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» La Capital
Fecha: 30/04/2025 23:17
El país asiático experimenta un boom de las operaciones estéticas. Pero no todas son exitosas, y la creciente demanda incluye un gran número de clínicas que operan sin licencia Abby Wu, antes de la primera operación y hoy, después de pasar más cien veces por un quirófano. Abby Wu se sometió a una liposucción a los 14 años, cuando su profesora de teatro le dijo que estaba demasiado gorda. Hoy tiene 35 años y ya pasó por más de cien cirugías estéticas. "Creo que nunca detendré mi camino para ser más bella", sostuvo la mujer, que se convirtió en la cara en redes sociales del boom de la cirugía estética que experimenta china, y que tiene tantos seguidores como aristas oscuras. Abby es copropietaria de una clínica de belleza en el centro de Pekín y se convirtió en uno de los rostros más conocidos del auge de la cirugía plástica en China. Todo empezó cuando, tras una enfermedad, aumentó de peso y en dos meses pasó de 42 a 62 kilos. "Eras nuestra estrella, pero ahora estás demasiado gorda. O renunciás o adelgazás rápido", le dijo su profesora de teatro. Su madre no dudó y la llevó a hacerse una liposucción para eliminar la grasa del vientre y las piernas. La cirugía fue traumática: Abby sólo recibió anestesia parcial y "podía ver cuánta grasa extraían y cuánta sangre perdía", cuenta. El episodio no la amedrentó y su búsqueda de la belleza perfecta la llevó a someterse a más de cien intervenciones que le costaron medio millón de dólares. Pero las cirugías tuvieron un costo físico. Sentada frente al espejo de su lujoso dúplex de Pekín, se aplica suavemente corrector sobre los moretones de una reciente inyección para adelgazar la cara, un procedimiento al que se somete mensualmente para que su rostro parezca "más firme y menos regordete", después de que tres cirugías de reducción de mandíbula le quitaran demasiado hueso. Las cirugías que no salieron del todo bien tampoco la acobardaron. "Cada día tengo más confianza en mí misma y soy más feliz", asegura. 20 millones de operaciones por año La cirugía plástica, antes considerada tabú, se popularizó enormemente en China en los últimos 20 años. Cada año, 20 millones de chinos se someten a procedimientos estéticos. El 80 % de los pacientes son mujeres y la edad media de las personas que se operan es de 25 años. Aunque la apariencia siempre fue importante en la cultura china, sobre todo para las mujeres, los cánones de belleza están cambiando. Durante años, los rasgos más buscados eran una mezcla de ideales occidentales, fantasía animé e inspiración K-Pop: el párpado doble, la mandíbula esculpida, la nariz prominente y el rostro simétrico. Pero últimamente están aumentando los procedimientos más inquietantes, que persiguen un ideal irreal, hiperfemenino, casi infantil. Ahora se inyecta botox detrás de las orejas para inclinarlas hacia delante, creando la ilusión de un rostro más pequeño y delicado. La cirugía del párpado inferior, inspirada en la mirada vidriosa de las heroínas del animé, ensancha los ojos para darles un aspecto inocente e infantil. El acortamiento del labio superior estrecha el espacio entre el labio y la nariz, como señal de juventud. Pero gran parte de esta belleza está hecha para la pantalla. Con filtros y anillos de luz, los resultados pueden parecer impecables. En la vida real, el efecto suele ser extraño: un rostro que no es ni humano ni infantil. Aplicaciones de cirugía estética como SoYoung y GengMei, que afirman ofrecer un análisis algorítmico de las "imperfecciones faciales", son cada vez más populares. Tras escanear y evaluar los rostros de los usuarios, ofrecen recomendaciones quirúrgicas de clínicas cercanas, llevándose una comisión por cada operación. Estas y otras tendencias de belleza son compartidas y promovidas por famosos e influencers en las redes sociales, cambiando rápidamente lo que se considera deseable y normal. Clínicas poco confiables Para satisfacer la creciente demanda, se están abriendo clínicas a gran velocidad en toda China. Pero hay escasez de profesionales cualificados y un gran número de clínicas operan sin licencia. Según un informe de iResearch, una empresa de estudios de marketing, en 2019, 80.000 locales de China realizaban procedimientos estéticos sin licencia y 100.000 profesionales de la estética trabajaban sin la cualificación adecuada. Como resultado, se estima que cada día se producen cientos de accidentes dentro de las clínicas chinas de cirugía estética. La doctora Yang Lu, cirujana plástica y propietaria de una clínica de cirugía estética autorizada en Shanghái, afirma que en los últimos años creció el número de personas que acuden a operarse para reparar procedimientos que salieron mal. "He visto a muchos pacientes cuya primera operación fue un desastre porque acudieron a lugares sin licencia", dijo Yang. Yue Yue, de 28 años, es una de las víctimas de una operación que salió mal. En 2020 recibió inyecciones de colágeno —diseñadas para que la cara pareciera más rellena— de una clínica sin licencia abierta por un amigo cercano. Pero los rellenos se endurecieron. "Sentía la piel como si tuviera cemento debajo", contó.
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