24/04/2025 08:02
24/04/2025 08:01
24/04/2025 08:01
24/04/2025 08:01
24/04/2025 08:00
24/04/2025 08:00
24/04/2025 08:00
24/04/2025 08:00
24/04/2025 07:57
24/04/2025 07:56
Parana » AnalisisDigital
Fecha: 24/04/2025 04:47
De ANÁLISIS El periodista Daniel Santoro dialogó en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) sobre su llegada a Paraná para participar del Ciclo 2025 de Charlas Periodísticas de ANÁLISIS, que se desarrollará este viernes a partir de las 20 en el octavo piso del Hotel Howard Johnson Mayorazgo, con entrada libre y gratuita. Santoro (diario Clarín), también presentará su libro “Nisman, anatomía de un crimen”, que narra la historia secreta de la muerte del fiscal, el encubrimiento y la “guerra” entre Cristina Fernández de Kirchner y el espía Jaime Stiuso. Alberto Nisman fue encontrado muerto en la noche del domingo 18 de enero de 2015 en su departamento en Puerto Madero. Uno de los hombres políticamente más relevantes de ese momento yacía en el suelo del baño, con un disparo en la cabeza. Investigador periodístico con cuatro décadas de experiencia, Santoro dialogó en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), donde se explayó sobre su investigación sobre la muerte de Nisman y las nuevas revelaciones que vinculan al poder político, a la ex presidenta y a figuras de inteligencia. A diez años de la muerte de Alberto Nisman, el periodista Daniel Santoro llega a Paraná con una nueva pieza del rompecabezas: su libro “Nisman, anatomía de un crimen”, donde reconstruye la escena, las omisiones clave y los silencios oficiales que -afirma-sellaron el destino del fiscal. En una charla vía Zoom con “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), Santoro también revela cómo un grupo de espías de Entre Ríos, aún activos en el Estado provincial, intervino en el caso con maniobras digitales que deben rendir cuentas en la Justicia. “Yo creía en el suicidio inducido. Pero después de leer el informe de Gendarmería, me convencí: a Nisman lo mataron”, admite Santoro. Con cuatro décadas de oficio, Santoro promete detalles inéditos en el Ciclo de Charlas 2025 de ANÁLISIS, donde la política, la inteligencia y la impunidad se cruzan en un caso que todavía marca el pulso de la Argentina. -¿Qué novedades principales tiene el libro sobre Nisman? Un tema que venís siguiendo desde el día que apareció muerto. -Sin lugar dudas, sin lugar dudas. En el décimo aniversario del crimen del fiscal de la AMIA, lo que había hecho el fiscal (Eduardo) Taiano es apuntar los cañones por la contaminación de la escena del hecho. La audiencia recordará aquellas imágenes del procedimiento policial adentro del departamento de Nisman, en Puerto Madero, donde 80 personas ingresaron entre la noche del 18 de enero del 2015 y la madrugada del día siguiente y contaminaron el departamento, el teléfono celular, la pistola Bersa, a tal punto que no se pudo encontrar huellas de ninguna persona excepto la de Nisman y la de uno de los prefectos que estaba presente ahí. El fiscal Taiano, entonces, que tenía delegada la causa por el crimen de Nisman, imputó al exviceministro de Seguridad, Sergio Berni, porque era la máxima autoridad adentro de ese departamento de dos ambientes de Puerto Madero, por todo este tema que le impide al fiscal -lo dijo él por escrito- avanzar para poder identificar a los objetos materiales e intelectuales de este asesinato. La novedad que les llevo para Paraná son estas dos declaraciones del jefe de la Prefectura Nacional de aquella época, Luis Heiler, y de Darío Ruiz, que era el segundo de Berni, donde ellos dicen: “Nosotros no tenemos ninguna responsabilidad, nosotros fuimos al departamento de Nisman porque lo ordenó Berni”. Es decir, hay más testimonios en este caso, también de otros dos imputados, que dirigen la mirada hacia Berni, que habló 31 veces desde el departamento de Nisman esa noche trágica con la entonces presidenta Cristina Kirchner, entre otras sospechas. Así que eso es lo más nuevo que llevo y cuento toda la historia vinculada con la guerra entre Cristina Kirchner y el poderoso espía Jaime Stiusso, que es un capítulo que todavía está abierto. -¿Habló muchas veces con el exfiscal Nisman? -Sí, hablé muchas veces porque yo lo conocía desde que se inició la causa AMIA. En el 1996, los fiscales originales de la causa, que se llamaban (Eamon Gabriel) Mullen y (José Carlos) Barbaccia, deciden convocar a un tercer fiscal para que los ayude en el primer juicio oral de la causa madre. Y lo conocí a Nisman cuando estaba con el exjefe de la Dirección Antiterrorista de la Policía Federal, Jorge “Fino” Palacios, un protagonista también de toda esta historia, en lo que ahora es la base de la Policía Montada de la Policía Federal. Ahí tenían su primera