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  • Los secretos de “Si tuviera 30”: un final cambiado a último momento, la magia de ‘Thriller’ y un vestido desaparecido

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/04/2025 04:49

    El carisma de Garner fuera de cámara conquistó tanto al elenco como al equipo técnico.(IMDb/Columbia Pictures) Este 2025 se cumplieron 21 años del estreno de Si tuviera 30 (13 Going on 30), la comedia romántica que consolidó a Jennifer Garner como una estrella de cine y grabó en la memoria de la audiencia uno de los bailes más icónicos de la historia del género. Una combinación de fantasía, nostalgia femenina y ternura elevó esta película dirigida por Gary Winick a la categoría de clásico que aún conmueve a nuevas generaciones. La historia coescrita por Josh Goldsmith y Cathy Yuspa sigue a Jenna Rink, una adolescente de 13 años que, tras una humillante fiesta de cumpleaños, desea ser mayor y despertar directamente a los 30 años. Su deseo se cumple mágicamente, y se encuentra en el cuerpo de una exitosa editora de revistas de moda en el Nueva York de 2004, lidiando con un mundo adulto para el que no está preparada. El diseño de vestuario apostó por lo colorido, atrevido y juvenil para transmitir el espíritu de Jenna. (Créditos: Netflix) Asimismo, el corazón de la película está en su relación con su amigo de la infancia, Matt Flamhaff —interpretado por Mark Ruffalo—, quien la ayudará a conectarse otra vez con su verdadero yo. ¿Cómo encontraron a los protagonistas? Desde el inicio, el equipo creativo de Si tuviera 30 supo que Jennifer Garner debía ser Jenna Rink. Aunque en ese momento todavía no era una estrella de cine consagrada, su participación en la serie Alias la había colocado en el radar por su carisma, su entrega física y su encanto genuino. Pero había un obstáculo: su agenda. “Siempre fue nuestra primera elección para Jenna Rink”, recordó el productor ejecutivo Todd Garner en un informe especial de Cosmopolitan. “Pero estaba filmando Alias. Así que tuvimos que esperar casi un año por ella”. Tener paciencia valió la pena. “Jennifer no era una gran estrella aún”, explicó el guionista Josh Goldsmith. “Eso la hacía perfecta para transmitir la inocencia, dulzura y asombro de Jenna”. Jennifer Garner se convirtió en Jenna Rink luego de que el equipo esperara un año por su disponibilidad. (Columbia Pictures) Su actitud también conquistó al equipo técnico. “En la primera semana ya se sabía el nombre de todos los del equipo”, recordó la diseñadora de vestuario Susie DeSanto. “Se esforzaba por tratar bien a todo el mundo”. El rol de Matty fue más difícil de definir. Aunque Mark Ruffalo terminó siendo el elegido, su perfil no era habitual para una comedia romántica. “Mark era el sueño”, dijo el productor Josh Matthews. “Ese dolor interno del personaje era tan importante como la comedia. Cuando dijo que sí, fue mágico”. La directora de casting, Terri Taylor, mencionó que también se consideraron actores como Paul Rudd y Sam Rockwell. Pero Ruffalo tenía algo distinto: una ternura melancólica que calzaba a la perfección. La amistad de Mark Ruffalo y Jennifer Garner perduró en el tiempo (Columbia Pictures) Mark Ruffalo odió la idea de bailar ‘Thriller’ La escena más famosa de Si tuviera 30 —y posiblemente la que aseguró su lugar en la historia del cine pop— es la coreografía grupal al ritmo de “Thriller”, de Michael Jackson. La idea surgió del amor que los guionistas Josh Goldsmith y Cathy Yuspa, junto al productor Josh Matthews, sentían por el clásico ochentero. Querían una manera en que Jenna pudiera romper la rigidez de una fiesta adulta, y no había mejor forma que hacerla bailar. No obstante, conseguir los derechos del tema fue una odisea. “Era muy difícil licenciar Thriller, especialmente en ese momento de la vida personal de Michael Jackson”, explicó John Houlihan, supervisor musical, en Cosmopolitan (2024). “Había muchas cosas legales y mediáticas pasando en ese entonces. Fue un gran logro”. Mark Ruffalo no quería hacer la escena de “Thriller” y casi renuncia por eso. (REUTERS/Mario Anzuoni) La idea de bailar también fue un reto para Mark Ruffalo, en el rol del mejor amigo de la protagonista. Aunque su personaje termina uniéndose a la coreografía de Jenna, el actor de Hulk casi abandona la película por no sentirse cómodo con la situación. Jennifer Garner le recordó esa anécdota al actor de Marvel cuando este recibió su estrella en el Paseo de la Fama. Entre risas, relató la reacción de su