitir que los alumnos tengan un uso irresponsable de las redes? ¿Vamos a seguir permitiendo que la educación esté impregnada de ideología? Los perdemos, literalmente los perdemos”, advirtió. Francisco Morán apuntó que, junto a Enzo Di Fabio, fundador del Instituto Prudencia, presentó una denuncia contra el gobernador Axel Kicillof y su ministro de Educación, Alberto Sileoni. “No voy a repetir los contenidos de los libros que denunciamos -Cometierra y Las aventuras de la China Iron-, sólo digo: no se le puede dar pornografía a los chicos. Es tan simple como eso”. Extracto de "Las aventuras de la China Iron", un libro que "deconstruye" el Martín Fierro. El gobierno bonaerense lo distribuye a chicos a partir de los 14 años A continuación, Ezequiel Baigorria, psicólogo especializado en infancia y abuso sexual infantil, explicó claramente cómo los actuales contenidos de ESI fomentan el abuso en vez de prevenirlo. “¿Qué pasa cuando a un chico se le quita el pudor, las barreras que lo protegen y el sentido de intimidad? Lo que ocurre es que queda vulnerable para gente que está preparada y dispuesta a sacar partido de eso, los depredadores sexuales” Y acusó: “El Estado como institución a través de la escuela es el que comete ese agravio y permite la vulneración de derechos al dejar expuestos a los niños”. “Cuando empezamos a dar esta batalla en 2018, fue porque la ESI, de la manera en que está planteada, irresponsablemente, sin considerar la intervención de la familia, termina preparando el escenario para que se cometan los abusos sexuales infantiles”. Apuntó contra el riesgo que representa “hablar de sexualidad cuando no hay un filtro adecuado que garantice que el que va a estar dando ese tema no sea un depredador sexual”. Recordó que el pedófilo siempre busca un lugar en donde haya muchos chicos para poder seleccionar a los más vulnerables. Ezequiel Baigorria Baigorria hizo un alto para aclarar que no está en contra de la educación sexual. Es necesaria, “pero debe ser acorde a la edad, a la evolución del niño, a lo que su psiquismo puede soportar en cada momento”. Citó al prestigioso psicoanalista argentino Fernando Ulloa (ya fallecido) que definía al abuso sexual como “la irrupción de la sexualidad adulta en la vida psíquica de un niño”. No es necesario el contacto físico para que haya abuso, aclaró. “Puede haber abuso sexual infantil, puede haber una irrupción de la sexualidad adulta en un niño con algo que no necesariamente sea contacto físico”, siguió y a modo de ejemplo mostró varios materiales de ESI. Por ejemplo “ESI es parte de la vida”, una guía para acompañar el desarrollo de niños y niñas de entre 2 y 9 años”. Allí aparece la imagen de una nena y un nene desnudos señalándose, acompañado de la frase “Comprender la masturbación y los juegos autoeróticos como una forma saludable de ejercer y explorar la sexualidad”. Dijo Baigorria: “Si bien es cierto que hay una etapa en la que el niño hace una exploración en su cuerpo y en la sexualidad, lo grave es que un adulto intervenga en eso, porque esa es la irrupción de la sexualidad adulta. Eso es lo que está mal en ese tipo de material. Tiene que ser un proceso que el chico vaya descubriendo solo”. Luego mostró una ilustración de la revista Charlar en familia (destinada a que los padres hablen sobre sexualidad con los niños), que muestra a una nena desnuda, en un lugar al aire libre, donde hay gente, y el texto dice: “Todo es más fácil cuando superamos la vergüenza”. “Tenemos que volver a los primeros estudios sobre sexualidad infantil -sugirió-. Freud, en Tres ensayos para una teoría sexual, introduce el concepto de la construcción de los diques anímicos”, que se da entre los 5 y los 12 aproximadamente. “Esos diques son el asco, la vergüenza y la moral. Estos diques no son restrictivos de la sexualidad, sino que permiten una buena construcción, una privacidad, que el chico pueda ir manejando, asimilando la información que recibe. Si hablamos de superar la vergüenza en este estadio, puede ser que los diques anímicos se construyan mal o directamente se derrumben”. Ese chico, explicó, no contará con recursos para pedir auxilio cuando esté ante un posible abuso. “Quienes hemos trabajado en detectar casos de abuso sexual infantil, sabemos que el asco y la vergüenza son indicadores. Si derribamos la vergüenza o el asco, se pierden indicadores de abuso. ¿Cómo hace la ESI, que dice estar diseñada para prevenir los abusos sexuales para detectarlos si su misma implementación va derribando los argumentos y los indicadores para ello? Por eso decimos que ESI es abuso sexual infantil institucionalizado. O grooming institucionalizado. Es una manera de preparar al chico para que quede expuesto y sea más vulnerable. La implementación actual de la ESI deja al chico más expuesto, con menos defensas ante los posibles abusos”. También propuso volver a una experiencia que se hizo en el país en los años 50, 60 y 70, de escuela para padres, revisándola, contextualizándola, “para introducir a la familia en la educación sexual y no excluirla”. A Nicolás Ponsiglione le correspondió explicar el trasfondo de la ESI. “Descorrer el velo”, para entender de qué se trata eso que muchos niegan “o negaban, porque