oficina… Aunque es cierto que después me distancié de Nisman cuando abandonó a sus amigos y fiscales -Mullen y Barbaccia- cuando fueron separados de la causa del juicio oral y público en el 2012. Pero, tuve mucho contacto con él. Y en mi primer libro –“Nisman debe morir”. La trama secreta de Cristina Kirchner, el pacto con Irán y la muerte violenta del fiscal-, hice un profundo análisis de toda la trayectoria judicial que tuvo la carrera de Nisman dentro de la Justicia Federal. -¿Y cuándo terminó de convencerse de que a Nisman lo asesinaron en su departamento? ¿Cuánto tiempo le llevó convencerse de eso? -Varios años, porque yo en mi primer libro me jugaba por la hipótesis del suicidio inducido. Es decir, los ataques personales, las amenazas que el gobierno de Cristina Kirchner, la campaña a través de los medios de comunicación de Página/12, la campaña con carteles pegados en la Ciudad de Buenos Aires… yo creía que eso era lo que lo había quebrado esa noche y que había decidido suicidarse. Pero, después de leer el informe multidisciplinario de la Gendarmería Nacional firmado por 48 expertos de la Gendarmería, médicos legalistas, expertos en balística, expertos en el estudio de las manchas de sangre y demás, me terminé de convencer que la hipótesis más probable es la del crimen por una serie de hechos, que vamos a contar el viernes en las famosas charlas que ANÁLISIS organiza en Paraná y que tienen que ver con el hecho de que no tenía manchas de pólvora en la mano, con la caída de la posición del cuerpo dentro de ese baño. Y después, y lo posterior, que es lo que hablábamos al principio, es por qué se tomó una cosa esencial y primaria, que era declarar la zona del hecho todo el departamento de Nisman y no solamente el baño, como hizo en ese momento la fiscal que estaba a cargo. Hay un video, que si tenemos tiempo lo vamos a mostrar en Paraná, donde se muestra que prácticamente es una patota que entra y que deja manchas por todos lados. -¿Cuánto le sorprendieron la presencia en el expediente de los espías de Paraná, que se denominaba Grupo Octógono, allegados a Sergio Urribarri, y que resultaron ser los autores también del video del ex senador nacional, Edgardo Kueider, que tuvo repercusión nacional e internacional? Además, a esa causa del video la lleva la jueza Sandra Arroyo Salgado, que fue espiada también por estos empleados del Estado Entrerriano. -Es una primicia de ustedes el tema del origen de ese video de Kueider contando dólares en su despacho de secretario de la Gobernación de Entre Ríos. El tema es que Taiano pidió la causa donde esos dos hackers, esos especialistas en informática del gobierno de Urribarri y del gobierno de (Gustavo) Bordet, están procesados por haber... -Le aclaramos que ambos siguen dentro de la estructura del Estado provincial, en el gobierno de Rogelio Frigerio. -Muy raro, muy raro todo este tema, porque por lo menos deberían haber pedido licencias hasta que se aclare en forma definitiva su situación procesal. Porque ellos están procesados porque el domingo 15 de noviembre de 2015, a las 16:15, entran desde una IPP que manejaban estos dos especialistas en Internet, de la Dirección de Migraciones para saber si Jaime Stiusso se había ido del país. Y todos nos enteramos recién a la medianoche de que Nisman estaba muerto. Entonces entraron a ver si se había ido del país sin orden judicial de Stiusso, de la jueza y la ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado. Entraron también para ver qué movimientos migratorios había hecho yo, y otra serie de personas que estábamos atrás de la investigación de la causa AMIA. Pero, además, desde la misma IPP, esto está chequeado en la causa y comprobado en la causa, se mandó un virus al teléfono celular de Nisman, unos días antes de que Alberto Nisman denunciara a la expresidenta Cristina Kirchner de complicidad de encubrir a los iraníes acusados de ser los autores intelectuales del atentado contra la AMIA, que la semana pasada ha tenido un nuevo capítulo con el pedido del fiscal que reemplazó a Nisman, el fiscal Sebastián Basso, de pedir nada más y nada menos, que la captura internacional del líder supremo de Irán, Alí Hoseiní Jamenei, que eso si se concreta, va a hacer “explotar” aún más las relaciones diplomáticas entre la Argentina e Irán, que están reducidas al nivel solamente de Encargado de Negocios desde 1994, y que ya Irán anunció una serie de represalias contra la Argentina… si además de poner en marcha el juicio en ausencia contra los iraníes que ya están en la causa imputados, se incluye al líder espiritual de Irán. Pero bueno, esa es otra historia, que después la contaremos con detalle en Paraná. Programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral)
Ver noticia original