colega cuando le describieron la escena: “Mark pasó de estar en shock a inquieto, a completamente callado, hasta decir: ‘Hermano, esto no es para mí’” Ya en 2021, Garner había contado en theSkimm que en el primer ensayo, Ruffalo se sintió completamente fuera de lugar. “Judy [Greer] y yo fuimos bailarinas cuando éramos niñas, y él no lo sabía. La pasó tan mal que casi se va del proyecto”. El equipo de casting también tuvo una forma peculiar de seleccionar a los bailarines que acompañarían a la pareja en el centro de la pista. Garner y Judy Greer tenían experiencia en danza; eso intimidó a Ruffalo durante los ensayos (Créditos: Captura de pantalla de la película "Si yo tuviera 30") “Rechazábamos a los que eran demasiado atractivos, demasiado profesionales”, contó Houlihan. “Nos quedamos con los excéntricos, los que parecía raro que se presentaran a una audición de baile. Y fueron perfectos”. En medio de ese caos controlado, también nació un ícono de la moda: el vestido que Jenna usa durante la coreografía. “Había varias opciones, y ese fue el que se eligió. No puedes predecir un momento cultural. Simplemente, ocurre”, dijo la diseñadora de vestuario Susie Desanto. Años después, el vestido se convirtió en un disfraz popular en TikTok y en fiestas temáticas de “30, coqueta y próspera”. Jennifer Garner aún se sorprende por la fama del atuendo y reveló que actualmente el paradero de la pieza original es un misterio. “No me quedé con ninguna prenda de esa película. El vestido volvió al almacén y apareció siendo usado por una extra en Sex and the City. Luego desapareció. Nadie sabe dónde está. Alguien debe tener ese vestido”, confesó en Cosmopolitan el año pasado. ¿Cuál era el final original de “Si tuviera 30”? “Crazy for You” de Madonna reemplazó a Queen como canción final de la película (Columbia Pictures) El final que todos recuerdan de Si tuviera 30 —Jenna y Matty saliendo casados de una vivienda, felices y listos para una vida juntos— no fue siempre la conclusión planeada para esta comedia romántica. De hecho, fue el resultado de un extenso proceso de reedición y regrabación, que incluyó rehacer completamente el inicio y el desenlace del filme. ¿La razón? La actriz elegida originalmente como la versión joven de Jenna Rink no se parecía lo suficiente a Jennifer Garner, lo que motivó el volver a filmar esas escenas clave. “La oportunidad de revisar todo el comienzo también nos permitió ver, ya con la película armada, qué momentos podíamos transformar en ‘alusiones’ para hacer la historia más fuerte”, explicó el editor Plummy Tucker Littenberg Así nacieron guiños narrativos como la escena en que Jenna adolescente baila Thriller en el sótano —que no existía en el guion original— o el artículo en la revista Poise titulado “30, coqueta y próspera”, acompañado de fotos reales del set de filmación del apartamento de Jenna adulta. Asimismo, el final original tenía que ver con un castillo inflable de su fiesta de cumpleaños, un artículo que los padres de Jenna le habían instalado para ella. “Era muy infantil y Jenna estaba horrorizada”, recordó el guionista Josh Goldsmith. El cierre actual se decidió en la sala de edición: directo, romántico y sin palabras (Columbia Pictures) “La última imagen del guion original era Jenna y Matty corriendo hacia ese mismo castillo inflable y, mientras saltaban, se convertían en adultos. Era una manera poética de decir que habían crecido juntos”. Sin embargo, al revisar el montaje completo, surgió una nueva idea. “Queríamos volver a traer la casa de los sueños que Jenna imaginaba desde niña”, agregó Matthews. Así fue armándose la secuencia final actual. “Estábamos en la sala de edición y propuse: ‘Gary, ya está. Que abran la puerta y ya estén casados’. Y él decía: ‘No, no. Que salgan como niños y se transformen’”, recordó Littenberg. “Pero le insistí: ‘No. Tiene que ser limpio. Corren por las escaleras, cortas a la puerta, y les tiran arroz’. Y eso fue lo que quedó”. La elección musical también cambió a último momento. En lugar de usar “You’re My Best Friend” de Queen —que estuvo a punto de ser el tema final— se optó por una versión orquestal de “Crazy for You” de Madonna. Ese cierre, tierno y optimista, es parte de lo que convirtió a Si tuviera 30 en un clásico instantáneo. No sólo recaudó casi 100 millones de dólares en taquilla, sino que se volvió una referencia generacional, proyectada en pijamadas, imitada en redes y, ahora, adaptada como musical de teatro.

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