eso está cambiando”. “Hace más o menos 15 años, Jania Slotnik, directora de la División de Población de Naciones Unidas, dijo ‘para lograr la supervivencia y bienestar de la población y del planeta es absolutamente necesario disminuir la fertilidad’”. “El dispositivo universal que se viene aplicando desde hace más de medio siglo, para disminuir la fertilidad de manera efectiva, rápida, barata, omnicomprensiva para un chino, un argentino, o un canadiense es la ESI”. También Ponsiglione aclaró que no está en contra de la educación sexual, pero preguntó: “¿Por qué no se llama Ley de Educación Sexual? ¿Por qué integral? Ahí han metido el caballo de Troya. Porque esa palabrita integral es el receptáculo de la perspectiva de género o ideología de género”. Nicolás Ponsiglione También allí hay un equívoco porque mucha gente asocia perspectiva de género con igualdad entre varones y mujeres. Pero eso es un anzuelo, dijo Ponsiglione. “Esa definición todavía reconoce las diferencias biológicas y genéticas entre varones y mujeres y pinta un mundo que todos queremos, más justo. Pero hete aquí que la perspectiva de género, en su acepción más profunda, niega la sexualidad humana y la reemplaza por un concepto increíblemente amorfo y ambiguo que se llama género. Dicen ‘sexo asignado al nacer’, pero el sexo no se asigna al nacer, se reconoce al nacer”. Y sentenció: “En esta perspectiva nada es científico, nada es médico, nada es psicológico, ni psiquiátrico, ni ético”. Llamó a aprender de lo que está pasando en otros países que “están pegando el volantazo porque ya tienen 20 años de esto y lo que han cosechado es el horror”. “Entendamos que integral siempre alude a perspectiva de género. Si no hay varones ni mujeres, ¿qué es la sexualidad? El núcleo duro de eliminar la sexualidad humana binaria, biológica abre las puertas a un vale todo prácticamente infinito. Ahí es donde lo que conocemos como corrupción de menores, para esta perspectiva es la cosa más natural del mundo. Vean el peligro”, advirtió. A la reducción demográfica se suma el objetivo de disolver el núcleo familiar. “La ESI es esa ingeniería que cumple con varios objetivos al mismo tiempo. Sus premisas son falsas, irracionales, anticientíficas, anti médicas y por ende, anti humanitarias. La perspectiva de género es una imposición. Es censura de la ciencia e imposición autoritaria que no tolera el pensamiento diverso”. También aludió al rol de las farmacéuticas: “Un niño o un adolescente que compra la idea del género y la lleva a cabo en su cuerpo, es un cliente de por vida. Es un negoción. La sexualidad es salud. La construcción de una identidad robusta con base en la biología es salud. Pero como la perspectiva de género no introduce salud, sino corrupción y enfermedad, una persona que muerde el anzuelo de esa doctrina se convierte en un cliente de por vida. Es un negocio. En Argentina, a medida que se va allanando el camino legal, judicial y cultural, las corporaciones y fondos de inversión están creando clínicas de género, de cambio de sexo, en realidad de castración, porque es un negocio”. Morán aclaró que no se trataba de “atacar a ninguna minoría”, sino de “dar un tirón de orejas a los que lucran trayendo iniciativas de afuera y con tal de tener dinero para una consultora dejan que esto suceda en las escuelas”. Francisco Morán El senador Juan Carlos Pagotto expresó su preocupación por este tema e ironizó acerca de que “los que defienden la ideología de género” parecían “los que más compungidos -presuntamente- con la muerte de Francisco, cuando Francisco destruyó la ideología de género”. Citó una frase de un libro de Hugo Wast que dice que “la primera ley de la historia es no mentir y la segunda, atreverse a decir la verdad”. Hernán Seivane, de la Fundación Morelli, promotora de la denuncia penal contra Alberto Sileoni por la distribución de “libros porno”, en los colegios bonaerenses, contó que “la denuncia está avanzando muchísimo”. “Están llamando a testimoniales a los que escribieron los libros y a los que armaron la currícula. Están bastante preocupados en la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia”, aseguró. Hernán Seivane, de la Fundación Morelli “Es importante hacer ruido, ponerle luz a esta oscuridad-exhortó Morán-. ¿Quieren ver un cambio en la legislación, en las escuelas ? Hagan ruido. Son los padres. Cuando se vayan, hagan ruido porque han escuchado testimonios de gente que sufrió y que pudo sacar adelante a sus seres queridos, como es el caso de Alma, porque su padre no se dejó avasallar”. Grace Spinelli informó que, junto con Francisco Morán y Enzo di Fabio, elaboraron un documento que le fue presentado al senador Pagotto en su condición de presidente de la Comisión Unicameral de Justicia y Asuntos Penales. “Es un pedido de investigación a nivel nacional para que todos los ministros de Educación y de Salud informen qué contenidos y materiales de ESI se usan en sus provincias y den cuenta del presupuesto asignado a tal fin”. [Las familias que deseen conectarse con Padres Unidos, pueden hacerlo al tel +54 9 11 3677-1744 - o a través de la página www.padresunidosarg.com.ar] VIDEO DE LA JORNADA
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